El cine es un espacio de identificación, de educación, de industria y de arte. Y todo eso, está dentro de este blog.

miércoles, 17 de noviembre de 2010

Que empiece la magia!

Hoy se estrena la primera parte del final de Harry Potter, mientras que la segunda parte de esta entrega vendrá recién a mediados del año que viene y no importa cuánto se hayan ilusionado: no viene en 3D.

Como ya es sabido, la última entrega es en dos partes, por un lado porque la novela es extensa y tiene dos momentos marcados en los personajes (la desolación de estar solos sin Dumbledore en la lucha contra Voldemort y cuando finalmente tienen la confianza suficiente y empiezan a saber qué deben hacer). La prensa, aún así, insiste en tratarla como una película en la que solo te preparan para ver la segunda parte, pero seamos sinceros: es porque desde la primera morimos por ver la batalla final, lo cual no significa que la película esté mal pensada.

Luego de que la sexta entrega se retrasó en su estreno por seis meses dada la crisis mundial, Warner no quiso hacer pasar por ese suplicio nuevamente a los seguidores del mago más célebre de Hogwarts y es que después de la lamentable entrega del 3D de Furia de Titanes (la cual los mismos exhibidores no querían proyectarla como 3D dada su baja calidad en efectos), no quisieron arriesgarse de vaciar las salas para la última parte.
El 3D aporta muchas ventajas. Por  un lado, hay una clara mejora de la imagen pero no sólo por la ilusión de profundidad, si no porque se abandona el soporte fílmico y se empieza a proyectar en digital. El transporte también se simplifica, ya que con las latas de 35 mm era probable que se requiriera más de un camión para llevar una producción de un lugar a otro. Por otro lado, no hay que dejar de lado el precio elevado del celuliode, del costo de la copia y/ o de la ampliación en el caso de que esté filmada en otro soporte.


Pero la mayor diferencia que hace, a mi criterio, es la de llevar gente al cine. Dado el precio nada económico de una entrada al cine, uno evalúa si realmente “vale la pena” invertir en ver una película que a lo mejor no tiene ni efectos especiales ni nada que “merezca” que yo invierta casi $30 en la entrada y es allí donde el 3D engancha. Si no había diferencia entre verla en tu casa, la imagen y la sensación (porque nos encanta el asunto de los anteojitos y demás) te llevan a consumir el producto.
Entonces Harry Potter pretendía subirse a esta ola de la tercera dimensión cuando en realidad, iba a llenar los cines de todas formas. No me parece una decisión jugada el que la estrenen así por más que gastaron miles y miles de dólares en publicidad, porque la gente responde a la saga. También es cierto que con la fiebre por las “historias fragmentadas”, si han tenido éxito, una funciona como publicidad de la otra: si viste las primeras seis, no importa lo que diga la crítica respecto a cuan buena o mala es, la ves igual.
A modo de comentario y visión personal, el error que tuvieron las entregas que fueron malas (o no tan buenas) fue que pretendieron ser una ilustración de la novela y no una película en sí. Son productos diferentes y deben funcionar como tales. No creo que tenga mucho sentido que el espectador de una super producción no sea más que un grupo de lectores (amén de que sea un best seller). Pensar que “me gustó más el libro” es bastante obvio: en su mente, uno arma la imagen como le parece que es, crea la situación por lo que comprendió de la descripción y en un mundo donde uno es amo y señor, las cosas tienen otro gusto. Ver una película es ver la visión que se armó en su cabeza un director y uno puede estar de acuerdo o no pero no estoy segura de que sea correcto estar midiendo un producto con otro.


Después de diez años de vivir en el set, de tener la fama instantánea y la gente gritando cada vez que aparecían el público, los protagonistas de Harry Potter intentan seguir con su carrera y de retomar las riendas de su vida. Emma Watson encabeza una colección de moda para People Tree (una fundación que con las ganancias financia un cambio en alguna ciudad que necesite mejoras) y se cortó el pelo después de no poder hacer nada distinto con él por la saga. Daniel Radclife estará protagonizando un musical en Broadway cuando se terminen las ruedas de prensa de promoción de la película. A ver si la magia existe, aún sin Harry.

2 comentarios:

  1. Querida amiga, lamento disernir completamente contigo. Hay que ser completamente fanatico para entender las peliculas de Harry.
    Obviamente que nunca va a ser lo mismo mirar la pelicula que leer el libro, pero al considerarme una gran "deboradora" de los libros, las peliculas cumplen muy bien con su función.
    Tengo entradas para ir el miercoles, si queres vamos juntas!
    Me alegro mucho que estes con este emprendimiento!

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  2. Inés, estoy de acuerdo con que hay que seguir un hilo en la historia, que nadie va a agarrar la saga desde acá si no que de alguna forma tiene un público cautivo. Eso es lo que quise decir, que no importa cuántas cosas diga la crítica, lo positivo de la saga para la productora es que si la primera tuvo éxito, no hay necesidad de publicitar las otras partes... la gente ya consume toda la información que produce la gente desde el set y hay tanto trailers y teasers que vas al cine para que te editen todos esos fragmentos juntos porque la peli prácticamente la viste. Igual sigo pensando que son una buena adaptación (no todas, La Orden del Fénix es pésima) pero que son productos diferentes y no hay que pensar en el film como para ilustrar el libro...
    Gracias por la buena onda, amiga!

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