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miércoles, 16 de febrero de 2011

Historias de vida


Las películas biográficas o “basadas en hechos reales” están llenando las carteleras. No es que sea un nuevo formato, si no que definitivamente son muy efectivas para movilizar a la audiencia. De repente cualquier hecho mínimo en la vida de alguien, tiene dimensiones colosales y uno sale con el sabor de haber visto una película épica. Pero, ¿De qué se trata todo esto de las adaptaciones?

Bueno, por un lado tenemos el ejemplo de “Red Social”, que nació de una entrevista que le hicieron al creador. En teoría es “una visión cruda” de su accionar (si me preguntan a mí, es como políticamente correcta, porque tampoco se juega a crucificarlo)que no tenía el absoluto respaldo pero, considerando que tenía el verdadero nombre (no como en el caso del personaje de Meryl Streep en “El diablo viste a la moda”), es difícil creerlo.



Por otro lado tenemos el hecho empírico en sí: esto pasó, está documentado y ponemos un poco de bagaje psicológico para construir el personaje y que la historia tenga un hilo. Éste es el caso de, por ejemplo, “El discurso del Rey”, que hace hincapié en la vida pública de la familia real y a través de eso y de conversaciones con el personaje de Geoffrey Rush, te contó la historia. La dirección de esta película me pareció genial.




Después tenemos la visión o la fantasía sobre alguna figura, como es el caso de “La vie on rose”, que quiere retratar sólo el costado artístico de la Piaf por sobre sus muchos y muy tormentosos romances.







En el caso de “Walk the line” hay una base en la autobiografía de Jhonny Cash, por lo que tiene otro marco, ya parece más serio. Esto no significa que sea tal cual, siempre va a ser la interpretación del guionista, con lo que le parecía más importante resaltar más el filtro del director y su mirada sobre la historia.





Si bien en la narrativa se dice que el mejor texto para adaptar al cine es el cuento, dada la cantidad de personajes, el ritmo con el que resuelven los conflictos y demás, hay dos grandes bichos que llevan siempre a la adaptación de novelas: uno es la idea del “bestseller”, ya que si se vendió bien en las librerías, tiene un público cautivo desde antes de salir y el segundo es la idea de la saga, de si podemos hacer una historia en tres films funciona mucho mejor ya que podemos llenar la cinta con expresiones y cuerpos esculturales (de paso inventamos nuevas estrellas), con efectos especiales y, otra vez, el que fue a ver la primera, va a ver el resto.

Hay pocas películas que son mejores que los libros, pero las hay. Hay pocas novelas bien adaptadas, realmente, a la pantalla, pero las hay. Hay pocas historias de películas biográficas que no valga la pena contar, pero las hay. Lo que me resulta más interesante de este “género” (no sé si se lo puede llamar así) es la posibilidad de entender las luchas del resto, de ver cómo se eleva el personaje o termina de caer y cómo la magia de un buen equipo de trabajo puede hacer que sea memorable. Uno se siente más fuerte y lo ve más humano.


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