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miércoles, 2 de marzo de 2011

Se apagó el spotlight


Es increíble lo mucho que espero todos los años a la entrega de los Óscars para ver el despliegue de moda, de estrellas, de flashes y un buen show, pero desde ese genial año en el que se hizo cargo Hugh Jackman, creo que en el resto me aburrí de muerte.
Todos sabemos que la tanda debe valer millones, pero es inevitable que haga excesivamente extensa a la ceremonia, sin contar con que Anne Hathaway realmente cumplió pero el guión requería a dos personas y James Franco estaba bastante “ido”.
Si bien durante todas las publicidades previas se conocía cuál iba a ser el lineamiento (en este caso, “Classic Hollywood”), la verdad es que el noventa por ciento de los presentadores no sólo no superaba los cincuenta años, sino que además faltaron las grandes estrellas, dejando espacio a nuevas caras, pero que, seamos sinceros, no refleja nuestra onda de los Óscars. ¿Dónde estaba Meryl? ¿Jack? ¿Al? ¿Leonardo? ¿Angelina? ¿Brad?
Además, hubo un despliegue interesante con buenas ideas pero pésimamente llevadas a cabo. Un claro ejemplo era convertir a películas taquilleras en “musicales” con una pista electrónica que lo único que hacía era distorsionar el diálogo… mmm no, no funcionó. El número musical de Anne Hathaway funcionó porque canta medianamente bien y porque es muy simpática, pero pudo haber sido más corto. El asunto de Bob Hope podría haber sido genial, si no hubieran incluido a Billy Crystal también en la ecuación, como para terminar de demostrar que los anfitriones no están funcionando de ninguna manera.
Tampoco se entendió muy bien que hicieran tanto homenaje a “Gone with the wind”, dejando al resto sin pena y sin gloria. ¿No hubiera sido mejor hacer una compilación?
Tal vez lo más aburrido de todo fue que los premios eran absolutamente predecibles (para mí, la única y grata sorpresa fue en el rubro del director), no por eso menos merecido, sólo demasiado cantado. Hasta en el rubro de película extranjera y cortos sabías el ganador.
El twitter era una cosa de minuto a minuto, y en este punto voy a hacer un parate. Me resultó muy interesante como “La cosa”, reconocida revista de cine, hizo un seguimiento con acertados comentarios que no se trataban de quién se puso qué, o de cuántos pochoclitos son la calificación de una película (no puedo creer que esa mujer maneje una columna de espectáculos en un multimedio semejante), si no con criterio y conocimiento sobre cine, actores, CV de todo el mundo y reduciendo al mínimo el cholulaje. De lo mejor de la noche, lejos.
La verdad…pareció una producción torpe y medio que a los sopapos. Veremos qué pasa el año que viene…
 ¿A ustedes qué les pareció? En un interesante Twit, de "Vientos de Cine" se leía la frase "Antes, los Óscars cambiaban el curso de la vida de las películas, hoy ni siquiera afectan a las descargas"... ¿Están de acuerdo? ¿Se perdió la magia de "la noche más importante de Hollywood"?

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