El cine es un espacio de identificación, de educación, de industria y de arte. Y todo eso, está dentro de este blog.

sábado, 25 de junio de 2011

Sueños de Libertad, de Frank Darabont



¿Cómo se sobrevive a una condena por algo que no hiciste? La inocencia que no puede probarse no sirve de nada en una cárcel de máxima seguridad, donde uno es sometido física y mentalmente. Pero no puede someterse a una persona libre y ése es el mensaje más fuerte de la película.

Narrada por la voz inconfundible de Morgan Freeman, a mediados de los 40s una mujer es asesinada en su cama cuando estaba con su amante y el claro culpable parece ser el marido. Cadena perpetua, así como si nada.

Mientras está adentro, va tranzando con los guardias y con el mismo director de la cárcel ya que les lleva sus finanzas (él era contador) y sus crecientes lazos de amistad con un grupo de presidiarios le dan forma a su vida en la prisión de Shawshank. Una foto de Rita Hayworth haría el resto.

Me gusta cómo utilizan los límites entre lo bueno y lo malo, la poca autocrítica que somos capaces de manejar cuando una posición de poder nos hace olvidarnos de todo, cómo puede por unas simples palabras talladas en una habitación de un hotel contarnos cómo se puede disminuir a nada la vida de un hombre. La libertad con la que sueñan no sólo involucra al cuerpo, hay un alma y una mente que cree no merecer, que cree no amar, que cree haber sido olvidada. Bajo ese concepto, ¿Hay vida después de veinticinco años en la cárcel? Seas culpable o inocente, ¿Podés reinsertarte en el mundo después de semejante ausencia?

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