Un thriller social que involucra a los secuestros express
y a los resultados de tanta violencia.
Filmado con un uso impecable de la cámara en mano, el
espectador se ve en cada persecución y en la búsqueda desesperada de una niña
en manos de quién sabe quién.
Valiéndose un poco de las típicas fórmulas
hollywoodenses, el sistema corrupto va cayendo a medida que Denzel Washington
sigue buscando a Dakota Fanning. En las calles de México, aparecerán las mafias
y la inseguridad como parte de la crítica social, pero ésta se completa
considerando que el supuesto salvador es un hombre que no sirve para nada más
que para matar.
Sin sombrero y sin lejano oeste, Creasy se presenta como un auténtico cowboy con una capacidad infinita de amor y de renuncia, del pasado indefinido pero dispuesto a sacrificarse por salvar a aquella que le devolvió las ganas de vivir.
Con una música muy particular, los acordes nos llevan de
lo más alto a lo más bajo de la sociedad, conocemos una red y una realidad
violenta en la que el ser humano es un bien de cambio.
¿Qué se hace con los sacrificios? ¿Con los muertos? ¿Con una niña que no conocía más que un mundo de cristal que se desvaneció frente a ella? ¿Cómo se arregla una niñez amputada?
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