El cine es un espacio de identificación, de educación, de industria y de arte. Y todo eso, está dentro de este blog.

viernes, 12 de agosto de 2011

"Los Grandes del Cine" Novena Entrega: Joel y Ethan Coen



Nadie puede negar que el cine de los Coen es personal. Cuando recibieron el Óscar por “Sin lugar para los débiles” en el discurso dijeron algo como que de chiquitos se la pasaban jugando en el arenero y ahora el cine les permitía seguir siendo esos dos mismos chiquillos. Me gustó la concepción de las historias que quieren hacer y del juego de la experimentación y de una búsqueda de un estilo personal por sobre todo.

Con un estilo personal y un humor negro que muchas veces me hace pasar del drama al absurdo y a terminar lanzando carcajadas, nos vamos encontrando con una caja de locos en cada film y ya eso sólo los hace entrar en la categoría de “Grandes del Cine”.

Si bien a Joel se le reconoce la labor como director y Ethan es el hombre de las letras, la verdad es que la combinación de ambos es lo que hace poderoso el producto final y convengamos que es poco probable que por momentos no se mezclen las tareas. Me gusta por eso tratarlos como una unidad.

Son símbolo del cine independiente, sobre todo considerando que su primera película “Sangre fácil” fue autoproducida y cuando ganó todos los premios en el festival de Sundance consiguieron la fama…y pagar las deudas.

Como primer film, Sangre Fácil tiene excesos y experimentos que le dejan al espectador la sensación de no haber visto una sola película, sino de haber visto fragmentos o una primera entrega. Es, tal vez en la que se hace más notorio el hecho de que les importa mucho la forma, de que para ellos mantener una estética o un lineamiento visual es crucial al momento del relato ya que la historia se cae de a momentos pero el ensamblado de lo visual es impecable.

Así es como nos vemos sumergidos en esta historia de celos, infidelidades, de asesinos a sueldos y hasta un narrador en off que nos mete en la historia sin vueltas. Es que, es texano después de todo. Aquí aparece un rasgo característico del cine de los Coen y es el hecho de tener localismos no sólo en la fotografía, sino también en la filosofía de los personajes, en los acentos marcados y en la forma de pararse frente a cámara.

Pero el desfile de personajes no puede dejarse de lado y así van apareciendo el dueño del bar, su mujer, un cuerpo en un baúl, una noche lluviosa. Hipérboles que le sacan el costado serio y se ríen de la desgracia sin dejar de mostrarla. Nunca mencioné en la nota todavía el hecho de que son judíos porque me parecía un dato de color, pero este tipo de comedia tiene mucho el sentido del humor judío, de lo tragicómico y entonces ahí la nota de color realmente agrega algo.

Para concluir con este film y pasar al siguiente les aconsejo que presten particular atención a los espacios y al uso de la luz. No importa si los personajes están afuera, generalmente se los enfoca como si estuvieran a un tris de morirse asfixiados. Los espacios son oscuros naturalmente por lo que cuando se prende un foco, algo fuera de lo común va a pasar y la historia se hace cada vez más dramática.

En 1987 estrenarían Arizona baby. El que ya la vio sólo con leer el nombre ya está tentado de reírse a carcajadas y yo también por lo que voy a intentar pasar más de cinco renglones sin contarles la mitad de los gags y decirles que la vean.

Narra la historia de un ladroncito que no vale mucho en la piel de Nicholas Cage que se la pasa entrando y saliendo de la cárcel se enamora de una policía fotógrafa que encarna Holly Hunter. Cuando ambos tienen la noticia de que ella es estéril, deciden robar uno de los quintillizos del rico del pueblo. Tiene elementos frente a los que uno no sabe exactamente cómo reaccionar o si está bien reírse pero también es cierto que la crítica la sueño americano existe y la risa es también una forma de aprendizaje.

Con ataques de histeria y con la miseria que se ve en cada fotograma, uno sabe que tanto los directores como sí mismo tienen pena por aquellos perdedores que no saben hacer bien nada en el mundo pero su realidad se viene abajo cuando no pueden tener hijos.

Para no perderse: la escena del secuestro de esos cinco demonios en la que Cage es superado ampliamente por las capacidades de esos bebés que están siempre preciosos y sonrientes pero no hay forma de cazarlos.

En 1990 llegaría “Muerte entre las flores”. La verdad es que es una de mis favoritas sin lugar a dudas. La utilización del sombrero, de la estética de los 40s, como la mafia en la ley seca puede volver a tener una interpretación. La escena inicial en la que se ve a un hombre resignado frente al destino que sabe que va a tener hace que valga la pena todo lo que viene después.

Gabriel Byrne es uno de mis actores favoritos y en este film se lo puede ver tierno y profundo como siempre con una dosis “Coeninana” en la que el humor ácido aparece para arrancar del dramatismo por un momento al público y luego volver a meterlo en él.

El argumento es simple: un pueblo en 1929 que es disputado por dos amigos gángters que en realidad están enamorados de la misma mujer que desencadena una guerra abierta en las calles en las que participarán prácticamente todos los habitantes del pueblo.

Un año más tarde llegaría “Barton Fink”. Con este personaje nos metemos de lleno en el mundo de la literatura y que es, tal vez, la más complicada de ver de los hermanos. Es lenta y si bien su fotografía, ambientación y vestuario son sobresalientes, por momentos el espectador pierde el hilo de la historia.

Habla del éxito reciente de un dramaturgo, de la crisis creativa, que el hecho de haber tenido éxito una vez no significa ni garantiza que siempre estarán en la cima. Por momentos se convierte en una especie de delirio ya que la mente se vuelve frágil frente a la presión. Vale prestar especial atención a la utilización del hotel como puerta de la locura y la utilización de luces y sombras que acompañan a estos cambios.

El gran salto, de 1994 fue uno al vacío para los Coen. Fue su film más caro y su fracaso más grande en taquilla. Si bien no puede decirse que el casting sea malo (Paul Newman y Tim Robbins) y la fotografía es muy buena, termina siendo poco sostenible.

No les quiero contar mucho así la ven y me dicen qué piensan pero creo que es muy predecible y la conclusión se cae totalmente. Pero bueno, en fin Robbins es un gerente que está de mal en peor y que luego tiene que volver a subir.

Pero toda duda respecto a sus capacidades artísticas queda en el tintero cuando en 1996 estrenan “Fargo”. Usando la mentira piadosa de que era un caso real, se toman las licencias de hacer que sea un thriller negro con hipérboles sin que el espectador llegue a reírse, porque uno no debe reírse de los muertos.

Una inmensa, impecable Frances MacDoward que hace de una comisario embarazada y de los dos ladrones más erráticos del universo en el que Steve Buscemi no sabe parar de hablar por los nervios y no tiene mucha idea de con quién está trabajando.

Como siempre, utilizan los pequeños pueblos americanos, los acentos, las costumbres y las tomas nocturnas de carreteras como nexos entre las acciones. Un film para no perderse.

En 1998 llega el Gran Lebowski que se convirtió en una película de culto y la razón por la cual muchos aman a Jeff Bridges. Otra vez utilizando personajes medio locos, sumamente divertidos, los hermanos pretenden hacer un análisis de la sociedad americana y uno de los guiños más interesantes para hacer esto es el hecho de que el personaje insista en que lo llamen “Dude” como si fuera algo genérico y no que involucre nada de su personalidad.

Pero bueno, para terminar de pintar a lo diverso de la sociedad y de traumas post guerra de Vietman, los Coen echaron mano a todo lo que se les ocurrió, desde unos alemanes medio raros, hasta alfombras mágicas y guionistas que sobreviven de manera artificial.

O, brother! Llegaría en el 2000 y así aparece Clooney en la escena de los Coen. Esta película tiene ganas de ser una adaptación de la Odisea en la que tres presos planean ir en busca del botín. Tiene momentos en los que no quedan chances y uno tiene que largar una carcajada sonora porque esa expresión que hace George en la que parece que los ojos le saltan cual chihuahua porque le entró el miedo o la paranoia son demasiado para cualquiera.

Otra vez yendo al interior de Estados Unidos, nos encontramos con Mississippi y con todos sus escenarios y la diversidad de personajes con los que se van encontrando. Entre ellos hasta hay racistas pero las víctimas de ellos son los afroamericanos, los judíos, los papistas, los judíos y hasta los que juran que el hombre desciende del mono.

En el 2001 se animaron a el blanco y negro con “El hombre que nunca estuvo ahí”. Un genial Billy Bob Thorton nos entrega a Ed Crane, un barbero que no tiene mucho para decir pero que fuma todo el día y el tiempo pasa y a él se le quema de colilla en colilla. Su vida rompe la monotonía cuando descubre que su mujer le es infiel y de ahí en más contamos hasta con OVNIS.

En el 2003 llegaría al cine “El amor cuesta caro”. La película está filmada como una comedia de los 40s o 50s en las que el carisma y el juego de encuentros y desencuentros de la pareja principal hacen que todo funcione. La peli es débil, Catherine Zeta Jones es deliciosa pero necesita algo más que una viuda negra para lucirse, sobre todo cuando apenas puede gritar o irse de su línea de comportamiento y Clooney es adorable pero solo un abogadito caprichoso y egocéntrico no construyen mucho. Sea como sea la película funciona…aunque solo para domingos lluviosos.

El remake El quinteto de la muerte llegaría en el 2004. No le quiero dedicar ni una línea porque es insufrible. Realmente mala. Un Tom Hanks sobre actuado que hace que cuando pasa el barco basurero me alegre de que termine así.

En el 2007 llega el gran western “Sin Lugar para los débiles”. Utilizando las luces y sobras de una manera increíble, tenemos a un vaquero que encuentra dinero que decide guardárselo y eso provoca que un frío, duro y casi fantasmal asesino con un tubo de oxígeno lo persiga. Esta película tuvo la osadía de mostrarnos más tiempo al personaje secundario que al principal por lo que por momentos al espectador le cuesta comprender la premisa del título pero es brillante, llena de silencios, de polvo y de noches.

En el 2008 llegaría la genial comedia “Quémese después de leer”. Con un Brad Pitt inolvidable pero geniales Clooney y Malkovich que hace una crítica ácida a la idea de una agencia de inteligencia, de la paranoia que se crea y queda magistralmente remarcado cuando se van a extorsionar por dinero y deciden llevárselo a los rusos. ¿Y todo por qué? Por unas cuantas cirugías plásticas. Es que la belleza, a veces, es todo o todo lo puede solucionar.

En el 2009 llegaría “Un tipo serio” que remarcaría la crisis de la familia y como es judía al igual que ellos está plagada de cuestiones costumbristas que la hacen atractiva, sobre todo porque se pretende reírse un poco de la supuesta sabiduría de las historias familiares.

El hombre serio no es sólo serio, siempre parece estar fuera de ambiente, fuera del espacio donde se siente cómodo. De a poco el espectador se va enterando que Larry se esconde en la religión porque se siente incapaz de correr ciertos riesgos y encuentra sólo la tranquilidad en los límites de la religión.

Temple de acero es un remake que se estrenó en el 2010. Si bien no recibió ninguno de los premios de la Academia para los que estuvo nominada, es un western oscuro y bien planteado.

Cuando la figura muy utilizada del western del asesino a sueldo es encontrado por una niña con sed de venganza, la historia, los bosques y el parche de ojo no volverán a ser los mismos.

Todos los elementos suaves que tenía el film anterior, en éste quedó borrado absolutamente, dando pie a partir de un prólogo dos décadas más tarde, a tener los escenarios más oscuros para una historia muy oscura.



Debajo, les dejo una serie de características del cine de los hermanos Coen que suelen encontrarse como constantes en sus pelis:



La utilización del humor negro.

Homenajes al cine clásico

El elemento del chantaje, la estafa o el secuestro que se sabe de ante mano que no saldrá bien

Los espacios suelen ser en pueblos del interior de Estados Unidos, lo que permite remarcar costumbres y acentos en los personajes.

Elementos violentos al punto de hacerlos parecer una hipérbole

Infidelidad. Hay una crítica a la institución del matrimonio, una pérdida de fe.

2 comentarios:

  1. Muy buen repaso a los Coen, a mi me suele gustar casi todo lo que hacen, pero mi preferida por ahora es Fargo, me encanto!!.

    Siempre me llama la curiosidad los títulos que se le dan a las películas en otros lugares xD.

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  2. jaja Sí, verdad? es preferible ponerlas en inglés porque si no cuesta identificar a la película. Fargo es muy buena pero me sigo quedando con Muerte entre las Flores y Quémese después de leer q todas las veces me muero de risa!

    Saludos, Kaplan!

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