El cine es un espacio de identificación, de educación, de industria y de arte. Y todo eso, está dentro de este blog.

viernes, 9 de septiembre de 2011

Los verdaderos camaleones: Ralph Fiennes



El actor del que vamos a hablar en esta entrega, que tiene “constantes” en los papeles que elige pero que es uno de los talentos más interesantes de la pantalla grande. Con ustedes el romántico más parco y uno de los mejores villanos: el genial Ralph Fiennes.

El actor británico nació en el seno de una familia de artistas siendo la madre escritora y el padre fotógrafo. Tiene un hermano actor llamado Joseph Fiennes y su hermana Martha es directora.

Fue educado en la Royal Academy en artes dramáticas y luego se sumó a la escuela shakespeareana. Sobre todo, es de los actores más intensos en pantalla…y con la mirada más penetrante.

Sus primeros pasos en el cine se dieron en 1992 con el clásico de Emily Brönte “Cumbres borrascosas” haciendo el rol principal. Como Heathcliff, que se supone tiene una naturaleza gitana y salvaje, estuvo perfecto, siempre a un tris de reventar de tanto amor y desesperación y de sentir que era un juguete de la caprichosa Kathy interpretada por Juliette Binoche. De todas maneras, la adaptación es mala y se toma licencias como la de crear un personaje que supone ser la escritora, que llega a una casa y se “inspira” con la historia.

En 1993 estrenaría dos películas. La primera es “El hijo de Macon”, en la que interpreta al hijo de un obispo en un pueblo de 1650 en el que las mujeres no pueden concebir porque los hombres son impotentes.

Cuando una supuesta virgen presenta a un hijo como suyo, el hijo del obispo la acusa de mentirosa y estafadora pero es seducido por ella. Tenemos una interpretación del hombre que no sabe qué hacer, que ha caído en “la debilidad de la carne” y se siente hechizado y arruinado por la mujer. La verdad es que la película es insufrible porque es casi teatral, recargada y hasta absurda y el personaje femenino no tiene ni un poco de gracia en la piel de Julia Ormond. De todas formas, Fiennes, cumple y es consistente en su interpretación del hombre perdido y atormentado.

La segunda sería en “La lista de Schindler” en la piel de Amon Goethe. Para mí esa película es una obra de arte lisa y llana en la que el personaje principal que supone ser el “bueno” tiene planos muy similares al que se supone ser “malo” por lo cual por momentos uno los confunde y, lo que es más importante, entre los personajes se comprenden. Así son dos nazis, uno que decidió frenar antes y otro que era un dogmático, pero en otro momento y sin la guerra ninguno de los dos habría sido peligroso y hubieran sido amigos. Me parece importante remarcarlo porque es el espíritu del film.

Ahora bien, como son las acciones (y, en este caso, actuaciones) las que definen al objeto de estudio, Fiennes nos entrega a un sádico nazi dogmático que desde el balcón de su habitación le dispara a habitantes de “su campo de concentración” como si fueran latas y se odia a sí mismo por estar enamorado de una judía. Si bien sabemos que no llega a tocarla, está en el aire la tensión sexual. Sabemos que la desea, que le atormenta desearla, que le pega sólo por no verla y que cree merecer el universo entero. Una actuación inmensa en una película de similares proporciones.

En 1994 trabajaría bajo las órdenes de Robert Redford en “Quiz Show: El dilema”. Aquí interpreta a Charles Van Doren, un profesor de literatura que se convierte en estrella por haber aceptado el sistema de preguntas preparadas.

La idea es que nadie confía en que sea muy claro el juego y por eso se rechaza a un jugador por otro, se cambian las reglas y demás. Básicamente, para que se les fueran de encima le dan setenta mil dólares a un tipo para que repita las respuestas que ya sabe. Los personajes se van quebrando, pero ninguno como Charles, que se siente vulnerable, atraído por el dinero y la moral tirando para el otro lado.

Un año más tarde haría su aparición con “Días extraños”. El film tuvo una buena recepción en los festivales de cine independiente y se centra en el caos pre Y2K y el fenómeno del paso de milenio. Fiennes es Jenny Nero, un ex policía que ahora se dedica a traficar discos que te permiten experimentar recuerdos y sensaciones de otros como si fueran propios. La verdad es que su personaje es decadente, un antisocial que ni siquiera puede superar una ex relación con una novia de hace siglos y por eso usa los discos, para sentir que ella sigue ahí. Tiene algo de obsesivo y algo de sicótico y si bien la película es extraña de ver y por momentos no cierra del todo bien, cumple, sobre todo porque hay un asesino que le hace llegar discos de ella, mostrándole que va en busca de ella.

En 1996 y de la mano de Anthony Minguella hizo el papel que le significó la segunda nominación al Óscar “El Paciente Inglés”. Realmente es una de mis películas favoritas, con una fotografía inmensa y una música de lo más melancólica. El romance que tiene lugar entre el Conde Álmasy y Katherine (K en su libro) es monumental. Es un tipo reservado, que ama intensamente, que quiere tener una parte de todo el mundo pero no pertenecer a nadie y cuando una mujer como esa llega a su desierto, nada puede volver a ser lo mismo.

El año siguiente haría una de las peores de su carrera y es “Oscar y Lucinda” con Cate Blanchet como pareja. La idea es que son adictos a las apuestas de diferentes ámbitos que quieren trasladar una iglesia de cristal hasta Australia. Sí, todavía pienso en por qué no apagué el televisor, pero creo que es sólo por lo mucho que disfruto viéndolo actuar.

En 1998 haría con Uma Thurman una adaptación cinematográfica de la serie inglesa de los 60s “Los vengadores”. OK, ¿Dije que la anterior era la peor? No, creo que ésta era. En fin, son dos agentes secretos en contra del mundo.

El año siguiente haría “Sunshine” con Rachel Wiesz. El film se centra en una familia húngara judía y de todo lo que pasa con ellos durante el siglo XX. Son víctimas, victimarios, se hunden, salen a flote y Ralph Fiennes tiene la chance de interpretar a tres personajes totalmente diferentes que los hace funcionar a la maravilla. El film cumple muy bien, está bien pensado y el elenco ayuda.

Ese mismo año sería dirigido por su propia hermana en una adaptación de “Onegin” de Pushkin. Para quienes no lo saben, Pushkin es un escritor ruso que revalorizó el folklore nacional. Hasta ese momento, la corte y “los cultos” hablaban en inglés dejando de lado los colores, sonidos y colores de Rusia; él se atrevió a escribir en ruso historias sobre rusos con escenarios rusos.

Es un film lento, que se toma su tiempo para mostrarnos una violencia contenida en una belleza de relato que compone una mezcla no fácil de digerir por el espectador. Como es una novela en verso, el mismo texto cae en la lírica y el personaje principal, tan sádico, cumple a la perfección con entre juego de dolor y belleza.

El mismo año compartiría pantalla con Julianne Moore en “El ocaso del amor” en el que esposo y amante se cruzan por amor a ella en medio de la explosión de bombas.

Fiennes es Maurice que en el 46 conoce a una pareja. Sarah y él tienen un romance pero la historia empieza a contarse dos años antes de que hayan estado juntos. Así es como termina siendo el objeto de deseo, de añoranzas y de absoluto dolor de la vida de ambos.

Sarah es una mujer cautivante pero será su dolor apasionado como escritor y el hecho de tener que ser testigo de cómo se marchita, lo que termina de construir el relato de una forma poética y dolorosa.

En el 2002 interpretaría a Spider en la película del mismo nombre. En una estructura en espiral, somos adentrados en la mente de un asesino y un atormentado por delirios.

La fotografía de ésta película logra acompañar los fantasmas del personaje, que hace garabatos en una hoja jurando que escribe y que no entiende la mitad de lo que vive si no que lo reinterpreta como puede.

Es un personaje metódico, lento, que tiene toques un poco tontos y Fiennes cumple casi en exceso.

Ese mismo año haría otro personaje igual de perturbado: el que busca el FBI y para el que le tienen que consultar a Hannibal Lecter: El dragón rojo. Si bien es un remake de un film para televisión que marcaba el inicio del personaje que ha causado más de una pesadilla y más de una fascinación por su encanto en el sadismo.

Edgard Norton interpreta al hombre que pone a Lecter tras las rejas y es el mismo que busca al “Dragón Rojo”, quien asesina por odio y por necesidad de encontrarse a sí mismo, de lograr el cambio que lo aleje de su fealdad. Hay un trauma con la madre, un enamoramiento de una ciega y una decoración de una pintura que es increíble.

Y, como para terminar con ese año, se embarcó en una muy olvidable comedia con Jennifer López que se llama “Sueño de amor” en el que él, un candidato para congresista se enamora de una mucama que él cree que es huésped. Corremos de un lado a otro de Manhatthan y corren felices por la pradera. Mucho actor para poca película, la verdad.

En el 2005 sería la encarnación del mal nuevamente pero ésta vez del mundo mágico en “Harry Potter y el cáliz de fuego”. Si bien es la cuarta de la saga, es en la primera en la que Lord Voldemort tiene fuerza suficiente como para tener un cuerpo propio. La película no es una adaptación brillante pero él está inmenso con sus manos larguísimas, su tono pausado y despectivo, su falta de nariz y sus gestos entre reptílicos y locos. No volví a verlo tan bien en ninguna otra de la saga.

En el 2007 participó en la quinta entrega de Harry Potter con ataque al ministerio de magia y todo. Pierde un poco de su encanto reptílico pero cumple en el relato con su imponente falta de nariz.

Ese mismo año trabajó bajo las órdenes de Fernando Meirelles en “El jardinero fiel”. Este film es uno de los mejores que he visto, explorando como un hombre que prefiere quedarse siempre cuidando las plantas en lo seguro de su jardín hasta que su preciosa y apasionada mujer, embarazada de ocho meses es asesinada. Un rol vulnerable, casi tierno, en el que prefiere lo políticamente correcto que enfrentar la realidad, hasta que no tiene más opción.

Además, ese año estrenó con Miranda Richardson “La condesa blanca”. Melodrama menor y un papel menor.

En el 2008 participaría en una comedia mínima pero con muy buena recepción por parte de la crítica y del público. “Escondidos en Brujas” lo revela a él como villano nuevamente pero ningún villano tomaría la esencia de su personaje del duque en “La duquesa”.

Compartiendo escena con Keira Knigthley quien encarna a otra Spencer en un matrimonio de tres y atrapada en esas redes, Fiennes nos entrega un duque parco, casi con adoctrinamiento militar que sueña con herederos y habla de las mujeres casi como si fueran caballos. La película cumple y, por lo tanto, uno lo odia intensamente.

“El lector” llegaría el mismo año. Fiennes hace del personaje principal cuando gana años y pierde inocencia. La historia en la que se luce su buena voz y dicción termina de construir la madurez de un personaje tierno y de una realidad más grande y más dura que cualquier otra.

Hurt Locker (Vivir al límite) también llegó ese año. Recuperando un poco la idea de los adictos a la adrenalina y cómo buscan constantemente esa sensación que les justifique la paranoia, el miedo y el por qué saben que no pueden reinsertarse en la sociedad. Un film para ver en el que es difícil separar los roles, porque construyen un casting sólido y una estética interesante. Si me preguntan a mí, no era para Óscar a mejor película, pero es buena.

En el 2009 llegaría la sexta de Harry Potter. Tengo que confesar que junto con la tercera es de las mejores de la saga, con la caída de Dumbeldore y de cómo Voldemort va creciendo en confianza lentamente, ya que es el personaje al que más temía él.

El 2010 nuestro actor en cuestión decidió que era momento de tirarse a lo comercial. Por un lado tuvo una participación en la segunda parte de Nanny McPhee, además participó en “Furia de titanes” y en la primera parte de la última de Harry Potter.

Furia de titanes es tal vez una de las peores películas que vi en mi vida y realmente él como Hades no entregó demasiado. En Harry Potter cumple con la idea de que es la etapa oscura en la que el poderío lo tiene él y tiene a un genial Alan Rickman para completar su ecuación.

Este año hizo su debut como director en la adaptación de la obra de Shakespeare “Coriolanus” con Gerry Butler. Les dejo el link a la nota sobre la peli aquí. Nota y tráiler de Coriolanus

También estrenó la última de Harry Potter en la que la vulnerabilidad de Voldemort traspasa la pantalla. Un personaje que tiende a ser grisáceo y con los ojos más expresivos.

Para el año que viene tiene contrato para Bond 23 que ya está en postproducción a cargo de Sam Mendes y Grandes Esperanzas en la que interpretará al incisivo abogado de manos enormes llamado Magwick.

Tenemos mucho por ver de este impresionante actor.

2 comentarios:

  1. Sergio Cárcamo B. (@Sergio_Gunner239 de septiembre de 2011, 9:28

    Gran actor aunque no de mis preferidos. La acutación como villano en "La Lista de Schindler" genial. Asi mismo como en "El Dragón Rojo". Me gustaría verlo en papeles más hilarantes (comedia) a ver como sería esa performance.

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  2. Gracias por tu comentario! Bueno, de más está decir que es uno de mis favoritos. Me parece que combina lo duro con lo vulnerable de una manera impecable. Es cierto que no creo que tenga muchos dotes para la comedia...pero dependerá de los roles que aparezcan.
    Gracias de nuevo. Un abrazo grande

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