Cuando esta película comienza podemos
escuchar al narrador diciendo “Esta es una historia de chico conoce chica, pero
debo advertirles desde ahora que no es una historia de amor”. Así, los 500 días
se convierten en un pasaporte a todas las estaciones por las que se pasa en una
relación que no llega a buen puerto.
Tom, el personaje principal, es un
chico que abandonó su sueño de ser arquitecto para dedicarse a ser redactor de
tarjetas. Está estancado en el mismo lugar y con una visión tan dramática de
las relaciones que es tal vez una presa demasiado fácil.
Summer, por otro lado, es una chica
que no ha sabido comprometerse con nada en la vida y que está en la constante
búsqueda de sí misma y de hacia dónde apunta el norte de su brújula ese día.
¿Es inevitable que los opuestos se
atraigan?
Es un guión consistente, sin demasiadas vueltas de tuerca pero correcto, que utiliza
recursos de lo más variados, los gags son precisos y poco exagerados y tenemos
desde un narrador en off hasta un número musical en el medio, pasando por
imágenes avejentadas y animaciones. La banda sonora es para no perdérsela:
desde los actores en un karaoke, hasta los Smiths pasando por Carla Bruni.
Un espectacular Joseph Gordon Levit,
en ese tipo de papeles que no sé si lo quiero adoptar o si me atrae pero
siempre pensé que este chico tiene un ángel distinto.
Es una comedia fresca, diferente, y
que la máxima certeza que te da es que cuando se llega a los 500 días…siempre
se vuelve a empezar.
me gustó mucho este film, y tu blog.ALguien lo psoteó en twitter y entré, jeje, saludos.
ResponderEliminarGracias, Natalia! La verdad es que me pareció tirar toda la carne al asador en cuanto a recursos que si me los tirás sin ver la peli te digo q es un cambalache, pero la verdad es que funciona muy bien y él es uno de mis actores favoritos! No sé si quiero adoptarlo o enamorarme de él, pero es divino!
ResponderEliminarGracias por tu comentario y te espero con más comentarios y sugerencias cuando quieras.
Saludos