El
film se estrenó en 1995, y marcó un antes y un después dentro de su género. Se
muestra la historia de un campesino que se convierte inesperadamente en héroe.
Sin tener ambiciones personales, el joven William se ve inmiscuido en una serie de eventos trágicos que marcan
su vida: La muerte de su padre, la opresión inglesa sobre Escocia y el
asesinato de su esposa. Ante esa situación, William Wallace sale a vengar y a
matar a los asesinos, y gran parte del pueblo se le une. En este punto, se
convierte en líder de una revuelta que llega a hacer temblar el poderío Inglés
en su propia isla, y que finalmente, luego de la muerte de Wallace, logra la
independencia escocesa.
Corazón
Valiente posee grandes escenas de batallas épicas, una trama de amor en el
medio y muestra el camino que sigue el héroe hacia su apoteosis. Fue una producción increíblemente realista
para su época, e introdujo una forma de filmar las batallas novedosas para su
tiempo. A partir de allí, todos los films épicos utilizaron técnicas similares.
De la mano de Mel Gibson (Director y actor), este film heroico y dramático se
convirtió en un clásico en su especie.
Personalmente,
tenía apenas 5 años cuando se estreno. No recuerdo en qué año la vi por primera
vez, probablemente en 1997/8. Sin embargo, sí recuerdo que luego de verla, la
grabé en un cassette VHS y todos los “días de lluvia” volvía a disfrutarla.
Cuando Wallace, torturado y al borde de la muerte, grita “Libertad”; es un
grito al que todos nos sumamos y lo sufrimos con él. Logramos identificarnos
con éste personaje que en todo momento es castigado por un mundo que lo
aprisiona, pero que sigue adelante con su lucha. Eso es el resumen de los que
nos pasa a todos nosotros en nuestras vidas, y de cómo nos gustaría reaccionar.
Continuar luchando y sacrificándonos por lo que creemos justo y verdadero. Esa
es la historia de William Wallace, espero que puedan disfrutarla tanto como yo.
Gracias
por leer esta entrada, y gracias a Patricia Relats por darme ésta oportunidad
de escribirles.
Un
saludo para todos
Mateo
Lorenzo
*Mateo
es estudiante de la carrera Gestión de Medios y Entretenimiento. Colabora en el
blog Criticunder haciendo críticas de películas y ha participado en obras de
teatro en el departamento de producción. Además, si me permiten hacer una
proyección, creo que tiene grandes perspectivas y que escucharemos mucho sobre
él.
Su
aporte sobre este film bélico me trajo a la mente la capacidad de Gibson en la
recreación histórica que es metódica, estudiada y sumamente cruel. La idea de
que todos nos convirtamos en héroes es tan atractiva como inmortal… en nuestro
día a día, queda sólo en un concepto pero nos es hipnótica todas las veces. ¿No
nos convertimos en más humanos por ser espectadores? Qué pena, ¿No?
Realmente una de mis películas preferidas. No importa todos los errores historiográficos o de montaje, es todo un prodigio de ritmo. El equilibrio entre las escenas de acción y la intimidad es digno de reseñar.
ResponderEliminarGracias por la critica Mateo y por la iniciativa Patricia.
Saludetes
Hola Emilio, como siempre, un placer que estés por acá. La verdad es que este film marcó un hito: nadie fue indiferente a él. Lo amaron, lo odiaron pero todos lo vieron y es ese mito enorme el que ha creado esta película.
ResponderEliminarSiempre será atractiva una búsqueda de la libertad, ver a alguien que tiene la fuerza y la voluntad de hacer cosas que nosotros no...este William Wallace, que no importa si es el real o no, para nosotros será inmortal siempre
Saludos
Braveheart es mi épica favorita, excelente película, a pesar de sus varios fallos en apegarse a lo histórico pero ninguna épica retrata 100% lo histórico, su gracia consiste en la solidez de su argumento que supo hilvanar y ejecutar una historia coherente, y sobre todo emotiva que exalta virtudes como el heroísmo, la lealtad, el honor, el amor y el valor y todo ello hizo que su no apego a los hechos fuera intrascendente, definitivamente una película que marcó el cine de los 90´s y que es una joya obligada a ver y disfrutarse, ya que logra hacer algo que la mayoría de las películas de hoy incluyendo las escasas obras épicas del cine de hoy no hacen: emocionarnos.
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