El cine es un espacio de identificación, de educación, de industria y de arte. Y todo eso, está dentro de este blog.

lunes, 26 de diciembre de 2011

In the mood for love, Kar Wai Wong (Por Juan Pablo Ramírez*)



Hay películas que viéndolas y desde el primer fotograma nos mueve, nos transforma, hace que veamos el cine de otro modo, este NO fue el caso de “In the mood for love”. La primera vez que vi esta película, y me avergüenza decirlo tenia 20 años, y recién llegado a Buenos Aires, no sabía nada del cine oriental y menos de Wong Kar Wai, no sabía ni qué hacía en Buenos Aires (regrese a mi país después de 8 años de vivir allá y todavía no se que hice...), así que cuando me toco ver la película, la primera para ver en mi clase de cinematografía, puse play al VHS (si, soy de la generación que todavía estudio películas en VHS), empezó la película, títulos en rojo, muchos Hong kongeses (no se el gentilicio bien todavía) todos hablando en chino, yo solo en mi depto de San Telmo (todavía no vivía en alfa 2000 donde conocí a nuestra anfitriona del blog), no entendía nada de la vida menos del chino. Hice lo que cualquier cualquier estudiante de 1er año de cualquier carrera hubiera hecho, TRAMPA, corrí toda la peli en el vhs en fast forward, solo para decir que la vi y saber de qué hablar en clase, y luego me dedique a mi hobby de esos primeros 6 meses en buenos aires, buscarle la respuesta a la pregunta que me perseguía todos los días ¿QUÉ CARAJO HAGO ACA?

Ese fue mi primer acercamiento al cine de Wong kar wai, y a su obra maestra (hoy no creo que pueda superarla, todos los cineastas en algún punto llegan a su cima y nunca pueden lograr otra película igual, Coppola con Apoycalypsis now, Paul Tomas Anderson con Magnolia, Spielberg con La lista de Schindler, etc...)

La segunda vez que vi “In the mood for love” honestamente no puedo recordarme por qué fue que la vi, pero si recuerdo la sensación de asombro que sentí al ver la peli, cómo me fue envolviendo en la trama, cómo me fui metiendo en la historia de los personajes, como fui maravillándome con cada cambio de escena, con cada emplazamiento de cámara, con la música, las texturas el ambiente Hong Kong etc...


La historia es más vieja que el cine, la señora Chan y el señor Chow, viven en el mismo edificio, comparten gustos en común, aunque no juntos comen en el mismo lugar, les gustan las artes marciales, pasan mucho tiempo solos porque sus parejas viajan por trabajo muy seguido y lo que empieza como una mutua compañía, evoluciona en una amistad que termina en una atracción, una atracción que nunca van a hacer realidad. De la historia no voy a contar mas, ver cómo se desarrolla esta tragedia, es un placer del que no los voy a privar.

No es una película para cualquiera, la historia que acabo de describir se puede contar de mil formas. Wong Kar Wai nos la cuenta de su peculiar forma, al igual que como fue filmada y desarrollada: lenta, visceral. No tenía un guión escrito, solo tenía ideas de lo que quería lograr, pero no sabía la forma en que se iba a desarrollar, o qué giros iba a tomar la historia en la piel de los personajes. La mayoría de veces los actores improvisaban con pequeñas direcciones, o se dejaban llevar por sentimientos que les daba el director, y así se fue construyendo a los ojos del director su historia.


Cuando uno se acostumbra al ritmo lento de la película y pasa la barrera del lenguaje uno descubre cosas como la cinematografía que es una de las mas estilizadas que he visto en mi corta carrera como director de fotografía. Pocas veces he visto una cinematografía que se encaje tan bien con una película, cada emplazamiento es tan poético como lo que esta contando, la cámara siempre en movimiento y siempre reencuadrando con marcos de puerta, ventanas, etc.. Como un voyeur nos deja ver la intimidad de los personajes y de su vida, el manejo del tiempo y la música.
Esta no es una película fácil de ver ni una película que a la primera vista atrape y cautive yo la veo como un gusto adquirido pero que vale la pena tomarse el tiempo de cultivarlo.

*Pablo y yo nos conocimos por el año 2004 cuando yo me acababa de mudar a Buenos Aires y terminé en una residencia estudiantil. Él le escapaba a su departamento y yo estaba totalmente en desacuerdo con tener que vivir en ese lugar. Al principio fue divertido porque siempre había algo para hacer, alguien con quién tomar mate. Con el tiempo, los dos nos fuimos convirtiendo en los freakys que en realidad somos y dejamos de interactuar tanto con el resto.

Me acuerdo que me ayudó con trabajos de cine (¿Te acordás del de Cine Lumiere?) que varias veces nos hemos encontrado en cumpleaños y que siempre conservamos la dinámica de ser “Frankie y Ava” porque teníamos demasiada onda para los tiempos actuales. Nada, obvio que somos dos freaks pero al menos él ya lo está capitalizando con ser un director de fotografía y fotógrafo profesional. Y bueno, Frankie, te reto a que seas el primero guatemalteco más famoso que Arjona acá. No te citarán los taxistas, pero podés sumar algo más.

Lo que cuenta él también es interesante: ¿Se acuerdan de alguna película que hayan odiado a primera vista y después de una revisión se dan cuenta que les encanta? 


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3 comentarios:

  1. La verdad, los aportes que están haciendo a tu blog no sólo son geniales, sino que son sobre películas geniales. Hoy, IN THE MOOD FOR LOVE, película de la hablé hace poco en el blog. Es única, insuperable, terrible.
    La experiencia me interesó mucho. Alguna vez en nuestra vida nos toca ver una película que en un principio no nos gusta (o no la entendemos, o nos negamos, o no la queremos entender), y luego acaba marcándonos. Para mencionar una, que quizá sea la que tuvo la mayor diferencia entre la primera vez que la vi y la última, te puedo decir CLOSER. La primera vez la odié. En serio. Me pareció tramposa. Pero luego, la amé, la amé, la amé. Hoy me parece de lo mejor que nos regaló la década, aunque a primera vista hubiera querido salir corriendo.

    No estoy de acuerdo (supongo que ésto es subjetivo) con que ésta haya marcado la cima del cine de WONG KAR WAI. Me quedo con su antítesis, 2046, otra película increíble. "Donde todo lo prohibido se vuelve real.."

    Saludos.

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  2. Una de las mejores películas de la historia y la mejor del año 2000. Justamente, ayer, también hice artículo en mi blog sobre ella, qué casualidad!

    La volví a ver y me gustó más aún que las dos primeras veces. Su uso de la imagen, de la música y el montaje es impresionante. Pocas veces ha habido una obra tan innovadora. Además posee una de las mayores historias de amor.

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  3. Cuando uno se acostumbra al ritmo, se puede perder en la fotografía. Creo que es una de las mejores que vi: es romántica y dura al mismo tiempo. Nos deja ver que hay algo en cada espacio, pero que no puede tocarse, que no puede tenerse. La belleza así se hace hasta dolorosa frente a nosotros. La constante sensación de anhelo que no ha de saciarse nunca.
    Y es que el amor romántico tiene tanta dosis de drama que es imposible ignorar.

    Un beso grande a los dos y gracias por comentar

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