El cine es un espacio de identificación, de educación, de industria y de arte. Y todo eso, está dentro de este blog.

sábado, 24 de diciembre de 2011

Un Buda, de Diego Rafecas (Por Lisandro Gómez Baglivo*)



Una película cargada de mensajes, cuenta la historia de dos hermanos hijos de desaparecidos en la última dictadura Argentina.

El director busca confrontar dos visiones de la vida filosóficamente opuestas, representadas por los hermanos Rafael y Tomas. El primero es profesor de filosofía ateo, quien a través del racionalismo intenta explicar todo lo que sucede en el universo. Por otro lado Tomas es un budista practicante en busca de la iluminación constantemente. Los dos transitan por la historia acompañados por sus respectivas parejas,  quienes en esta dualidad filosofo-religiosa están alineadas al pensamiento de Tomas, representan un gran apoyo a los personajes enriqueciéndose también con las experiencias que les toca vivir.

El film muestra muchos mensajes budistas de gran valor para la vida cotidiana, mostrando también las prácticas en un templo en la montaña cordobesa.

En mi caso, doy con esta película en pleno periodo de indagación mística, en una búsqueda espiritual, hacía poco tiempo había conocido al buda y muchos de los dilemas que se plantean en este film, pasaron también por mi vida, por lo que la elección de esta película está dada fundamentalmente por la empatía que genero en mi y la identificación profunda con el protagonista de la historia.



La banda sonora (de Pedro Aznar) acompaña muy bien a las imágenes y es un punto alto del montaje, me generó muy gratas emociones y recomiendo prestar atención a este aspecto particular del film. Sin embargo no la recomendaría para uso académico ya que no se destaca por su calidad técnica, pero es una excelente propuesta para aquellos interesados en el conocimiento que trasciende lo que la mente pueda explicar.


*Lisandro es un estudiante de Comercio Internacional que se chocó un día con un taller y con el cine. Es la primera vez que hace una reseña pero es mejor espectador de lo que a él le gustaría admitir. No todo tiene que ver con identificar si es iluminación neoxpresionista o de tres puntos, a veces lo que te pasa desde la butaca hace todo esto.

Confieso que leí muchas cosas del Budismo después de leer este artículo de Lisandro, para entender lo que a él lo había movilizado tanto.

Creo que siempre estamos en busca de respuestas, de una deidad, de una ciencia, de algo para entender nuestro lugar en el mundo, pero pocas veces lo aceptamos. Pocas veces somos capaces de entender la diferencia entre el sufrimiento innecesario y el sufrimiento que está atado al existir, que el resto no tiene la culpa ni la responsabilidad y que a través de encontrar su lugar, uno puede encontrar un equilibrio interior. Acá no hay promesas de un mundo mejor después de vivir, es enseñarnos a vivir y lo que pase después, será después.

Creo que es un buen mensaje para esta Navidad,  que todos necesitamos esa luz y esa paciencia para mirar al costado, porque todos estamos convencidos de haber sufrido más que el resto, de haber luchado más que el resto, de necesitar más cosas que el resto. Tomémosnos unos minutos, brindemos en paz y que todos tengan una Feliz Navidad.

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