El cine es un espacio de identificación, de educación, de industria y de arte. Y todo eso, está dentro de este blog.

martes, 3 de enero de 2012

El Alien también se pone dramático





Siguiendo con la temática del alien, en el género de drama también hay lágrimas por derramar. Remarcando la idea de necesitar pertenecer, del camuflaje o simplemente de no sentirse solos o de develar misterios, nos encontramos con seres humanos capaces de abrir su mente de una manera inconcebible para muchos hoy en día. 

El temor a lo desconocido hace que muchas veces se tilde de ciencia ficción a todo aquello que no podemos ver o entender. Alguien alguna vez me dijo que si uno escribe drama tarde o temprano empieza a tener toques de terror, que no todo es encasillado en un solo género. Se me quedó pegado y pensé que es el pie más indicado para hablar del suspenso luego. 

En 1977 se estrena la obra maestra del tío Steven Encuentros Cercanos del Tercer Tipo. Todavía me emociona todas las veces que lo veo por más que las maquetas ya empiezan a parecer arcaicas ese final y esa música. 

En teoría el encuentro del tercer tipo es aquel en el que se hace contacto con los seres de otro planeta y el cuarto es la abducción. Spielberg nos cuenta, fiel a su estilo, la vida en un perdido pueblo de Estados Unidos, cómo la calma se ve alterada…en una cruce del tren y en un monte. 

Como si esto fuera poco, tampoco pierde posibilidades de incluir cosas de La Segunda Guerra, que explota en cuanto se encuentran aviones perdidos intactos pero sin rastros de los pilotos. 

La vida de un hombre común, llamada Roy, se ve trastocada cuando tiene un encuentro cercano en el que empieza a tener imágenes en su cabeza y escuchar las cinco notas constantes todo el tiempo. 

Pero no todo es color de rosa y hay pérdidas, hay persecuciones, hay personas abducidas y hay una crisis familiar latente durante casi todo el relato. Si quitáramos el elemento de los seres extraterrestres sería un retrato de un deterioro de la familia y, por ende, de la sociedad en ese pequeño pueblo. 

Si bien usa a tres historias paralelas, la idea de ir juntando a varias personas que han tenido estas experiencias, hace que el final vaya cobrando importancia. No debe dejarse de lado que el espectador va descubriendo junto con los personajes la naturaleza de estos visitantes y es tal vez una de las mejores jugadas de este relato: no son seres demoníacos ni amenazantes. 

En énfasis que se le da a la comunicación también me parece interesante ya que por fin tenemos aliens que no gruñen o, peor, sólo hablan inglés (¿Acaso crecieron ellos también mirando películas de vaqueros?) sino que se comunican con un lenguaje diseñado para sordos. Y los conceptos son universales. 


1978 sería el año en el que el hombre de acero vería la pantalla grande. Con su estilo gallardo, Superman llegaría para salvar a la humanidad de todo mal, siendo un extraterrestre. Cuando era bebé fue enviado a la Tierra para salvarse de la destrucción de su planeta y adoptado por una pareja. 

Así fue como él se crio con las costumbres terrícolas pero los padres sabían su verdadera procedencia. Lo único que es un punto débil para toda su fuerza es la kriptonita, una piedra verde que anula sus poderes. 

Se va construyendo un héroe soso pero atrapado en una batalla interminable con su archienemigo que terminará solo cuando uno de los dos muera. 

En 1984 llegaba Starman. Acá se toca el tema del remplazo pero también en cómo podrían llegar a insertarse en la vida cotidiana. De la misma manera que “Mi novia es una extraterrestre” se enfocaba en la sitcom hogareña, este drama romántico se va construyendo sobre las mismas bases. 

Si bien no presenta cosas demasiado ricas aún como romántica y apunta directo a lo más bajo para que el espectador llore a moco tendido. 

La idea es que hay una invitación enviada desde la Tierra para que visiten nuestro planeta y una nave decodifica y responde el mensaje. El problema es que son atacados por los militares americanos. 

Cuando el alien quiere refugiarse, usa sus poderes para clonar según un cabello y una foto a Scott, un hombre que acaba de morir. Todo encaja perfecto cuando su viuda lo recibe. 

Así se va construyendo una relación cambiante que pasa de ser de presa – cazador a ayudar a comprender la cultura del otro. Claramente, el final es siempre predecible ya que no parece haber demasiadas chances más que la separación y que el remplazo del marido no puede prolongarse. 


En 1986 se estrena la argentina “Hombre mirando al sudeste”. El tema es que hay un hombre en un psiquiátrico que dice haber sido enviado para estudiar la estupidez humana. Acá es creer o reventar y un médico tiene mucho miedo de creer lo que dice porque terminaría siendo considerado loco. 

Es un gran film, lleno de sutilezas, de cuestionamientos interesantes y de un ritmo cansino que lleva a meditar en silencio. 

En el 1993 llega “Fire in the sky” tiene que ver con una abducción que todo el pueblo sospecha que se está encubriendo un asesinato. Con un enfoque y ambientes que buscan el realismo, acá no se intenta contar algo como un hecho masivo ni una amenaza, sino como un hecho imposible de probar. 

Además de esto, el relato del secuestrado de sus momentos en la nave en la que lo estudiaron son los que alimentan las fantasías del espectador para que le cueste recuperarse y el drama, como decía al principio, cuando es muy realista empieza a disfrazarse de terror. 

En el 1994 pasa de la pantalla chica a la grande Stargate. Basada en la creencia de que los antiguos egipcios tenían contacto con los seres de otro planeta, iniciamos nuestro relato en 1928 cuando se descubren tablillas con jeroglíficos. El tema es que no todo es lo que parece y finalmente termina descubriendo que en vez de símbolos son constelaciones. 

Así nos meten en los agujeros de gusano que son como atajos dentro de las galaxias que permiten recorrer varios puntos ahorrándose algo de velocidad de la luz. 

Gracias a esta puerta, puede explorarse otro planeta y descubrir otra historia. Acá se retoma la idea de lo cíclico y que no es el primer contacto. Podemos ver la influencia que han tenido humanos y aliens en sus vidas y las diferentes amenazas que pueden encontrar. 

También se vuelve a meter el tema de la deidad ya que el dios Ra será en parte el responsable de una resurrección y hay revuelos y rebeliones contra él. Claro que resulta ser que es un impostor. 

Será en 1997 y de la mano de la novela de Carl Sagan, cuando Jodie Foster hará Contacto. Otra vez una persona obsesionada con el encuentro de vida inteligente en otro planeta tiene pocas cosas para sentirse atada a la Tierra. Ellie es huérfana, soltera y una científica brillante. 

Aquí hay una pasión y una fe que van más allá de todo. Sólo la certeza semejante puede hacer inmune a una persona de los maltratos y desencantos que tiene esta mujer junto con su equipo de investigadores. 

También están presentes los elementos religiosos, los fanáticos, los intereses comerciales de manera de condimentar el hallazgo. Hay entidades y Estados que luchan para ver quién puede poner su bandera y a lo mejor los seres son extraterrestres pero hay pocas cosas más humanas que este panorama. 

Si bien el elemento romántico sobra un poco porque no ayuda a crear algo significativo para la historia pero con el estilo realista que busca, termina siendo una nota al pie de página más de color que de otra cosa. 

En el 2001 llega K PAX no el genial Kevin Spacey. La idea es muy similar a Hombre mirando al sudeste y volvemos al espacio del psiquiátrico. Los elementos se van sucediendo mostrando siempre la superioridad en cuanto a inteligencia de las civilizaciones alienígenas. También sugiere una posesión de un cuerpo humano que luego abandona. 

La abducción aparece como la catarsis en el teatro griego antiguo, en el que el ser tiene la posibilidad de desprenderse de una sociedad a la que no cree pertenecer y fusionarse con otra nueva. 

En el 2007 llega Invasión que intenta plantear la posibilidad de un virus que viene como protección con la nave y el invasor. El tema de no tener las defensas para el ambiente o los anticuerpos ya había sido explotada en La Guerra de los Mundos. También se vuelve al asunto del impostor ya que el alien se mete en el cuerpo del humano para meterse en su vida cotidiana. 

Acá los humanos son más bien zombies que posesos y tiene tintes interesantes que se convierten en un drama un poco estúpido y bastante irrisorio. 

El cliché de la mujer sola con un hijo pequeño contra la adversidad, la muerte inminente que termina solucionándose de un plumazo y miles de incoherencias más terminan de coronar a una película olvidable. 


En el 2009 llegaría Cameron con su Avatar. Sé que muchos han crucificado este film por llamarlo sobrevalorado. No voy a empezar a hablar de los avances tecnológicos que ha hecho y que no importa lo predecible que sea el relato, ha logrado hacer ciencia ficción de lo más consistente y considero que es uno de los géneros más bastardeados por la suma de títulos que se dice entran ahí. 

Avatar se trata de avances científicos y de una necesidad de presionar a los habitantes originales de un planeta llamado Pandora para poder sacar un mineral rarísimo y muy rico. Hay un mensaje ecológico en la idea y no deja de ser atrapante la interacción del hombre con la máquina. 

Por un lado hay un paralítico que en ese estado de conexión con un cuerpo artificial puede correr, moverse, ser independiente y un líder revolucionario y por otro tenemos a un mercenario que ahora tiene una fuerza enorme para poder hacer su voluntad. 

Sé que argumentalmente no parece muy interesante pero tiene elementos como la idea de la tribu, de la organización casi primitiva, del culto a la tierra, de la amenaza de metal, de un abandono de las raíces y es un paraíso visual. De hecho, esperó catorce años para poder filmarla en 3D directamente y no hacer el traspaso (todos los que vimos Furia de Titanes sabemos lo patético que puede ser el proceso) y no resignar calidad ni profundidad. Esto último es muy importante dado que el formato digital tiende a saturar los colores, eliminando la gama cromática en el medio y como resultado deja a la mayoría de las imágenes en un plano medio y primer plano lo cual en una fotografía plana, es perder la esencia del truco del cine. Pero bueno…sobre gustos… 


En el 2011 llega “Soy el número 4”. Si bien para muchos puede entrar en categoría acción, no por estar corriendo por las calles siempre se trata de lo mismo. 

Respondiendo al formato de la película de secundaria americana, este chico carga con la responsabilidad de ser uno de los pocos sobrevivientes de un planeta destruido y mientras están escondidos en un planeta neutral (sí, siempre nos toca) tienen protectores y guardianes dispuestos a dar la vida por ellos. 

Hay una responsabilidad, un legado y un chico que quiere ser adolescente por sobre todo. La necesidad de pertenecer, de “querer ser normal”, termina de dar el golpe de gracia para que este chico que se la pasa prendiendo luces azules, termine siendo el héroe romántico por excelencia. Veremos que más se trae. 

El mismo año llegaba al cine la muy olvidable “Linterna Verde”. Como innovación interesante el típico héroe improbable que encuentra la posibilidad de hacer el bien por más que le cueste la vida, viaja por la galaxia y pertenece a un grupo de guardianes. De esta forma viaja por el espacio, interactúa con seres de otros planetas y tiene un anillo que funciona como traductor (lo cual explica por qué todos hablan inglés). Por el resto, tiene dos o tres gags interesantes como que él se quiera hacer el galán y ella lo reconozca, pero no mucho más. La peli es insoportable sobre todo porque él tiene la gracia de una madera muerta y ella tiene tantos aires de diva que no se da cuenta que está más cerca de Britney Spears que de Cher. 

Para cerrar, me gustaría decir que el drama en realidad tiene un poco que ver con la acción ya que a medida que se avanza en la historia se dice que el contenido dramático aumenta. Son géneros que se unen fácilmente.

5 comentarios:

  1. Muy buen post Patín! Nada que agregar

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  2. Patricia, permitime diecirte (y con todo respeto) que te olvidaste de dos monstruos cinematograficos de este genero: Abismo (o The Deep) y Milagro en la calle 8 (o batteries not included). Demostrando las dos la simpatia de seres de otros mundos por los humanos. Muy bueno el blog.
    Te sigo en twitter! Seguime
    @mausav81

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  3. Hola Mauro, cómo estás? Antes que nada, gracias por pasar por RFílmico y por tu comentario.

    El tema de los géneros son siempre delicados, tienen incluso te diría matices personales. La verdad es que cuando pienso en monstruos, siempre lo veo como parte de terror/suspenso y por eso los dejo en la entrega de ese género. De todas maneras, me encentan las sugerencias y creo q los comentarios enriquecen al blog, así que te agradezco de nuevo.

    Un beso grande y nos leemos

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  4. Está muy bien esta web. Está llena de contenido muy interesante y de actualidad. Me gusta, sigue así de bien. Un beso

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  5. Gracias por este comentario! Arriba a la derecha vas a encontrar las etiquetas sobre diferentes temáticas que son recurrentes como ser sobre dibujos animados, géneros de cine, los grandes (q son directores o guionistas) y los verdaderos camaleones (sobre actores).
    Escucho tus comentarios siempre. saludos

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