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martes, 3 de abril de 2012

Duplas inolvidables director - actor. Entrega I: Billy Wilder y Jack Lemmon



Dicen que hay grandes cosas que pueden darse sólo una vez en la vida. Creo que hay pocos grandes amigos, hay pocos grandes amores, hay pocos recuerdos que traés siempre que te querés sentir feliz. Los geniales Billy Wilder y Jack Lemmon trabajaron juntos en siete películas, no es raro el número ya que se supone que es la perfección y así lo han sido.

No podía empezar una sección sobre las grandes asociaciones entre actores y directores que no empezara hablando del cine que más amo: la buena comedia, esa que sabe ser crítica, que sabe hacerte reír y que te conmueve hasta la médula. Y para hablar de esto, nada mejor que estos dos genios.

Jack Lemmon acepta el premio AFI a la trayectoria



En 1959 hacen su primera participación juntos. Una Eva y Dos Adanes (Con Faldas y a lo loco en España) llegaba basando su encanto en Marilyn Monroe y en el galán Tony Curtis, pero les aseguro que poco a poco Jack Lemmon termina pisando tan fuerte con esos tacos que es el único nombre que se recuerda cuando se termina el film.

La película cuenta la historia de dos músicos muertos de hambre en Chicago de 1929, en plena ley seca y crisis económica que terminan siendo testigos accidentales de la Masacre de San Valentín. Para escaparse, aceptan un trabajo para dos músicas y se suben a un tren vestidos de mujeres rumbo a Miami.

Mientras vemos durante la primera mitad del film a Lemmon tratar de luchar contra la tentación que lo come vivo, la segunda mitad tiene aún mejores gags con sus mimetización con su papel y el hecho de que está feliz de que lo traten como “a una dama”.

La muñeca de Wilder para dirigir hace el resto con una parodia clarísima a la mafia que es tan estúpida como para hacer una convención abierta de mafiosos, que tiene los códigos más obvios y al mismo tiempo la forma de hablar del travestismo y de la homosexualidad sin que la gente se ofenda pero remarcando algo obvio: que esto sucede y que pasa por más que vos elijas mirar para otro lado y juzgar lo que no se parece a vos.

Otra cosa que me encanta de Wilder es que sus personajes no son héroes gallardos y acá Jack interpreta a un tipo que flota como puede y que no siempre está de acuerdo con los engaños que hace Tony Curtis, pero convengamos que él hace los mismos. Necesita vivir y necesita sobrevivir a lo que está sucediendo y en este tipo de casos, rara vez cuenta con un blanco corcel.




En 1960 llega la obra maestra “Piso de Soltero” (El Apartamento en España) en donde, para mí, se ve toda la maestría de esta genial dupla.

Somos introducidos en una ciudad enorme y en la soledad de un soltero. Vemos, otra vez, que tampoco tiene las manos limpias porque presta su departamento para que sus jefes lleven a sus novias con el fin de ascender. Cuando le ofrecen un puesto porque ha salvado a una de ellas del suicidio, tampoco lo rechaza. No, C.C. Baxter va cambiando de a poco hasta darse cuenta cuál es el límite con el que puede vivir.

Además de eso, tenemos que ningún detalle sobra: ni que remarquen que el vecino es médico (lo que ayuda que a ella la salven) ni que cada vez que se abre una puerta hay más profundidad o que la raqueta siempre remite a “lo maravilloso de la cena de a dos”. La comida prefabricada, los restos de alcohol, las mujeres que no son todas puras y castas sin embargo no las hace merecedoras de ese trato.

Otra vez, a tono de risa y con un genial guión, nos reímos de algo con lo que nos sentimos identificados y con una aguda perspectiva sobre el mundo real. Nada es casualidad, ni siquiera en un piso de soltero.


En 1963 llega Irma, la dulce. Después de que la pareja de ambos funcionara tan bien en Piso de Soltero, era obvio que íbamos a verlos de nuevo juntos en algún momento. 


En este caso, él es un nuevo y honesto policía que llega a una zona podrida. Irma es una prostituta ácida y fría que siempre lo mira como si él fuera un tipo estúpido. 

Ni les digo lo que pasa cuando el hombre decide hacer una redada en el prostíbulo al que acuden habitualmente muchos policías. La cosa se enreda y se desenreda de una manera maravillosa, casi como si fuera una ecuación perfecta que se va despejando de a poco. 

Otra vez con la figura del buen tipo con métodos no muy claros, el hombre que se enamora de la prostituta está decidido a sacarla de la calle. Para eso tiene que enfrentarse a un proxeneta que no está muy decidido a dejarla ir. 

El trayecto en la camioneta del pobre gendarme con las prostitutas y el hecho de que ella pida dinero diciendo el tema de los hermanitos y que acepte cheques de viajero son de lo mejor que vi, lejos.
Walter Matthau habla sobre Lemmon



En 1966 llega “Por dinero, casi todo” (En Bandeja de Plata para España). Esta vez uniría a otra gran pareja de la pantalla: a Jack Lemmon y Walter Mattau. 


Walter, como siempre, sería un sin vergüenza, mientras Jack es uno de los perdedores más importantes que vas a encontrar. Un día, éstos cuñados van a tener que hablarse y a ninguno de los dos les va a terminar de gustar ni de desagradar lo que dice el otro, y nosotros vamos a morir de risa en el acto. 

Cuando el personaje de Jack sufre un pelotazo (él es periodista gráfico) en un partido de fútbol y queda inconsciente, el lacra de su cuñado ve la oportunidad de cobrar un montón de dinero por supuestos daños que no son reales. ¿Cómo convence al otro? Sugiriéndole que así puede llegar a reconquistar a su mujer. 

Mientras siguen con la parodia, el jugador que fuera responsable del golpe, se siente sumamente culpable y va a visitarlo en busca de saber cómo está. Es lo único que hace tambalear al personaje de Jack en su plan. 

Boom Boom (Jack Lemmon) se verá arrastrado así sin asco por una serie de situaciones cada vez más bajas, todo por estar mendigando un poco de amor que en realidad nunca tuvo. 

Este film no busca el gag simple y es que no puede haberla porque hay demasiadas víctimas como daños colaterales. A cada nueva situación, más bajo parecen caer nuestros protagonistas, pero no deja de ser una comedia cínica y bien construida y que el cuco de las grandes corporaciones siempre puede estar para acecharte.


Billy Wilder habla de Jack Lemmon



En 1972 llega Avanti. La crítica la mató y la verdad es que yo también. Pero me senté a verla de nuevo. Claro que no está a la altura de otras películas de este director pero Billy no sabía hacer cosas malas y la verdad es que Jack podría hacer creíble hasta al personaje de Stifler de American Pie. 

La historia de rencontrar al padre, de descubrir dónde ha estado todos estos años en los que él no lo conoció a fondo. Los sindicatos presentes, la cosa nostra, las negociaciones con ellos, el estilo de vida americano y la obsesión por los kilos terminan de condimentar a esta comedia que aún siendo de lo peor del director, sigue siendo infinitamente mejor que muchas de las comedias de los últimos tiempos.

En 1974 llegaría Front Page. Acá el conflicto está dado por el hecho de sacar un diario todos los días, por la exclusiva y porque un jefe, Matthau, sólo puede ser totalmente exitoso si Lemmon responde como periodista a tiempo completo. Pequeña sorpresa supone cuando éste decide enamorarse y estar a punto de casarse poniendo en jaque el funcionamiento del diario.

Así será como todo parece querer retenerlo en Chicago, mientras él y su futura esposa no pueden desear más que mudarse lo más lejos posible de los encabezados de ese diario.

Como siempre, el personaje principal es un buen tipo pero eso no quiere decir que sea ingenuo. Mientras su jefe trata de que él no tenga otra opción que quedarse, él va tratando no sólo de frustrar sus planes, sino de alejarse de la vida que le espera siendo un hombre de la prensa. Hay una cierta cantidad de escepticismo y de cinismo en los personajes que no les permite ser felices.

La reconstrucción de los casos y el interrogatorio termina de ser una pincelada de grandeza para el resto del film que realmente está entre mis favoritos.

Lo que pasa con Italia es que sólo ese paisaje y la música ya hacen la mitad de la mística del romance. ¿Cómo haría este empresario cuadrado para no enamorarse de los colores, los olores y los sonidos de esa tierra? Tendría que ser mago…
Jack Lemmon habla de Billy Wilder





En 1981 filmaron juntos por última vez. “Buddy, Buddy” (Compadres para Latinoamérica, Aquí un amigo para España) llegaba para unir a Matthau y Lemmon también en pantalla en una mezcla tan cómica que sólo parece menor para aquellos que comparan ésta obra con las anteriores de Wilder. 

Leí una crítica de esta película que decía que si hubiera sido filmada por cualquier otro tipo, no la hubieran defenestrado de la manera que lo hicieron, y creo que algo de razón tiene. Pero lo hicieron tanto el público como la crítica y nunca más volvió a filmar. Veintiún años más vivió sin estar detrás de la cámara. 

Basada en una obra teatral, nos cuenta la historia de un asesino a sueldo que tiene como último trabajo asesinar a los tres testigos claves de un juicio a un mafioso (el Sr Marrón, que casualmente existe en Perros de la Calle de Tarantino, el que sabemos que es un gran homenajeador del cine) y que al momento de asesinar al tercero, un vecino que intenta suicidarse porque su esposa lo dejó termina entorpeciendo sus planes. 

Ver a Jack Lemmon muerto de complejo porque lo dejaron por un sexólogo, que está con tendencias suicidas todo el tiempo frente a un irónico Matthau trae a colación mucho de “una extraña pareja” y la dinámica sigue funcionando muy bien. 

Finalmente, favores van, favores vienen, terminan siendo amigos involuntarios y las ayudas que no siempre solucionan, terminan teniendo destinos de lo más disparatados. 

Otra vez estaba presente el guión milimétrico en el que nada sobra y los personajes se cruzan unas cuantas veces antes de terminar siendo amigos. Todo construye parte del personaje sin necesidad de subrayar en lo obvio. 

Pero tiene cosas inolvidables como la de ver a los personajes asistiendo a la clínica de satisfacción sexual o que Lemmon postergue uno de sus intentos de suicidio para irse al baño. 

Lo que siempre me ha llamado la atención de la obra de Wilder en general es que tiene por un lado el halo fantástico del cine de la Era de Oro, donde podés ver a figuras míticas en papeles míticos y, por otro lado, que no importa que sean en blanco y negro y que el 90% de ellos ya no esté con nosotros, las películas en su trama no envejecen. 

Me acompañaron desde que las vi por primera vez y cada vez que las veo, me vuelvo a reír, me vuelvo a emocionar, me vuelven a pasar todas las cosas de siempre. Gracias, sr Wilder por tanta magia y gracia Jack Lemmon por haber sido el enorme actor que siempre será mi favorito. Nadie tan humanamente gracioso, tan humanamente buen tipo, tan humanamente perdedor como para que sea irresistible quererlo. 

Dicen que Wilder tenía diez mandamientos para filmar de los cuales nueve eran “no aburrirás”. No podría hacer algo así nunca. 

Jack Lemmon tenía la capacidad de ser el hombre que parecía que íbamos a encontrar a la vuelta de casa. Lo veíamos representar a todos y cada uno de los personajes con una credibilidad que siempre su trabajo era consistente. 

Creo que la comedia es el género más complicado. Puedo hacer una lista de cien grandes dramas casi sin pensarlos, pero hay pocos films que realmente me hagan reír. 

Hay grandes cosas que pasan una sola vez en la vida. Asumo que no pueden existir otra vez.

8 comentarios:

  1. Muy muy buen post. Lamentablemente, solo vi las dos primeras pelis de esta dupla, deberé ponerme al día.
    Wilder es, sin dudas, mi director favorito. Y es muy cierto lo que decis de Lemmon, la capacidad de ser alguien que podemos cruzarnos cualquier día de nuestra vida en la esquina de casa.

    Saludos!

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  2. Chauncey, me cuesta hablar de Wilder sin hablar de Sunset Boulevard...a vos no? Bueno, soy de las que piensan que Trueba tiene razón y que es Dios: Wilder tenía la capacidad de hacerte morir de risa mientras algo adentro tuyo se movilizaba por verte reflejado. Si quería que haya decadencia y muerte, también lo hacía muy bien pero nadie podía tacharlo de aburrido: el hombre te deja siempre clavado a la butaca.

    Lemmon tenía esa pinta del tipo simple, pero sus personajes no lo eran. Tenía una dosis de cinismo y una construcción infalible...

    Realmente, son esenciales para todo cine. Geniales!

    Gracias por comentar y un beso grande

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  3. No quería dejar pasar esta oportunidad de hablar de estas tres figuras fundamentales de la historia del cine.

    Billy Wilder hizo posible la autoría del director, del guionista y del montaje. Como cineasta daba a cada película el estilo que esta requería sin alardes técnicos. Era más cínico e incisivo que sus colegas Frank Capra, Preston Sturges y Leo McCarey. Nunca fué un director sutil pero en sus últimas películas, para mi gusto, dió rienda suelta a su mala leche hasta acabar con la credibilidad de las historias que estaba contando. (Ver "Fedora" o "Buddy, buddy").

    Lemmon es uno de mis actores favoritos, con sus 'tics' y todo, compone un tipo muy cercano.

    Me encanta de Matthau su impecable técnica teatral, su declamación, como cede la palabra, su dominio de la escena, como espera turno para hablar.

    Un fuerte saludo, Patricia.

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    1. Hola Xavi, la verdad es que Lemmon es mi favorito lejos y Wilder hace el cine que más se subestima pero que es el más difícil de hacer: hablar de comedia parece sencillo pero no se recuerdan más de 50 realmente buenas...

      Me encanta que te haya gustado tanto. Gracias por comentar, como siempre es un placer leerte

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  4. Muy buena idea. Se me vienen a la cabeza los casos del último tiempo. Como Burton-Depp o Scorsese-DiCaprio, aunque también podrías hacer de Scorsese-DeNiro!!
    Espero con ansias algún informe sobre esas duplas!!

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    1. Hola Juan! Bueno, la verdad es que iba a ser un post y listo, pero me di cuenta de todo lo que quedaba afuera y me di cuenta de que perfectamente daba para una sección. Los que decís van a llegar pero no son la próxima...de todas maneras, promete haber cosas para todos los gustos ;).

      Un beso enorme y gracias por comentar

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  5. Hola Patricia!

    Me ha gustado mucho la entrada, es entretenida y da mucha información sobre dos de las personalidades del cine más geniales que jamás hayan existido. Enhorabuena!

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    1. Hola! Muchas gracias por comentar! Bueno, no puedo evitarlo...son mis favoritos!!!

      un beso grande y gracias por pasar

      Saludos

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