El cine es un espacio de identificación, de educación, de industria y de arte. Y todo eso, está dentro de este blog.

lunes, 16 de julio de 2012

Duplas Inolvidables director – actor. Entrega IX: Federico Fellini y Marcello Mastroianni



Cuando empecé esta sección lo hice con Lemmon y Wilder porque para mí hay pocas duplas como esa. Te guste o no su estilo, Fellini ha sido un hombre que dejó su marca en el cine y habló de lo que él quiso hablar y como quiso hablar. Marcello, desde la Dolce Vita en adelante se convirtió en un alter ego, reflejando muchas veces al mismo Federico en pantalla. 

Fellini decía que Mastroianni era como un contorsionista y que era capaz de interpretar cualquier cosa. También remarcaba que su expresión de nada y sin ser el tipo más lindo del mundo, te resultaba creíble no sólo que las mujeres lo encontraran atractivo, sino que su doble moral siempre estaba presente. Uno sabía que él podía ver un hecho terrible y no actuar. 


Para mí ambos son íconos intocables. No todo de ellos me encanta y no todo de ellos me parece una situación fantástica, pero por momentos tienen tanto de onírico (cuando supera los temas neorrealistas) que no sé cuando, pero yo también me pongo a soñar. Siempre pienso que Fellini filmaba para él, porque él tenía algo que decir. Cada vez que veo sus películas, siento que me cuelo en su cabeza y, por un rato, yo también soy una genia. Al menos hasta que llegan los créditos 

La dolce vita (1960) 

Tal vez la más famosa de sus participaciones, nos muestra cómo la burguesía ha salido de la crisis económica para meterse en este hedonismo absoluto. Me gusta la idea de que tiene esa estructura episódica que está basada en cuatro fiestas y muestra esto como el corazón de una sociedad. A medida que avanza el film, son cada vez más decadentes. 

Marcello aparece como ese torpe Casanova que recibe la atención femenina y hasta tiene a una adorable mujer-esposa (para Fellini sólo están la mujer-esposa ó la mujer-amante) esperando pero que se siente víctima de esa atracción hacia otras mujeres y parece encandilarse con cualquiera que es capaz de mirarlo. 

Como un eterno niño que siempre ve espejitos de colores, compra como sueños situaciones que no se sostienen en lo más mínimo y, para coronar, la playa vuelve a aparecer como el espacio de catarsis, donde los personajes pueden revelar su verdadera naturaleza…uno no debe olvidarse que Fellini era de un pueblo costero. 

Ocho y medio (1963) 


Así como la estructura antes eran las fiestas, acá son las mujeres. Cada una con su exigencia y él jugando a ser el malabarista en el medio de esto. La escena en la que Luisa, la mujer de Guido (personaje de Mastroianni) está haciéndole un planteo sobre su amante y él sueña que ambas se conocen, se aceptan y él tiene un harén es espectacular. Demuestra esa necesidad lúdica del personaje y de la persona tras la cámara en la que no todas son amantes pero su festival frente a sus ojos es mejor que cualquier film. 

Las mujeres aparecen como amigas, madres, prostitutas, parientes políticas y son las que regulan su vida cual musas en este momento en el que no sabe cómo empezar ni terminar el film que tiene en la cabeza. 

La crisis creativa, el hecho de que el público aplauda una obra vacía, termina convirtiéndolo en uno de los creadores más valientes. Una cosa es tener un estilo, otra saber renovarse a sí mismo film tras film y no convertirse en los tics a los que la gente responde. 

La ciudad de las mujeres (1980) 


El centro de la vida de Snáporaz siguen siendo las mujeres, no importa cuánto tiempo ha pasado. Pasa que él no entiende que ya las costumbres no son las mismas, que las mujeres tienen otro espacio y trato y que a él se le fue el tren. 

El machista un poco torpe, termina por observar el cambio pero con cierto temor y la fantasía queda cada vez más clara. 

Hay quienes dicen que si Fellini dejaba de filmar después de Amarcord (mi favorita de él, sin dudas), nada en la historia del cine hubiera cambiado. Creo que se refiere a que su estilo onírico barroco cada vez fue tomando más vuelo y borrando todo rasgo “terrenal”. Sea como sea, sus relatos no pierden su sello y Marcello vuelve a ser este alter ego como parte del mismo Fellini que ve cambios que no sabe bien cómo interpretar. Hay una fantasía superadora de cualquier lógica, pero ¿La realidad para él no lo es? 

Muchos piensan que peca de ser liviana…recomiendo que la vean otra vez. Por ejemplo cuando descubre que las mujeres pueden juzgar sus líneas de conquistador y todo lo que él hace es perjudicial y que esas mujeres sumisas terminan siendo en realidad pagas para mantener esa ilusión de que los hombres llevan las riendas. Divertida a más no poder, termina siendo un Marcello en la tierra de Alicia. Con sombrerero y todo. 

las maravillas de Alicia muy particular; en lugar de conejo blanco hay una mujer muy bien formada (¿Metáfora lingüítica? Tendría que saber si la palabra "conejo" cumple las mismas funciones de eufemismo en italiano que en español); la historia pasa por varias escenas a qual más loca, incluyendo un grotesco personaje masculino que hace de perfecto Sombrero Loco; termina como debe terminar: volviendo a la realidad después de una espectacular catarsis y con todas las piezas encajando. Per quizá demasiado rápido... Un brusco despertar que nos deja con ganas de más. 

Ginger y Fred (1986) 


La nostalgia, ese elemento que siempre está presente en la obra de un soñador, aparece sin tapujos ante nosotros en esta cinta. Acá no se trata del ocaso de dos estrellas solamente, sino de ese romance que tenía Federico con el cine. 

Las bandas sonoras, el hecho de que imitan a personajes reconocidos del cine, el despliegue que le permite hacer un musical y todo esto, te va quitando el aliento de a poco. Está presente esa idea de volver, la tiranía del vivo de la TV, la angustia tanto de volver como de seguir en la oscuridad… 

La verdad es que tanto Giullietta como Marcello están espectaculares. Marcello muestra ese costado vulnerable que no quiere resignarse a la oscuridad pero que ya se cae a mitad de la coreografía, pero por unos instantes es capaz de sentirse de nuevo un chico. 

El odio a los televidentes y a cómo funciona el plató también queda claro…y es que hay cosas que sólo se aprecian lo suficiente en una pantalla grande. 

Entrevista (1987) 


La verdad es que me cuesta considerarla una película. Me parece más bien lo que pensaba Fellini sobre una serie de temas y personajes pero sólo él puede llevarla adelante. 

Marcello hace de sí mismo y hasta en un momento aparece como un mago. Y es que eso era para Federico, el que se atrevía a representarlo de la manera más fiel que podía pensar. 

Otra vez haciendo sus eternos homenajes al cine, te muestra al detrás de escena y cómo explicar a un grupo de gente de una cultura y pensamientos absolutamente diferentes, qué ver cuando se ve su cine. 

Así nos lleva a pasear por los sets, por las peleas de egos, por cómo funciona la productora y cuándo el director es libre de filmar lo que quiere y cuando no. Y, sobre todo, lo frío del spotlight cuando se apaga y uno tiene que hacerse a un costado. 



A lo mejor me tachan de excesivamente clásica después de poner a esta dupla. Yo creo que la historia del cine hubiera sido distinta sin ellos. 

4 comentarios:

  1. Mi Fellini favorito es que el que dirige a esa pobre Giulietta Massina que no para de llorar en los Oscars. Las noches de Cabiria o La Strada (bonito apellido verdad? :P)son de mis favoritas junto con Amarcord. Pero sin duda con Mastroianni forma una de las mejores parejas del cine italiano.

    Gran post!!

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    1. amarcord es mi favorita absoluta! como usa la memoria, como va tiñendo de emoción los recuerdos...me parece espectacular.
      La Strada, por otro lado, con ese relato que te hace pensar que todo el amor se extinguió del mundo, es inevitable que se te quede en la cabeza, me parece.

      ya tengo ganas de verlas de nuevo!!!

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  2. Hola Patricia!llegue tardisimo a casa pero al fin leo tu genial post de estos amigos italianos.Creo que Marcello fue el alter ego de Fellini,si este hubiera sido actor no se hubieran llevado a la pantalla esos flms tan reales.Mastroiani traslado genialmente a la pantalla lo que el director queria filmar y decir.Super post italiano el de hoy,sei molto brava a scrivere.Baci,Silvi!

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    1. la química que tenían era parte de lo que hacía funcionar los relatos. ahora nos resulta súper lógico porque lo hemos estudiado hasta el cansancio, pero fellini tenía una forma muy personal de narrar y si no lo entendías, no ibas a entender su cine. en esto creo que la conexión era tan importante. sin marcello no habría vehículo para tanta historia, estoy segura

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