Seguiremos transitando por esas perspectivas que presentan distintas profesiones. Como dije en la edición anterior veremos arquetipos y estereotipos de ambas. Hoy llegan aquellos capaces de crear mundos a través de una hoja en blanco.
Sin muchos matices, aparecen como esas figuras capaces de entablar relaciones solo con los personajes que escriben y no tanto con las personas. Son inseguros o terriblemente egocéntricos… sí, solo se sienten a salvo en el universo que inventan.
The Flying Books of Mr Morris Lessmore
El arquetipo por excelencia del escritor, que se ve secuestrado por libros, que vuelven su vida a colores, que rescata libros del olvido y que todo esto conlleva a la historia que él escribe: su historia. Todo se reduce a su disciplina y amor por la literatura.
Descubriendo el país de Nunca Jamás
El querido James era un poco excéntrico, cosa que se le permite siempre al genio creativo. Cuando él logra estar frente a esos chicos sin padre, por momentos ve Nunca Jamás a través de sus ojos. Con una sensibilidad extrema, nos muestra a este hombre dispuesto a no crecer jamás si el precio es dejar de ver magia. El hombre que se convierte en su propio proyecto.
Mejor…imposible
Melvin es insoportable. No sólo tiene algunos rasgos TOC que meten miedo, sino que es absolutamente incapaz de convivir con otros seres humanos. Cuando se sienta a escribir quiere su silencio, su música después y su rutina. Si algo lo saca de esquema, el hombre arremete con todo el odio que tiene adentro. ¿Lo mejor? Es un escritor de best sellers románticos y su editora lo tolera sólo porque vende más libros que nadie.
Ruby Sparks
Calvin tiene una mente frágil. Lo de ser niño prodigio para él nunca ha sido sencillo. Tiene problemas para salir de su burbuja, su único amigo es su hermano y tiene una madre de la que reniega constantemente. Al principio lo sentimos una víctima, pero a medida que la película avanza, nos damos cuenta de que ama escribir porque ama sentirse en control, que juzga a los personajes y a las personas según los estándares que él tiene y aplica sin piedad en el resto. Y que es un cobarde, porque la vida que elige vivir es la de papel.
El mismo amor, la misma lluvia
En este caso tenemos a Jorge que es un escritor que está esperando su momento. Siempre pensando que el éxito está a la vuelta de la esquina, publica cuentos en un diario. Hasta tiene la suerte de que lo adaptan a un corto, pero la historia cambia frente a sus ojos. Jorge se convierte en el estereotipo del escritor frustrado, que piensa en todo lo que la vida le debe por sobre el simple amor de crear y escribir. Es el que abandona para no ponerse y terminar fracasando. Jorge se va convirtiendo en un miserable, en la peor versión de sí mismo…hasta que la lluvia vuelve a encontrarlos.
Alguien tiene que ceder
Erica es escritora de obras de teatro. Tiene una forma metódica de sentarse pero está en un bloqueo casi insoportable. Ahí, cuando todo se mezcla y ella como la torre de fuerza se erige para poder soportar al resto, termina cayendo en su propia maraña y siendo su propia heroína. Como siempre, el arquetipo se convierte en estereotipo.
Encantada
Como siempre, cuando el estereotipo cae en lo ridículo, tenemos tanto a Chip (la ardilla) como a Nathaniel escribiendo sus experiencias (“mi soberano dolor” y “El silencio no es oro”) y llenándose de plata simplemente porque la gente o pensaba que era una metáfora o hablaba como un sobreviviente.
¿Qué piensan de la tratativa del escritor en el cine?
No hay comentarios:
Publicar un comentario