El cine es un espacio de identificación, de educación, de industria y de arte. Y todo eso, está dentro de este blog.

lunes, 16 de septiembre de 2013

El cine de espías




Como en muchos casos, el cine se nutre de la literatura para encontrar su forma de catalogar contenido y en esta suerte de contrato que implica un género. Es un contrato donde hay una estructura que les es propia y que el espectador elige. El espía como base de esta tipología nace en letras a partir de la Primera Guerra Mundial, donde los servicios de inteligencia eran la noticia caliente de cada día y la política, así, se mezcla con cada uno de nuestros personajes. Tiene sentido: la información tiene que ser vital y nuestro muchacho/a tiene que tener los medios económicos y de relaciones para acceder.

Si rastreamos en los libros, veremos desde Sherlock en adelante esas pinceladas de los seres que manejaban este tipo de información ya que Holmes los protegía. Conrad escribió una novela que se llamaba el Espía que tenía esos rasgos de tener los medios y la misión, pero en caso de que lo encuentren, el Estado no se hacía cargo. Y ni hablar de Buchan que mezclaba directamente la propaganda ya que el espía inglés defendía la civilización contra la barbarie que significaban los otros. 

Cuando llega la Segunda Guerra, aparece otra tipología: la de los ex agentes que ahora escriben. Será por esa época que se estrena Casablanca (una de sus subtramas es, sin dudas, el espionaje y el movimiento anti nazi) y, un tiempo más adelante se estrena la monumental Con la muerte en los talones del maestro Hitch.


La Era Dorada del género, sin embargo, se da con la Guerra Fría. ¿Qué mejor que La Cortina de Hierro para darle importancia a la información, al testimonio? Fue la etapa más prolífica de Graham Greene y la etapa en la que Ian Flemming decidió contar sus experiencias a partir de su ¿Podríamos decir “Alter ego”? James Bond.

Frente al estilo (que también mantienen sus películas) estilizado del 007, aparecen otras letras bastante más crudas y buscando lo periodístico. Así fue como nos encontramos con El Día del Chacal (también tiene su película), Los tres días del Cóndor (la película es imperdible) y cuyo ambiente recrea maravillosamente Múnich, de Spielberg.


También es cierto que Bond permitió que se desarrolle el género en esa dirección sin mayores problemas. Basta con mirar Misión Imposible o la parodia El Super Agente 86 (por favor recordemos la serie y hagamos un esfuerzo por borrar de nuestra memoria la película).


Pero con el fin de la Guerra Fría, los lugares se transformaron en demasiado repetitivos. O era un film de época, o todos los terroristas sueltos (y los que tenían que detener los espías) eran rusos resentidos. El género llegó a una meseta en donde mirarse el ombligo parecía la única salida. Y entonces, llegó el atentado a las Torres Gemelas y, con eso, se renovó el malo. Imagínense que hasta fueron los que secuestraron a Tony Stark.

Debemos recordar que hasta aquí tenemos a dos corrientes de espías: una que lo que hace es querer mantener el orden preestablecido y lucha contra la barbarie de otros pueblos (manteniendo los ideales de las “Grandes Naciones”) y otra que va más hacia lo periodístico y el personaje principal en determinado momento debe entender que ya no lo hace por la patria, sino por los intereses de quienes están al poder. Esto viene acompañado de una pérdida de la inocencia y se puede transformar en una cruzada contra los sistemas corruptos de las mismas “Grandes Naciones”. Una de las mejores cosas que nos dejó Skyfall es el enfrentamiento entre ambos.


Debajo, mis nueve favoritas del género. Espero las suyas

La trilogía Bourne

Casino Royale 

Misión Imposible 

Múnich

Los tres días del Cóndor

Con la muerte en los talones

La vida de los otros

El topo

Quémese Después de Leerse

Bonus Track: Una mente brillante

1 comentario:

  1. Hola Patri,muy buena selección,te agregaría The Departed que me encanto.Saludos!

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