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domingo, 2 de febrero de 2014

Lunes de sagas presenta: Indiana Jones





Vuelta y media me obsesiono con algunas ideas o temas y me pongo a investigar y revisar. Ahora, considerando que estuve bastante más quieta que en eneros anteriores, se me dio por meterme de cabeza en el tema de las sagas. Así como pareciera que "El señor de los anillos" desató una fiebre impensada, la verdad es que todos hemos crecido con sagas que amamos. Para iniciar, no pude menos que elegir una de mis favoritas.

Sin intenciones de ser purista, sino de delimitar las posibilidades que tiene el tema, definamos lo que es una saga y lo que es una trilogía. La saga apunta a historias sobre un pasado heroico que tiene que transmitirse de generación en generación. Normalmente, es sobre una familia o hechos que se dieron en un tiempo prolongado. Digamos, con dos cuentos no tenés tu saga. 

Trilogía, por otro lado, es una serie de historias que están conectadas. Pueden ser consideradas como un todo o por separado, ya que tienen cierta autonomía.

Si bien Indiana entra más en la idea de trilogía, considerando la cuarta entrega podríamos perfectamente ponerla dentro de la idea de saga, ya que se habla de una idea de legado y porque contiene el concepto de idealización que inspira a simples mortales como nosotros. Sean profesores arqueólogos o no.

En este caso voy a hacer un repaso de la historia, de qué crecimiento del personaje muestran y las constantes que definen a cada entrega y a la saga, para a final ordenarlas de manera que las creo mejores o peores. Ahí seguro que se viene el debate. Todos los fans amamos distintas cosas. ¿Tienen el sombrero y el látigo a mano? Acá arrancamos.

Las cuatro entregas, y esto es una rareza en cuanto a sagas, conservan siempre no sólo a parte del cast, al director Steven Spielberg, quien también produce junto a su amigo George Lucas y es quien estuvo detrás de la historia original. Cuenta la leyenda que Lucas estaba en contra de que Harrison hiciera de Indiana ya que, como él estaba en Star Wars, no quería que pensaran que siempre contrataba al mismo. Por suerte, cedió en este aspecto. Hoy sería imposible pensarla sin él. No podemos dejar de lado las impecables y, a esta altura, míticas, composiciones del gran John Williams.

Los Cazadores del Arca Perdida (1981)


En esta primera entrega conocemos a Indiana en un templo perdido, buscando una figura. Lo acompaña un guía que conoce la zona y los eventos que se desarrollan. Porque, ante todo, de lo primero que vemos es que hay ciertos tesoros de la Historia que no quieren ser molestados. Indiana se enfrenta con otro cazador de antigüedades con el que se presenta una rivalidad. Pero esta es otra cuestión interesante: Indiana es un profesor de arqueología que tiene un patrocinador. Éste patrocinador es un dueño de un museo que le paga para que vaya a la cacería. No importa cuán respetuoso sea de la Historia, no lo hace por romanticismo. 

Cuando el servicio secreto llega a sus puertas, es para intentar detener a los nazis, que quieren apoderarse de una poderosa arma histórica: el Arca Perdida. Un poco como si se tratara de complots de poder, aparece este tema de usar toda la maquinaria ideológica posible. Con esto, Indiana se ve obligado no sólo a aceptar sino a reencontrarse con Marian, un antiguo amor con el que él tampoco fue del todo justo. 


A medida que avanza la película, vemos que el lazo entre ellos es más fuerte de lo que él se anima a confesar. Por más que hace lo que debe hacer, cada vez que la seguridad de ella está en juego, él sucumbe. Y porque saber qué hay dentro del Arca de la Alianza, aquella que contiene las piedras con los diez mandamientos escritos de puño y letra de Dios es algo que realmente lo obsesiona. 

El destino, como siempre, nefasto para los nazis y por pura casualidad, airoso para Jones.

Indiana Jones y el Templo de la Perdición (1984)


En esta segunda entrega lo que vemos es a un Indiana que no ha mejorado en nada más que en estilo. Aparece vestido de smoking, como un James Bond y hasta con un magnate chino queriendo envenenarlo. Sin buscarlo, termina en una aldea india (con accidente aéreo y todo lo que implica) y tiene que recuperar unas piedras mágicas y a todos los niños que se llevaron a una ciudad maldita que adora al dios de la muerte.

Aquí la humanización del personaje que aparece como de muy dudosa moral llega por el lazo con un niño que es su compañero de aventuras y por el hecho de que se moviliza ante la desesperación de la aldea. Pero no se presenta un verdadero crecimiento más allá de resolver el obstáculo que se presenta.

Indiana Jones y la última cruzada (1989)


En este caso el guión apunta a retocar todas las falencias de la segunda entrega. Empieza cuando Indy era sólo un adolescente y se encabeza en la recuperación de una antigüedad para que no caiga en las manos equivocadas. En una memorable persecusión en la que el inolvidable River Phoenix hace de este impetuoso jovencito, podemos ver no sólo de cómo y cuándo se encuentra con su mítico látigo (y cómo se escuchan los acordes del tema de la película cuando esto sucede) y cómo consigue su sombrero. Aparece este aventurero como un espejo de lo que sería con el tiempo y hasta está vestido con la camisa blanca y la campera de cuero que no podemos dejar de asociar con él.


Aquí también se ve que su relación con su padre es distante pero siempre buscando su reconocimiento. Y esto queda mucho más claro cuando años después le envía su diario sobre la búsqueda del Santo Grial para salvarlo, pensando no sólo que va a poder cuidarlo, sino porque nada más ilógico que mandárselo cuando tienen tan poca relación. 

Aquí volvemos a luchar contra los nazis pero se construye el personaje desde un lugar mucho más vulnerable, donde cae todas las veces por la curiosidad, por su propia necesidad de imponerse a su padre, y porque se enamora de la que no debe.

Sus nuevos métodos se encuentran con los viejos métodos de su padre (un genial Sean Connery) y su patrocinador vuelve a ser el mismo de la primera entrega, junto con su excavador favorito. El círculo empieza a cerrarse hasta con la revelación del verdadero nombre de nuestro héroe y esto es porque estábamos más cerca de Jones Junior que del mítico Indiana.

Indiana Jones y el reino de la calavera de cristal (2008)


En este caso, Indiana ya no es el que era porque los años se llevaron mucho de su gallarda figura, pero es un hombre en busca de volver a reconocerse. El tema es que cuando recibe un mensaje codificado de un viejo amigo con un tesoro místico, no puede (ni quiere, en realidad) negarse y vuelve al ruedo. Esto lo lleva a encontrarse con Marion nuevamente, quien cada vez tiene menos intenciones de perdonarlo y con esto aparece un adolescente con un presente bastante deplorable que resulta ser su hijo. No tiene grandes dotes, pero con su ingenio al menos con algo conectará con su padre.

El tema es el siguiente: volvemos a luchar contra los malos. Esta vez una chica brillante pero ucraniana (los nazis no fueron eternos) obsesionada con el conocimiento. Para qué se usa, no es tema de ella. Quiere absorberlo todo y con esto vienen muy pocos escrúpulos. 

El hombre que manda el mensaje codificado resulta haber quedado bastante tocado mentalmente gracias a una calavera de cristal que dice que le habla, pero con destellos de inteligencia que termina siendo el guía a la mítica ciudad de El Dorado, con toda su perdida cultura. La calavera de cristal, ahí, tendrá realmente mucho que decir.


Al no ser el que era, y recuperar este papel tantos años después, vemos cierta simetría respecto a situaciones de las entregas anteriores que ya no tienen buenos finales. Indiana ya no mide ni salta de un auto en movimiento a otro sin problemas, ni su arma siempre está donde debería. Otro guiño interesante de la historia es la sugerencia del legado con el uso del sombrero al final que casi el hijo se lo lleva pero Indy se lo saca, demostrando que si bien él se resiste a que suceda, eventualmente llegará el que tenga que cederlo o dejarlo en el perchero.

Algunos aspectos técnicos y simetrías que no podemos dejar de adorar

  • La indumentaria lo es todo: nuestro héroe está marcado por su uniforme a tal punto de que si el mar se lleva su sombrero, él lo busca, si está quedándose atrapado en una sala mortuoria, a riesgo de perder la mano, igual busca su sombrero. El arma que pierde en una persecusión merece la toma en plano americano para que la busque. El látigo es extensión de su brazo. 
  • La películas están avejentadas y con esto tenemos algunos recursos del cine clásico como animaciones de mapas que se van pintando con el trayecto del viaje y la gama de colores que utilizan son más bien tirando a tierra. Estética respetada también en los pósters de los films.
  • La construcción de héroe se hace desde el vamos: en la primera entrega, durante la primera secuencia, casi siempre se lo enfoca de espaldas o con el resto de los personajes hablándole y, cuando lo hace, es a través de un contrapicado. Sí, el contrapicado siempre engrandece a Indiana.
  • No es el dueño de la moral, pero siempre termina actuando por el bien común. Esto implica el respeto que merecen las antigüedades.
  • El western nos inspira: parte de la indumentaria es la cartuchera del arma que tiene en la cintura, lo que invita a muchos planos americanos, fotografía al atardecer y hasta que la tercera entrega sea una celebración típica de este género: cuatro jinetes que se van con la caída del sol después de haber salvado el día, sin más reconocimiento.
  • Es irresistible para las mujeres, pero ellas son la central de la mayoría de sus problemas. Cuando no lucha contra los nazis, tiene que librarse de ellas. 
  • Hay dos historias: la trama principal que tiene que ver con encontrar el tesoro y la subtrama amorosa que tiene que ver, básicamente, con el objeto de deseo de Indiana. En la tercera, la relación con el padre pasa de la trama a la subtrama ya que aparece como el ayudante.
  • Para cada aventura hay un ayudante: Indiana puede trabajar solo, pero necesita infraestructura y, por eso, siempre hay alguien que cae con él al ojo del huracán.
  • Si hay contexto histórico, se presenta. Es maravilloso cómo articulan ésto (todos los que vieron El Código DaVinci saben que no es tan fácil) ya que tienen monólogos eternos para conextualizar lo que buscan sin que resulte un bodrio para el espectador. Presentan el mito y sus posibilidades con un ritmo perfecto: en la tercera/cuarta secuencia se muestra qué se busca, en la sexta o séptima ya tenemos la seguna pista porque en la quinta conocimos la locación. Como un relojito, cada cosa engancha y todo funciona.


Lo mejor de esta saga, en orden: 

  1. Indiana Jones y la Última Cruzada
  2. Indiana Jones y los Cazadores del Arca Perdida
  3. Indiana Jones y el Templo de la Perdición
  4. Indiana Jones y la Calavera de Cristal (o, ¿Por qué hicieron esto con esta historia?)

La quinta está en camino, pero mientras tanto ¿Cuál es su favorita de esta saga y por qué? 

6 comentarios:

  1. Volví porque Indina merece mi admiración y respeto.
    Es y sera mi saga favorita, pues crecí con ella y gracias a dios de niño cuando no jugaba a ser He-man era el magnánimo Indiana Jones (agradezco tener la edad que tengo y no tener q haber jugado a ser un vampiro vegetariano).
    Y mi película favorita es La ultima cruzada porque tengo recuerdos vividos de cuando mis padres me llevaron a verla al cine (hoy conocido como Belgrano Multiplex) a la corta edad de 5 años!
    larga vida a Indy.

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    1. Estimado, tanto tiempo! Sólo volvió por Indiana? Fue algo que yo dije? Nos mató la rutina? Claro que crecí viéndolo a él, genio entre los genios, con esa mezcla de aventurero, erudito y tremendamente fachero. Lo amamos y lo amaremos siempre. Como habrás visto, mi favorita también es La última cruzada, y creo que es la mejor. ¿Las demás, las dejarías en ese orden? Un beso grande y qué lindo leerte de nuevo

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  2. Jamas fue su culpa señorita, pero no soy amigo de la tecnología y a veces paso tiempo desconectado y me suelo aburrir de la rutina.
    vi tu orden y para mi la 2nda mejor es el templo de la perdición, pero por poco margen así q es casi lo mismo.
    Tratare de aparecer mas asiduamente.
    beso grande

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  3. Hola Patricia ,a mi me gusto Los Cazadores del Arca perdida.Hay amor y nazis con Dios una mezcla difícil de hacer que en esa movie salio(para mi gusto)muy bien.Saludos y muy buena tu investigación.Silvina

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    1. Es verdad. Además, Fernando Sandro me decía que si la primera no es buena, nada más te va a hacer ver las que siguen. Y algo de razón tiene. O entrás en la magia de la historia, o quedás completamente fuera.

      Gracias por pasar y comentar, Sil. Un beso grande

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