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lunes, 17 de marzo de 2014

Lunes de Sagas Presenta: Batman, según Nolan

 



Cuando empecé esta sección hice una distinción entre lo que llamamos saga y lo que llamamos trilogía. Si bien hay muchos puntos en común o cuestionables, lo que básicamente diferencia la idea de saga de la de trilogía es la del legado. En pos de que haya una persona o una idea de continuidad en esta historia que haga o que se perpetúe o que se repita, es lo que sostiene a una por sobre la otra.

La mirada de Nolan sobre Batman nos ha impresionado a todos. Basándose en la versión de Frank Miller, nos muestra un superhéore menos heroico y más terrenal, para que se vea un costado duro y rústico. Siempre sostuve que lo que hace que Batman sobreviva mejor el paso del tiempo y que encuentre cada vez un público adepto, es el hecho de que no es un hombre con superpoderes (más importantes que una supertarjeta de crédito) y que es mucho más outsider que los otros sin buscar, jamás, involucrarse con el resto del mundo que jura proteger.

Y con esto, llega el nuevo Lunes de Sagas.

Batman Inicia (2005)


Este film inicia con un flashback, cosa particular en un film de Batman ya que lo presenta como la víctima del miedo y a su padre como el ídolo, aspecto que se remarca cuando se lo enfoca en un ángulo casi supino cuando Bruce está en el fondo del pozo. Vemos rasgos autodestructivos como pocas veces antes y es acá donde se termina de construir su psicología: es un chico que tiene culpa y tiene pena por sí mismo.

Luego de unos minutos podemos ver cómo es un hombre que jamás sintió recibir justicia gracias a un sistema corrupto y cómo, gracias a esto, se enfocó en conocer la mente criminal para poder combatirla. Aquí aparece otro elemento interesante y es la idea de legado con la que él lucha: su padre amaba Ciudad Gótica y estaba dispuesto a ayudar para su mejora durante la crisis; si a esto sumamos su riqueza entendemos perfectamente cuando lo reconocen “El mundo es muy chico para que alguien como Bruce Wayne se esconda”.

Es un personaje desesperado, dispuesto a cualquier cosa por una motivación, algo que le permita seguir adelante. Esto lo hace una carnada perfecta para La Liga de las Sombras. Mientras los villanos de la ciudad son caricaturescos personajes de la mafia con todos los tics y lugares comunes posibles, hasta que el verdadero villano se revela.

La perspectiva de Ra’s al Ghul sobre los delincuentes es la que Wayne luego adoptará como propia: no son complicados, sólo quieren dinero y poder. No se debe buscar una motivación más allá.

Mientras Bruce entrena como un fanático una vez que encuentra la vuelta a su objetivo, Alfred constantemente lo incita para que salga al mundo. Gracias a esto Bruce desarrolla su alter ego que es esta cara social del chico frívolo y malcriado.

Por otro lado, el Espantapájaros aparece como un hombre desquiciado que no se entiende para quién trabaja. Un trazo muy similar al que va a tener Joker en la segunda entrega y su relación con la Liga de las Sombras crea una simetría en la historia casi como una constante.

En el aspecto técnico, dos cosas a tener en cuenta: una es el uso casi permanente de la música con su ambiente sombrío y solemne como pide el personaje y el hecho de que los escenarios son siempre urbanos, lluviosos y nocturnos, fácilmente relacionables con espacios como los que se manejan en Blade Runner. La paleta es oscura con tonos tierra y sets de ladrillos y madera para poder contrastar con el negro del traje de Batman.

El final, de todas maneras, la termina de definir como un capítulo: deja abierto al próximo villano o sea que se sabe que se vio un episodio de la vida de él. 

El caballero de la noche (2008)


El escenario de esta película cambia radicalmente. La primera escena no es sobre el héroe sino sobre el villano y plantea una gran lógica: el equilibrio pide que si vos elevás la apuesta en “las fuerzas buenas”, también se elevarán en “las fuerzas malas”. Así conocemos al verdadero estratega del caos porque lo que de verdad quiere hacer, es romper las estructuras. Como tal, es impersuadible, incomprable y, por ende, imposible de destruir. Nada le importa, todo lo entrega.

Mientras se desarrollan personajes como cuando se explica el pasado militar de Alfred a través de una anécdota, se recurre al recurso de que la psicología de un personaje es explicado por otro. Dent explica la lógica de Batman, Alfred la de Joker, Joker la de Batman y el resto, pero él sigue sin saber quién es. Lo más interesante es cuando lo descubre: él nunca eligió a Dent por sobre Rachel, sino que Joker invirtió las direcciones. Hace lo que tiene que hacer una vez que lo otro está perdido, pero no tiene la misma capacidad de renuncia. No importa el tiempo que lleve la máscara, él siempre es Bruce Wayne y esto es una enorme diferencia respecto a los planteos románticos de las otras versiones de Batman. 

Batman no puede matar a Joker más allá de su código de honor, por el hecho de que se ve reflejado: son las dos caras de la misma moneda. El encuentro entre ambos destruye lo que está alrededor y es Harvey. Tampoco termina de entender su psicología ya que según la escuela de Ra’s sl Ghul “los criminales no son complicados”.

Otra ruptura interesante es que esta es la primera vez que se ve a Batman en una película animada o fotográfica que sale de Ciudad Gótica. Se presenta el hecho de que “No tiene jurisdicción”.

El final de esta película si lo construye como un héroe porque tiene la capacidad infinita de renuncia a sí mismo que lo requiere cuando se presenta como el villano para que Gótica tenga otra oportunidad.

El caballero de la noche asciende (2012)


En este caso, luego de la primera acción del villano, tenemos una ubicación temporal respecto de la entrega anterior cuando dicen que es el aniversario de la muerte de Dent y que Bruce no salió en 8 años. Esta vez lo vemos derrotado, fuera de forma y compadeciéndose de sí mismo a niveles exponenciales y, para ambientar esto, tiene una foto de los padres quemada y otra de Rachel, como si fuera un altar para sus muertos. 

Si bien Batman admitió la responsabilidad por lo que le pasó a Harvey, él no puede ni colgar la capa del todo, ni colgarse a sí mismo. Es por esto que Alfred lo acusa de estar esperando que las cosas empeoren, con lo cual se estaría cumpliendo lo que dijo Rachel en su carta de que “No llegará un día en el que vos no necesites a Batman”.

En esta entrega el tema que se trabaja es el miedo. Ahí donde en la primera era el inicio, en la segunda era el caos, acá es enfrentarse con un posible límite y un posible fin que ni Batman ni nadie pensó para sí mismo. Al ser un símbolo, ninguno de los habitantes de Ciudad Gótica se pregunta dónde estuvo durante 8 años, sino que saben que lo necesitan y Batman aparece. Se convirtió en el vigilante que no quiso ser porque incluso la policía ya o es la que era al inicio, sino que es gente de Gordon, pero no puede cederle sus conocimientos, no está dispuesto a dejar que otro haga el trabajo. 

Lo que lo une al personaje de Selina es el hecho de que ambos buscan un nuevo inicio. Mientras Alfred le pide que vuelva a salir a la vida, Kyle busca el programa de “Pizarra Limpia” para que su expediente no exista. Frente a nuevos comienzos, las cosas se plantean en conjunto.

Esta entrega es la que tiene una estructura más clásica. Probablemente por ser un melodrama con toques de tragedia. A los 17 minutos se nos presenta el desenlace esperado, como en las mejores Intrigas de Predestinación, la mujer es la causa de todos los problemas del protagonista, y la malvada es la más promiscua. Con esto me pareció un gran guiño que se use la profundidad sonora estilo “caja de zapatos” del Ciudadano Kane para la escena en la que Alfred advierte que si sigue por ese lado, se va a ir. Hay una distancia enorme entre los dos por más que están tan cerca. Además de esto, la composición operística y solemne de Hans Zimmer teje el ambiente de una manera impecable, con música casi constante como en todas las entregas de Batman.

Otro recurso interesante es el uso de las máscaras ya que los tres personajes principales las usan: Batman, Bane y Gatúbela y, además, Miranda Tate hace un baile de máscaras y cuando Blake y Bruce hablan sobre Batman y la situación de Gordon, hay una colección de máscaras tribales en la habitación. También funciona como un adelanto interesante el hecho de que cuando Gatúbela y Batman pelean juntos contra los secuaces de Bane, se puede escuchar el canto de la prisión en la que va a terminar Bruce. Es un indicio sonoro. 

Sabemos que es una despedida porque nunca se hicieron tantas referencias a las demás entregas. Mientras no se habla de Joker, se dice que Gordon está viejo y terminado porque es un hombre de Guerra y estos eran tiempos de Paz; Fox dice extrañar terminar las conversaciones con Wayne con un pedido inusual, los yuppies fuera de la bolsa hablan de que el destino puede ser bueno o malo y que “tiraron la moneda” para ver qué les iba a tocar lo que es una clara referencia a Harvey; Bruce vuelve a estar en un pozo y vuelve a tener el flashback de cuando su padre lo saca de él y vuelve a decir que lo que tiene es que está enojado. Vuelve a la base de su búsqueda. 

Asimismo se trabaja, junto a esto, la idea del Legado. Si es Gótica quien necesita a Batman, no importa quién esté dentro del traje. Bruce está viejo y le falta entrenamiento (por eso Bane lo derrota fácilmente), va entrenando a Blake diciéndole que siempre use la máscara para proteger a sus seres queridos, le deja la Baticueva, trabaja con esa idea de garantizar la perpetuidad de Batman.

La batalla final es la primera vez que se lo ve a Batman de día en todas las películas que ha protagonizado. Se trata de una exposición total y de medidas extremas, por eso ya no puede ocultarse en las sombras y tiene el apoyo de todos los ciudadanos. Al final, lo vemos aprendiendo una vez más a ser Bruce Wayne, junto a una compañera con un pasado tan complejo como en de él.

Constantes:


  • El logo de Warner está alterado según la estética de la película.
  • La dos y la tres empiezan con el robo más importante para presentar al villano, mientras la uno se trata de presentarlo a él. ¿Es un héroe o un villano? 
  • En cada uno de los films, los villanos se disfrazan de uno de sus seguidores para distraerlo
  • Ninguna de las tres tiene secuencia de títulos. El nombre de la película aparece al final. Lo único que tenemos antes de la historia, es el logo. 
  • La gente intenta revelarse contra Bane y su Liga de las Sombras pero siempre son frustrados. En cada una de esas escenas, Miranda Tate está con el grupo de rebeldes. En los otros casos, Gótica deja que las cosas pasen mientras no los toque directamente.
  • La casa de los Wayne en la primera es destruida, en la segunda la están reconstruyendo y por eso vive en un Penthouse y en la tercera la pierde cuando le embargan los bienes. La casa es sello de su identidad y de su pasado. No es casualidad que se remarque tanto cuando la pierde o no.
  • Si bien sólo la primera entrega tiene Batman en el título, la verdad es que las tres entregas son más bien sobre Bruce Wayne. El villano de la primera y de la tercera es el mismo y no es contra Gótica sino contra él. En el caso de la segunda, es la consecuencia de sus actos pero él sigue eligiendo como Bruce y no como la figura mítica e híper justa a la que quiere representar.
  • El duelo, como en toda película de Nolan, está presente. El personaje principal pierde a la mujer amada que, en este caso, también es la que ama uno de los villanos.
Mejores entregas, en orden:
  1. El Caballero de la Noche Asciende (2012)
  2. El Caballero de la Noche (2008)
  3. Batman Inicia (2005)
¿Qué piensan de esta saga? ¿Cuál es tu favorita?

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