Creo que hay pocas cosas más atractivas que las historias de conspiraciones. Es por eso que todos repetimos los mitos de los políticos que se esconden y viven bajo otra identidad en otro lugar del mundo o los supuestos artistas que fingieron su muerte. Cuanto más grande es el mito, más grande será el personaje. Jason Bourne compone una extraña mezcla del código moral y la capacidad asesina de haber estado involucrado en asesinatos pero buscar una salida. Basados en las novelas de Robert Ludlum, famoso no solo por sus novelas de espías, sino también por publicar bajo varios seudónimos (al punto que muchas aún se las siguen atribuyendo post mórtem).
Todo lo
que ustedes leen se autodestruirá en pocos minutos.
Identidad
Desconocida (2002)
Se dice
que las novelas están basadas en un caso en el que se encontraron archivos de
la CIA en la que se hablaba de ciertas acciones de agentes dispersos por toda
Europa. Si bien luego la CIA explicó que eran individuos actuando solos y no
bajo órdenes de ellos, es como para inspirar a más de uno. Si a esto sumamos la
cantidad de films que tenían ideas de patriotismo con toques moralistas post las
Torres Gemelas no es ilógico que en estos tiempos la política internacional de
Estados Unidos fuera algo para discutir.
Conocemos
al personaje flotando en el mar a contraluz de una iluminación azul. Lo ayudan
desde un bote y le salvan la vida, pero el hombre no sabe quién es. En un
montaje alternado del más clásico, en la CIA alguien se entera de que la misión
fracasó.
La lógica
del personaje es que el cuerpo va recordando cosas que la mente no. Hay una
especie de amnesia por estrés post traumático pero que Jason no puede
identificar. Por esto, va siguiendo pistas que lo llevan consigo mismo. En la
cadera tiene tatuado un número de cuenta y cuando llega a su caja de seguridad
encuentra pasaportes con varios nombres y de esta manera ni él está seguro de
quién es, pero sabe que esto no es normal. En él prima el instinto sobre todo,
pero está el primer cambio: lo que siempre deja atrás es el arma, no dispara a
matar y no lleva rehenes. Busca respuestas y se va.
El programa
tiene varios efectos secundarios como la alteración del sueño, irritabilidad,
inestabilidad emocional y dolores de cabeza. Nunca se había presentado un caso
de amnesia, pero esto habla de una experimentación cruel con los agentes. Y
también el poder que tienen para buscarlo hasta eliminarlo.
Hay un
uso de planos aberrantes recurrente, sin embargo se recurre mucho más a la
cámara fija que en otras entregas. El suspenso se genera por lo perdido que
está el personaje y no desde lo visual.
Además de
esto, el personaje femenino es presentado como una gitana, con lo cual el nexo
entre ellos resulta natural y también que ella esté dispuesta a dejar todo
atrás por él y por ayudarlo. En el fondo, ella tampoco tiene nada que perder.
Mientras la
música tiene una interesante percusión para marcar el ritmo vertiginoso de la
acción, Marie lo lleva con su familia y es el nexo que él siente con ellos lo
que le hace recordar por qué no cumplió con su objetivo. Él quería salir hacía
mucho tiempo.
Si bien
él se entera del programa y pide que lo dejen en paz, ya le advierten que eso
no va a pasar. Limpiar la agencia llevará más que su vida.
La
Supremacía de Bourne (2004)
Esta entrega
empieza con un sueño y Marie insiste que siga con el sistema de escribir en el
diario para recordar todo en algún momento. Nos sitúan que esto sucede dos años
más tarde que la primera entrega.
Acá se
empiezan a usar cosas mucho más clásicas: para empezar el hecho de culpar a
alguien imposible, el americano patriota versus el sanguinario egoísta, el
atrezzo de la foto de ellos dos que hace casi palpable la muerte de ella post
la primera vez que la ve, la cámara al hombro que se usa casi sistemáticamente
y el zoom para distorsionar y asfixiar al personaje. Todos son perseguidos y la
cámara así lo demuestra.
Mientras Jason
se sigue buscando, recuerda un asesinato (el primero, casualmente) en Berlín
con lo cual se disculpa con la víctima, logra la confesión del corrupto y la
grabación a la buena. A cambio consigue dos cosas importantes: una es que se va
encontrando a sí mismo y sabe que no quiere seguir asesinando y la otra es su
verdadero nombre.
Bourne:
el Ultimátum (2007)
El nombre
lo dice todo: estamos dispuestos a prender fuego el mundo para que nos dejen en
paz. Con esto, la cámara difícilmente está en un lugar estable. Hay un uso
excesivo de la corrección de plano y zoom, barridos y paneos para mover la
cámara de una forma nerviosa.
La CIA
reflota Treadstone, el programa que creó a Jason Bourne, bajo otro nombre. Para
poder relacionar esto con el personaje de la manera más personal posible, el
hombre tiene flashbacks cada dos por tres, temporalmente coincide en muchos
momentos con la segunda entrega, excepto que vemos esos hechos desde otro punto
de vista y hasta sentimos pena por el pobre hombre que ha sido usado por el sistema.
Además de
volver a ver la lucha de poderes dentro de la CIA, vemos que esta vez uno de
los personajes que estaba en la agencia y siempre bajo su manto, hoy cambia de
equipo y se une a Bourne, cortando su pelo y tiñéndolo con el mismo tono que
Marie lo hizo antes. Se siembra una idea y más posibilidades de respuestas.
Cuando finalmente
puede recordar su “nacimiento” la iluminación del plano es muy dura y la
convierte en surrealista. Es una forma de decirle al espectador cuán
surrealista y desestabilizante es esto para el personaje. Él puede decir “Me
acuerdo de todo y ya no soy Jason Bourne” lo que lo convierte en una nueva
amenaza porque es la prueba viviente de la mugre de la CIA.
El tiro
al agua y el plano supino lo demuestran como un nuevo nacimiento.
El legado
de Bourne (2012)
En este
caso se demuestra que todos los programas están en jaque después de lo que pasó
con Jason Bourne. Es por esto que por más que Aaron completa su misión, le dan
caza y quieren eliminarlo. Mientras va intentando unir los cabos sueltos con
una fe ciega en el programa, se da cuenta de que el suyo tiene una fecha de
vencimiento. Para seguir dentro busca a la bioquímica que desarrolla las
pastillas y así poder seguir.
A medida
que avanza el film vemos que ella es un nuevo target ya que no puede quedar
vivo nadie que pueda brindar un testimonio sobre estas actividades. Aaron la
salva pero sin demasiada convicción de averiguar, es sólo la necesidad de la
droga. Finalmente sabremos que es esto lo que a él le permite agudizar los
sentidos y la inteligencia que antes nunca tuvo y es ese sentimiento el que
necesita volver a tener.
Cayendo en
todo lo visual que viene al caso otra vez tenemos zoom, cámara al hombro,
extensas persecuciones y travellings en camera cars. También un muy atractivo
plano largo de él entrando a la casa de ella y sacudiendo a unos cuantos
agentes.
Si bien
no es la mejor entrega, tenemos la esperanza de que desarrollen al personaje. Es
lógico que al no pertenecer al mismo programa no tenga los mismos efectos secundarios
y ya nos hemos enganchado con sufridos románticos que quisieron luchar por el
país. El tema es conocerlos.
¿Bourne
5?
Hace pocos
días Matt Damon hizo la declaración de que le gustaría volver a ser Bourne y
que si alguien tenía una idea, que llamara a Universal. Vale aclarar que entre
sus requisitos está que vuelva a dirigirla Paul Greengrass.
La productora
dijo tener la intención de seguir el spinn off con Jeremy Renner pero no volvió
a hablar del Bourne original. Aparentemente, él ya no quiso aparecer si el
director no estaba en el proyecto y la productora decidió seguir por su camino.
Constantes
- La CIA en sus altos mandos tiene a los que juegan limpio y a los corruptos que dicen que lo hacen por amor al país mientras van matando a todos a su paso.
- El final es la misma canción de Moby. “Extreme ways”.
- El asesino que no emite un sonido: siempre los persiguen los agentes más silenciosos y menos elocuentes del mundo de los espías.
- El agua siempre tiene un elemento de muerte para el personaje: flota en el mar con dos tiros en la espalda, saca el cadáver de ella del auto en el río, cae al mar con un tiro en la pierna, en la cuarta es el escape pero siempre con gente detrás.
- Bourne nunca está particularmente bien equipado, pero sabe resolver las situaciones. Así es como se enfrenta a un asesino con una revista enrollada, un libro o una birome.
- En la primera entrega es en la única en la que sonríe Bourne. Aaron no hace más que una mueca. Los chicos en los programas no la pasan bien.
- Todos los equipos que Bourne utiliza se pueden comprar en cualquier negocio. No hay una tecnología exclusiva como en el caso de Bond.
- El diseño de títulos en todas usa una paleta oscura donde priman el negro, el azul y el gris creando laberintos e introduciendo al espectador en la trama de espías.
Mejores entregas, en orden:
- Identidad Desconocida
- Bourne, El ultimátum
- La supremacía de Bourne
- El legado de Bourne
¿Qué piensan de esta saga?
Hola Patricia,es una saga magnifica,bien llevada y filmada en excelentes locaciones.Creo que se perdió algo al no seguir Matt Damon pero lei por ahí que volverá a ser Bourne pronto,Muy buen post!saludos
ResponderEliminarHola Sil! Así parece! Yo creo que lo que falló, ante todo, fue el guión. Tenía poco gancho que el legado fuera ese mequetrefe que se quiere drogar para ser inteligente y no alguien con un problema y una búsqueda similar a la del Bourne original...
Eliminarverá qué hacen.
Un beso grande y gracias por comentar
De mis sagas preferidas ojala que pronto vuelva Bourne.
ResponderEliminarOjalá que sí...y con algo a su altura!!
EliminarSaludos