Una película cargada de mensajes,
cuenta la historia de dos hermanos hijos de desaparecidos en la última
dictadura Argentina.
El director busca confrontar dos
visiones de la vida filosóficamente opuestas, representadas por los hermanos
Rafael y Tomas. El primero es profesor de filosofía ateo, quien a través del
racionalismo intenta explicar todo lo que sucede en el universo. Por otro lado
Tomas es un budista practicante en busca de la iluminación constantemente. Los
dos transitan por la historia acompañados por sus respectivas parejas, quienes en esta dualidad filosofo-religiosa
están alineadas al pensamiento de Tomas, representan un gran apoyo a los
personajes enriqueciéndose también con las experiencias que les toca vivir.
El film muestra muchos mensajes
budistas de gran valor para la vida cotidiana, mostrando también las prácticas
en un templo en la montaña cordobesa.
En mi caso, doy con esta película en
pleno periodo de indagación mística, en una búsqueda espiritual, hacía poco
tiempo había conocido al buda y muchos de los dilemas que se plantean en este
film, pasaron también por mi vida, por lo que la elección de esta película está
dada fundamentalmente por la empatía que genero en mi y la identificación
profunda con el protagonista de la historia.
La banda sonora (de Pedro Aznar) acompaña muy bien a
las imágenes y es un punto alto del montaje, me generó muy gratas emociones y
recomiendo prestar atención a este aspecto particular del film. Sin embargo no
la recomendaría para uso académico ya que no se destaca por su calidad técnica,
pero es una excelente propuesta para aquellos interesados en el conocimiento
que trasciende lo que la mente pueda explicar.
*Lisandro es un estudiante de Comercio
Internacional que se chocó un día con un taller y con el cine. Es la primera
vez que hace una reseña pero es mejor espectador de lo que a él le gustaría
admitir. No todo tiene que ver con identificar si es iluminación
neoxpresionista o de tres puntos, a veces lo que te pasa desde la butaca hace
todo esto.
Confieso que leí muchas cosas del Budismo
después de leer este artículo de Lisandro, para entender lo que a él lo había
movilizado tanto.
Creo que siempre estamos en busca de
respuestas, de una deidad, de una ciencia, de algo para entender nuestro lugar
en el mundo, pero pocas veces lo aceptamos. Pocas veces somos capaces de
entender la diferencia entre el sufrimiento innecesario y el sufrimiento que
está atado al existir, que el resto no tiene la culpa ni la responsabilidad y
que a través de encontrar su lugar, uno puede encontrar un equilibrio interior.
Acá no hay promesas de un mundo mejor después de vivir, es enseñarnos a vivir y
lo que pase después, será después.
Creo que es un buen mensaje para esta Navidad,
que todos necesitamos esa luz y esa
paciencia para mirar al costado, porque todos estamos convencidos de haber
sufrido más que el resto, de haber luchado más que el resto, de necesitar más
cosas que el resto. Tomémosnos unos minutos, brindemos en paz y que todos
tengan una Feliz Navidad.
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