Hace ya varios días que veo a esta chica de labios gruesos
circulando por las páginas de espectáculos y siempre bajo el cuestionamiento de
sí se vale por sí misma o si sólo es “la hija de…”.
Si bien no creo que sea el caso, (sobre todo considerando
que su padre fue muy bueno en otra época pero hoy no puedo recordar su último
éxito), hay que entender que llevar el apellido la condena y de repente le da
un protagonismo que a lo mejor tanto ella como su obra no se merezcan o tal vez
no en esas cantidades. La mayoría de los directores tiene que “remarla” hasta
lograr captar la atención y mientras tanto van aprendiendo a hacer cine, a esta
chica la obligan a hacerlo desde el primer momento, cosa que tanto sus buenas
cosas como las malas parecen más grandes de lo que verdaderamente son.
Sofía debutó como directora con “Vírgenes suicidas” y,
además de creer que es lo mejor que ha hecho, ya marcó un abismo de diferencia
entre el estilo de su padre y el de ella. Pero también es cierto que la gran
maquinaria hollywoodense gusta de crear historias detrás de las historias y es
así como nos enteramos, por ejemplo, que el papel de María en “El Padrino III”
iba a ser originariamente para Winona Ryder pero que Sofía ejerció presión con
su papi para conseguirlo. Si tan sólo hubiera sido buena actriz, tal vez no se
hubiera ganado esa fama de caprichosa y parca, pero todo el talento que posee
detrás de cámara no está ni cerca cuando está delante de ella.
“Perdidos en Tokio” fue su film más aclamado que, debo
admitir, tiene momentos brillantes pero el resto abusa de tiempos muertos y
temas que llenan el film de nada. Si bien no es cierto que una película o
relato debe cerrar o concretar algo porque puede ser nada más que un fragmento
de la vida de alguien, también es cierto que ese tipo de relato requiere de una
muñeca para manejar el tiempo que no creo que esta directora tenga aún.
“María Antonieta” fue una buena idea, un planteo original y
llamativo pero pésimamente ejecutada y ahora vuelven a ponerle pompas excesivas
a un film que aún no sabemos si lo vale.
Entre las paredes de un emblemático hotel en Sunset
Boulevard, Los Ángeles, se verán el aburrimiento y soledad de la vida del
celebrity. La relación de un padre y su hija irán creciendo en la pantalla y no
importa lo perdidos que estén, se supone que van a encontrarse. Si bien la
prensa insiste en hablar de la película como autobiográfica (otra vez la
historia detrás de la historia), me preocupa más el hecho de que sean los
mismos periodistas los que digan que es común en el cine (¿) de autor(?) sentir
que se está viendo la misma película una y otra vez. No, eso no tiene que ver
con el (probablemente inexistente) cine de autor, sino con un mal autor ya que
una cosa es encontrar rasgos en común que tienen que ver con el estilo y otras
sentir que ves la misma historia. Es como decir que todos los libros de un
autor son iguales…
Respecto a Somewhere (me rehúso a usa el subtítulo cursi que
poco tiene que ver con el planteo de la historia), a partir de hoy se la puede
ver en cine, ¿Quién apuesta por Sofía?
Sofía posiblemente esté sobrevalorada. Pero el planteo de su cine es interesante dentro del páramo creativo del cine contemporáneo (en general fuegos artificiales, parque de diversiones o encerrado en intrincadas y huecas endogamias) El cine de Francis Ford Coppola, su padre, es otra historia
ResponderEliminarTal vez esté sobrevalorada pero no es su culpa ni su responsabilidad, es cuestión de la prensa. A lo mejor muchas cosas de las q hizo pudieron haber pasado desapercibidas si no cargara con el apellido pero todo parece de inmensas proporciones en su carrera.
ResponderEliminarEn realidad, más q hablar mal del cine de Sofía, pretendía dejar un poco de lado el planteo que la supuesta prensa especializada hace de ella. Es terrible q esté presentando una película y lo único q hagan es decir q es autobiográfica para agregarle aderezos.
No es de mis favoritas, pero Sofía se anima a una cine muy personal y eso, cuando funciona, es espectacular