El cine es un espacio de identificación, de educación, de industria y de arte. Y todo eso, está dentro de este blog.

lunes, 30 de marzo de 2015

Como aplicar el Código Hays a tu vida en 10 pasos




El cine clásico sigue siendo hasta hoy uno de los períodos del cine que más disfruto y no se puede pensar a éste sin el Código Hays. Mientras fue una dura censura para exhibir en Estados Unidos filmes extranjeros y poder marcar también cuáles eran las “buenas costumbres” según los queridos norteños, han logrado también contar historias memorables, que son mi ticket a la nostalgia y a mi romanticismo.

Como no puedo con mi genio, voy a adaptar este Código en el mío propio que es muy irónico para reírnos de la irrealidad del cine que, sin embargo, en la oscuridad de la sala, siempre nos resulta muy real. 

1) Ojito con la info: todos disfrutamos el chusmerío y meternos en la vida del resto. Según el Código tenemos que presentar estos hechos con pocas posibilidades de que los repitan si son malos y cuidado que todo puede ser imitado. Mantengamos a los niños lejos de todo mal. Si hay un muerto nunca salpica sangre y si hay infidelidad esa mujer es muy mala y la esposa es muy buena. 

Película: Amanecer

2) Esperar a que el Karma opere: la venganza aparentemente no está justificada por el Código, con lo cual desear que engorde no es factible si sos protagonista. Mientras rogás que se pierda el camión con la vianda, léete los otros pasos. 

Película: All about Eve

3) De eso no se habla y eso no se dice: todos sabemos que en el cine clásico nos marcaban bien nuestro destino y el papel que jugábamos mediante estas cuestiones. ¿Querés ser la buena y, por ende, la protagonista que termina bien? Apagá el pucho, largá el alcohol y ojito con lo que decís. De más está contarte que tenés que vestirte fina y todita cubierta, aunque Pilates esté haciendo maravillas con vos. 

Película: Esplendor en la hierba

4) Sexualidad: el Código defiende a la familia, por ende es necesario para conservar a la raza humana. No tener hijos es un castigo y el que no puede tenerlos, es menos ser humano. Ni les digo si encima es adulterio, ahí sólo puede ser practicado por el perverso o la perversa y nunca tiene que ser atractivo. En la intimidad con tu pareja, entonces, siempre sacate la bata que se te vea la espalda desnuda y apagá la luz, porque lo que más sexy resultaba siempre era bajarte las medias (terminantemente prohibido de mostrar en el cine clásico).

Película: Gilda

5) La muestra del amor verdadero: un beso es todo lo que necesitás para desde construir romance hasta sugerir una violación. La lascivia tiene que estar limitada para los malos y es por eso que los besos en las pelis son tan lindos: el perfil que más te favorece y siempre se conserva el labial. Si querés enamorarte según el cine, siempre estás inmaculada según el cine. 

Película: Desayuno en Tiffany

6) Ojito el ombligo: aparentemente, la gente decente no lo muestra (otra vez despedite de los resultados de Pilates) así que sacate el piercing. La única chance que tenés de usar eso decentemente es si sos aborigen. Pensalo. Pocahontas tenía un lomazo que rajaba la tierra y no se iba a ir a Londres para tener que taparlo.

Película: Some like it Hot

7) Cachete con cachete: olvídate de la versión tropical, acá la mejilla que se junta con otra mejilla es sólo del standard de jazz. Hay que respetar las distancias y las formas con lo cual todo lo que aprendiste en la clase de Pole Dance o el perreo quedan descartados. Si son jóvenes y tienen las hormonas revolucionadas, tiene que estar presente un adulto (preferiblemente preceptor del colegio, pelado y con muy mal gesto, amenazándolos con un futuro decadente).

Película: Roman Holiday

8) ¿Feng shui en el departamento?: como la sexualidad tiene que vivirse de la manera más sutil posible, la cama no puede ser el centro de la decoración de la habitación y si está, es mejor que algún símbolo religioso se vea. Me van sacando los almohadones con forma, las velitas de colores y ojito con lo ostentoso de tener un tocador de diva en la punta de la cama. Eso es sólo para aquellas mujeres que están de vuelta. La buena mujer no sabe que es atractiva y se viste perfectamente porque la ropa le llueve.

Película: The Apartment

9) Sin mancharse: es muy importante que todo esté limpio. La sangre no le importa a nadie (casi que es un mito que existe para este cine), de manera que no se puede pensar en lastimaduras en la cocina, ni mucho menos vacunarse y ese tipo de cosas. Todos viviremos felices sin ayuda explícita de la medicina con lo cual la solución puede ser desmayar gente para curarla de ser necesario. Da para pensarlo. 

Película: La Soga

10) No todo lo concreto está explícito: la necesidad de verbalizar todo nos ha dejado con poca capacidad para completar blancos. O no tenemos imaginación o exigimos respuestas que nadie quiere dar (y que nosotros sobre entendemos) para tener como resultado o una mentira o una verdad que no queríamos entender la primera vez. Aquello que no está sobre explicado o no lo aceptamos o no nos cierra. Otras eran las épocas cuando en el cine y en la vida real los personajes eran más importantes que el hecho, no se los traicionaba y se los entendía sin necesidad de grandes monólogos (aunque solían tener grandes epifanías).

Película: Casablanca

¿Estás listo/a para Hayssar tu vida? Espero que me lo cuentes en los comentarios. 

domingo, 15 de marzo de 2015

Lunes de sagas presenta: Rocky



Rocky inicialmente se iba a llamar “Resurrección”, o al menos así lo presento Sly cuando entregó el primer borrador en MGM. No sé si fue una resurrección, pero sí fue una oportunidad y la muestra de la tenacidad que puede tener Stallone, al que muchos tildan de mal actor o de tipo tosco pero que tuvo el buen tino de conocerse e inventarse.

Con ustedes, una de mis sagas favoritas, la emocionante y tierna Rocky.

Rocky I



Dirigida por John G. Avildsen, el mismo director de Karate Kid, esta es una de las historias más inspiradoras en su estilo, donde un matón de la mafia y un boxeador frustrado encuentra en el deporte una redención, una forma de salir de su espantosa vida y ser algo, ser alguien, lograr un objetivo, que va más allá del exitismo del resultado.

Una de las cosas que más me gusta de esta historia es la síntesis que logra para presentar al personaje y a su entorno: Rocky gana una pelea de poca monta al inicio, pero termina quedándose con poquísimo dinero, sale de ahí y se prende un cigarrillo (no es la imagen del mejor deportista) y su contrincante está tomando una cerveza. Claro que ese tipo está poco motivado y piensa poco de sí mismo: está en el peor lugar posible.

El barrio no es un entorno amigable tampoco y él es un tipo tímido con las mujeres y de pocas relaciones. Ensaya qué decir frente al espejo, sabe que no es el tipo más brillante. Lo máximo que tiene es corazón.


Otra cosa que es interesante es que siempre lo presentan en ese barrio bajo cual ghetto italiano en el que claro que él se presenta con sobrenombre tano, hay un crucifijo en su cuarto y trabaja para la mafia. Casi de manual, ¿No? Pero lo interesante es cómo lo mantiene sumando matices y sin traicionar jamás al personaje. Tampoco intenta acercarse a la despampanante estrella del lugar, sino alguien tan fiel e insignificante como él. 

Por otro lado, suma un entorno diferente en el cine: Philadelphia aparece como una estrella más, ya sin ser Nueva York o San Francisco, lo cual suma otro matiz interesante. 

Si todo lo otro no te compró, de la indumentaria, el hombre de pocas palabras y la escala social, el final te emociona hasta las lágrimas: pocos triunfos son más importantes que el reconocimiento del público.



Rocky II


En esta oportunidad ya le dieron las riendas a Stallone (después de todo la primera se había alzado con tres Óscars como ser mejor película, mejor director y mejor edición), lo que demostró que este tipo tuvo su redención a través de Rocky. Su oportunidad, finalmente.

Lo interesante de esta secuela es que te demuestra que, como sigue siendo el mismo tipo de siempre, la verdad es que no está acostumbrado a tener plata ni sabe cómo invertirla. Quiere darle lo mejor a su esposa, pero están en cada ocasión en el mismo lugar que antes. La misa de casamiento es en italiano, Gazzo vuelve a invitarlo a la mafia. Sólo queda en él pensar si quiere volver o no a la vida de antes, si es que su propio logro funcionó o no.

Como siempre, su única opción es pelear su salida contra el rival que en la primera entrega le ganó sólo por puntos. Un boxeador cruza con showman y provocador que no quiere perder su status social. Será volver a encontrarse con Mickey, con sus escaleras, cambiar su mano derecha por la izquierda y contra sí mismo. 



Rocky III


El querido Rocky es un romántico antes que todo lo demás. Fue protegido por su entrenador para no arreglar peleas que puedan herirlo gravemente y cuando llega un retador que lo presentan como un sanguinario, la vida de Mickey por el stress y por temer por su entrenado, lo deja detrás, muriendo en el mismo vestuario donde Rocky peleaba. Con esto, nuestro romántico termina perdiendo el foco. 

Aquí se ve que en eso de perder el foco, se concentra un poco en la plata y en el circo de todo lo que vende su imagen y eso hace que pierda sus capacidades. Apollo, retirado, asume el rol de Mickey demostrando que hay cierto orgullo en su camaradería también: siempre es mejor que te haya derrotado el mejor que un fanfeta sanguinario que no entiende del deporte. 

Es probable que además de que esta fue la primera vez en que la canción de Survivor “Eye of the Tiger” apareció, lo próximo que recuerdes sea el entrenamiento de Apollo. Es que no importa cuántos films pasen, Rocky no puede dejar el ring como le gustaría ni puede luchar contra la gravedad que no importa cuánto suba, siempre está a pasitos del barrio nuevamente.

Rocky IV


La Guerra Fría hizo bastante por esta película en la que un ruso iba a disputar el título de Campeón del Mundo a Rocky. La película se estrenó un año más tarde de los Juegos Olímpicos de Los Ángeles, cuando Rusia declaró que no iban a participar porque no podían garantizar la seguridad de sus atletas, luego de que Estados Unidos hizo un boicot para los juegos de Moscú de 1980. Este contexto hacía muy inevitable que llegara esta pelea.

Lo que resulta un poco ridículo es que prácticamente presentan a Iván Drago como un experimento frío, calculador y sin lazos reales con el resto. Casi les diría que es más parecido a una historia de Mengele que a un ruso, pero en la lógica del cine americano, se entiende por cómo conciben al mundo. 

Como la síntesis de personaje que no se traiciona es una de las mejores constantes de esta saga, Rocky demuestra ser el mismo porque si bien en su garaje hay un Ferrari y un Lamborghini (ambos italianos, claro está), es él mismo quien los lava, no es que tiene personal a disposición ahora que está en la cima del mundo. 


Otra vez, la motivación para pelear es personal: pierde a Apollo en los guantes de Ivan Drago y va esta vez a Rusia dando que alegaban lo mismo que dijeron para no ir a los Juegos Olímpicos. 

En esta entrega la influencia de los 80s es muy notoria: uso excesivo del zoom como movimiento de cámara y el montaje ruso en donde se suceden, por poner un ejemplo, tomas de Rocky manejando de noche a media luz con recuerdos de Apollo y de Ivan, buscando su propia venganza. Por otro lado también está presente el Split screen y la superposición de imágenes de los que eran tan fans en ese momento.

La lógica final termina siendo máquina versus corazón, la frialdad contra la capacidad de Rocky de dar un poco más de sí mismo para llegar a la meta.

Rocky V


En esta entrega que es dirigida por Stallone como las anteriores, se nota la mano de Avildsen en el montaje, ganando personalidad y una identidad tan similar a la primera que es una vuelta a las raíces. Romántica y necesaria y probablemente de mis favoritas de la saga, por más que no es de las favoritas del resto. 

Por una traición del contador, pierden todo. El poder, firmado por el hermano de Adrian no conlleva demasiado problema de parte de él. Entiende que fue una traición, busca la forma de salir adelante y se siente apenado porque ella y su hijo no puedan tener todo lo que él cree que merecen, pero tiene que ver con su perfil altruista. 

Otro problema: ya tiene un daño irreversible después de la pelea con Drago, con lo cual se relega a las sombras de entrenar a un chico que termina acogiendo con todo el afecto que él recibió de Mickey en su momento. 


Algunas cuestiones que son valiosas: se recupera la estética de la primera entrega, de hecho él vuelve a usar su sombrero con su tapado de cuero, Adrian vuelve a la tienda de mascotas y su hijo tiene que lidiar con el barrio, con todo lo que él preferiría que no tenga que lidiar.

El resultado final llega en el único verdadero ring en el que siempre luchó él: la calle. 

Rocky Balboa


30 años después de la primera entrega, llegan para contarte qué fue de él. Ahora que ya no tiene a Adrian y ya no tiene al boxeo, Rocky vive de recuerdos. Tiene el restaurant más tano fuera de Italia (el que no reconozca un guiño a Raging Bull es porque no la vio), donde cuenta sus historias de peleas y tiene su pequeño altar personal.

El nuevo campeón de peso pesado no tiene la popularidad que alcanzara él antes. Si a esto sumamos que Rocky ni siquiera cuenta con una relación cercana con su hijo y que siente que vive atascado en recuerdos que no van a volver, el llamado del ring es una nueva oportunidad de existir, de lograr algo. Demasiado irresistible para la personalidad de nuestro querido personaje principal. 


Claro, una pelea de exhibición es la respuesta. Primero para que el nuevo campeón se gane el respeto de la gente y para Balboa para sentir las nuevas glorias por última vez. Todo esto gestado por los crueles promotores del deporte y por un software que armó la lucha hipotética entre ambos deportistas.

Para cerrar la idea de saga, no sólo el final recuerda mucho a la primera entrega, sino que además en la escena de créditos finales, como homenaje, varios fans corren escaleras arriba al ritmo de “Gonna fly now”. Una punzada de nostalgia al decir adiós a un maravilloso personaje. 

Constantes


  • A partir de la segunda entrega se inicia con letras que corren de derecha a izquierda con el nombre del film haciendo un resumen de la vida del personaje en el ring. Suele ser de la pelea de la peli previa, excepto en la sexta porque Balboa está retirado hace muchos años.
  • Adrian no quiere que pelee y no lo apoya. Cuando ella entiende que él tiene que hacerlo, él finalmente encuentra la motivación. A falta de Adrian, bueno es su hijo en la última.
  • El entrenamiento antes de la pelea siempre implica escalar: pueden ser las escaleras o la montaña en el caso de la cuarta.
  • El retador aparece en público y es provocador en extremo. 
  • A partir de la tercera entrega, su motivación es haber perdido a alguien: Mickey, Apollo, a su hijo (simbólicamente porque después lo recupera) y Adrian.
  • El boxeador que subestima a su oponente es el perdedor: Apollo, Lang, Drago, Gunn y Dixon (nótese que no necesariamente es a Rocky a quien subestiman)
  • Como la pelea se gana con el corazón y no con los músculos, siempre es él quien resiste más veces en el ring.

Las mejores entregas (para mí, claro)


  1. Rocky
  2. Rocky V
  3. Rocky II
  4. Rocky III
  5. Rocky IV
  6. Rocky Balboa

¿Cuál es la mejor entrega para ustedes? 

miércoles, 11 de marzo de 2015

Los mejores dragones del cine (bueno, o al menos mis favoritos)

Este personaje que ha poblado todo tipo de relatos, se merecía un conteo y que todos nos tomemos un ratito para decir por qué nos sigue cautivando su presencia en pantalla.

Según la cultura que alberga el mito, el dragón puede ser un dios, un guardián o un monstruo y por eso cada vez que lo vimos en pantalla, nos ha impactado. Nadie es inmune frente a tanto poder y majestuosidad. Al mismo tiempo, como en toda leyenda de la que debemos aprender algo, de repente nos encontramos con que les atribuyen los errores de avaricia y codicia que provoca un abuso de estatus y unas cuantas cenizas que se generan.

Debajo, mis favoritos. Y como es mi blog, me atrevo a escribir que son los mejores. Dejen los suyos en los comentarios.

Fujur



Sí, es verdad que yo como muchos chicos que tuvieron su infancia a principios de los 90s, creí durante mucho tiempo que este bicho era un perro (no, no pensé que no tenía lógica que el perro volara), pero el querido dragón de la suerte de La Historia sin Fin es de los que más nos ha marcado y no podía empezar mi lista con otro.

La simple idea de este chico secuestrado por un libro y un mundo que renace de una semilla parecían suficiente, pero no: tenían a este adorable dragón.

Chimuelo



Toothless es maravilloso. Tiene el cerebro de un labrador y la bravura que todos le pedimos a cualquier dragón de nuestra imaginación. Pero sobre todo, es demasiado adorable. Es una mascota escamosa muy expresiva y, como tal, claro que está en mi lista.

Colacuerno Húngaro



Nuestro mago favorito después de Gandalf, nos llevó a toda clase de criaturas mágicas y en determinado momento una competencia entre colegios de magia implicó también enfrentarse cara a cara con el peor de todos: el Colacuerno Húngaro.

Sus majestuosas escamas negras, púas y sus llamas a distancia hicieron que todos, además de Potter, estuviéramos con el alma en la boca.

La Bella Durmiente



Maléfica era una mala muy mala, pero con mucho glamour. Para eso, ella no podía simplemente tirarte un hechizo caracha: ¡No! Ella va a convertirse en un dragón muy vengativo para poder prender de fuego verde a todo el reino y coronar al castillo con una serie de espinos muy tenebrosos. Si se muere de una espada, cual estaca en el corazón, es porque no hay vampiresa con más onda. Y digo esto aún intentando olvidarme de Angie. 

Shrek



Si el príncipe encantador es reemplazado por un ogro, nada detiene a un burro de enamorarse de una dragona. Esta chica es un poco volátil y muy pasional, pero el amor es lo que la domestica. Y tiene cara de burro rosado, no puede no parecerte tierna. 

Los de El imperio del fuego 



No es el peliculón de la vida, pero siempre me encantó que te explican que les encanta el fuego porque se alimentan de cenizas y de ahí en más me fasciné con todo el planteo. Sí, aparentemente soy muy básica. 

Shriyu 



El caballero del Dragón era mi favorito. Vuelta y media estaba ciego y volvía a ver. Se moría y revivía. El primero en pelear con Máscara de la Muerte porque, en realidad, siempre iba y venía entre la tragedia y el milagro. Y me fascinaba la capacidad de que lo revienten a patadas y pensar en off "pudo detener al Dragón Naciente que me ha enseñado mi maestro". Glorioso. Sin desperdicio. Amamos a este dragón. 

Saphira



Era hora de que equilibremos con otra buena dragona. Eragon es la historia que la tiene en su centro, con sus azules escamas y que es la responsable de restablecer el equilibrio en el Cosmos. Si eso no hace que la quieras abrazar fuerte, nada lo hará.

Mushu



Estamos de acuerdo que es la versión más degradante de una reencarnación: sos un mini dragón que sirve sólo para quemar incienso. Pero bueno, termina funcionando como un Pepe Grillo simpático que saca un poco de drama a la cara de Activia de Mulán.

Madame Mim



Creo que soy la única que ama tanto esta peli, pero una de las cosas que más me gusta de la aparición de Madame Mim (a quien leía en las historietas de El Pato Donald), con sus toques excesivos y esquizofrénicos que la llevan de una femme fatal a un chancho espantoso, a un dragón para destruir a sus enemigos porque odia mucho a Merlín. Si vas a ser mala, que sea a lo grande. 

Smaug 



Es la única razón por la que fuimos a ver una tercera e innecesaria entrega de El Hobbit, que está plagada de traiciones a la historia original y tiene un personaje de lo mejor carismático de la vida. Pero tiene a Smaug, con su avaricia, su piedra maravillosa, durmiendo en el fuego con sed de venganza y la voz de Bennedict.

¿Qué dragón falta? ¿Cuál es tu favorito?