El cine es un espacio de identificación, de educación, de industria y de arte. Y todo eso, está dentro de este blog.

sábado, 31 de diciembre de 2011

Aliens: hay vida en otro planeta…y en el cine



Se me ocurrió pensar en la tratativa del Alien después de ver el tráiler de Prometheus. No importa cuánto insistan en decirnos que no tenemos que pensarla como una precuela de Alien, desgraciadamente ya carga con ese estigma. Pero la figura de los seres extraterrestres ha fascinado a religiones, culturas y ha atormentado sueños. Además, para terminar de hablar de organismos extraños, voy a hacer un viaje de diez días con toda la familia. No hay nada más raro caminando por la Tierra. 



La idea de la vida en otro planeta y de que no estamos solos ha sido un tema casi obsesivo para el ser humano. La ciencia ficción se ha impregnado de su presencia, se ha hablado de todas posibilidades, en series de televisión, en la literatura y, claro, en el cine. 

Dada su vasta producción y su omipresencia, los supuestos hombres verdes de grandes ojos han ido mutando frente a nosotros por todos los distintos géneros. Aquí, voy a dividir las temáticas en géneros para no hacer tan densas las entradas e intentar ser lo más completas posibles. 

Puede verse desde la idea y el diseño del proyecto SETI, por el cual se espera interceptar alguna señal de vida inteligente, puede teorizarse sobre formas primitivas en otros planetas en los que hay una determinada cantidad de minerales y/o agua, podemos convertirlos en monstruos o en amigos pero hay dos cosas que sabemos: que ellos no pertenecen a este lugar y que siempre serán un misterio para nosotros. 


También los han presentado como pequeñas bestias, como grandes bestias, como aquello que posee o toma la forma de un ser bello para seducir al “indefenso terrícola” o como un ser xenomorfo para crear empatía en el espectador de manera que pueda tener una conexión emocional con el personaje. 

Su relación con la ciencia ficción y el terror ha sido desde sus inicios de las más importantes. Films como Alien, They Live y The thing han marcado hitos en la fantasía fílmica. Los invito a ver cómo también nos han hecho emocionar, reír y hasta querer volar con ello. Y por si les llega a caber alguna duda, también les voy a dejar mis once mejores aliens fílmicos. 

¿Cuáles son los aliens más recordados? ¿Creen que esta fascinación sigue siendo rentable en cine?


El Alien en la comedia


Solemos relacionar al ser no terrícola con el cine de ciencia ficción y de terror más específicamente. Pareciera que nuestra fiebre por la conquista del espacio tendría que ser también universal y con eso viene la psicosis. Pero hemos conocido todo tipo de seres de otro planeta y hasta nos han arrancado risas. 



En la comedia se explota la idea de la conquista y del camuflaje, haciendo que las situaciones se entorpezcan pero siempre resaltando que el bicho está de paso. 



En 1988 llegaba “Mi madrastra es una extraterrestre” que presentaba a una jovencísima Kim Bassinger haciendo de una alien que era la única capaz de aguantar al científico con el que la metieron. Siguiendo con la línea argumental de Hollywood, que siempre tiene toques puritanos, el hombre era viudo y tenía una hija que necesitaba una madre. 

Mientras ella aprende a ser la madre y ama de casa perfecta (como si fuera que eso es de este planeta), la hija la va descubriendo y el padre se fascina más con esa mujer que encima tiene las curvas perfectas. Es una comedia familiar, que aprovecha el ambiente que ya habían explotado en ALF, agregando elementos de atracción sexual y romanticismo que no estaban presentes. 

Cuando aparece la forma original de ella y del resto de los miembros del Consejo, hay una herencia clarísima en cuanto a la forma del ser no terrícola de La Guerra de Los Mundos. Es un tipo de gusano con un ojo en la punta que se ilumina…otra forma que también nos ha quedado grabada en la memoria fílmica. 

En el 96 llevaron la serie televisiva ya mencionada a una muy olvidable película en la que se organiza una investigación para encontrar al bicho (todos sabíamos que el originario de Melmac estaba escondido) y las situaciones y personajes ya conocidos. 

El mismo año Tim Burton, haría una parodia genial con “Marcianos al ataque”. La verdad es que todos los personajes son una crítica tan ácida al sistema, a los miembros del Congreso, al Presidente y a los sádicos habitantes de Marte que uno no puede evitar descostillarse de la risa. Es claro que la tipología responde a los cánones de las creencias en cuanto son bajos, tienen extremidades reducidas y cerebros superiores (se cree que si son tan inteligentes, no necesitan fuerza física y por eso su cuerpo se reduce y su cabeza es más bien enorme). 



Como si fuera poco también en el 96 hicieron su aparición en los dibujos animados en Space Jam. Michael Jordan se había retirado del básquet y parecía que necesitaba algo de dinero por lo que accedió a encontrarse con Bugs Bunny y jugar un partido para salvar al mundo de unos seres espantosos que quieren someternos. 



Serán los personajes los que nos harán reír y que se burlarán de los visitantes hasta desorientarlos. Porque, aparentemente, la mejor defensa para cualquier amenaza, es aprender a reírse. 



Un año más tarde llegarían Tommy Lee Jones y Will Smith con “Hombres de Negro” en la que tienen que controlar la convivencia y llegada y salida de aliens a la Tierra. Estos agentes del gobierno no pueden tener lazos con la sociedad, por lo cual les borran sus recuerdos y los ponen en esta cacería de lo loco. Claramente no todos los visitantes sólo son visitas y no todos son malos. 

Tuvo una secuela pero que no innova en nada. 

En el 2009 los aliens vuelven a animarse pero los detienen los Monstruos. Otra vez se habla de una agencia estatal que controla a los monstruos y con ellos combate las amenazas externas. Se habla de los aislamientos y de los nuevos amigos, de la idea de que en la sociedad no tienen espacio y que todo lo especial es usado para un bien mayor. Nada, una historia romántica para los chicos que son un poco maltratados en el colegio. Si les sirve de consuelo, pasa y uno sobrevive. 

El mismo año llega Pequeños Invasores. No innova demasiado, pero habla de la relación de los chicos con los aliens (lo que ya se vio en ET y que veremos en el género de aventuras). 




Pero la verdadera gracia la tendría Paul. En el 2011 vimos a un ser que querían esconder del conocimiento público y que resulta lleno de vicios, un sabio cuasi hippie, que encuentra a dos geeks absolutos como amigos. Con guiños a la fantasía fílmica veremos que la que más lucha contra él es la Teniente Ripley, que ha dictado cosas importantes para guiones a Spielberg y que cualquier cosa que se cae redonda es casi un jenga. 



Los extraterrestres nos han dado miedo muchas veces, pero no hay nada que no se muera con un poco de risa. Cualquier cosa…gritan Ridículus!!!!


miércoles, 28 de diciembre de 2011

El cielo sobre Berlín/ Cuando el niño era niño, de Wim Wenders (Por Pabela Lake*)



A Der Himmel über Berlin, llamada en Argentina Las alas del deseo, la tengo como una de esas películas de cabecera. El por qué me gusta tanto tiene su historia y perdón que ocupe tiempo en contárselas pero juro que tiene un punto.

Allá por los tempranos ’90 yo era una de esas consumidoras voraces de cine pochoclero. Era algo así como la friki master del cine de Hollywood y de los videos clips. Te sabía el nombre de los actores, bandas, cantantes, directores, y hasta del pibe tira cables. El cine independiente o Europeo me era tan extraño como la alquimia. Entonces, cierto día, vino a almorzar a casa un compañero de seminario de mi hermano- sí, tengo ganado el cielo gracias a un hermano cura- y comenzó a hablar de este film con tanta pasión que logró picarme la curiosidad. Este joven seminarista, incluso, expresó que el film lo había obsesionado tanto que se había mandado la maratónica tarea de transcribir todo el guión. Claro, al no existir entonces en nuestra cotidianidad el google pues había que contar con los botones Pause y Rewind. Asique para cuando terminó la velada ya me había impuesto el verla fuera como fuera.


La cuestión es que, como todo en la vida, cuando vi que no era fácil conseguirla la imposición del visionado fue decayendo hasta unos cuantos años después cuando la vi escondida en uno de los anaqueles de la famosa cadena Blockbuster. Decir que me voló la cabeza es poco. Me emocionó tanto y me removió tantas cosas que le debo la admiración que hoy le tengo al cine de Wenders- y todos los que luego bebieron de sus fuentes- con sus más y sus menos. Con Las alas del deseo, peli que tuvo una espantosa  remake americana con Nicholas Cage de por medio y que casi me causa un ACV- me abrí a la posibilidad de ver un cine más variado, a entender porqué el cine es llamado séptimo arte.

Pensemos que este film que se estrenó en 1987, y aunque muchos no lo vean así, fue toda una revolución en una década donde los recursos del video clip- imágenes atropelladas, fluir de la adrenalina, colorido extremo y luces de neón- prestaba elementos al cine. No es que no se hiciera otro tipo de cine, sino que usar el blanco y negro en casi el 90 % de su duración, sumado a esa mezcla entre cine y literatura gracias a la gran proliferación de la voz en off con la que cuenta, hicieron de esta película algo distinto, más sosegado, más emotivo.

La historia no es otra que la de un par de ángeles- cuya estética también sale del cánon: sobretodo gris, caras tristes, aspecto errático- que recorren las calles de Berlín escuchando los pensamientos de la gente, confortando al desesperado, recopilando información. Son seres invisibles para nosotros, excepto para los niños que sonreirán a cámara evidenciando su paso. Finalmente uno de ellos, Cassiel, interpretado por Bruno Ganz, se preguntará cómo será ser un humano, poder oler, sentir, palpar; una curiosidad que se convertirá en deseo cuando conozca a una solitaria trapecista de la que se enamorará. 


De más está decir que este es un film para degustar con todo el humor del mundo, es decir, son de esas películas que si se estrenaran hoy dividirían la opinión entre aquellos que la considerarían pretenciosa y aquellos que verían una gran obra de arte. Es de ritmo pausado, mucho monólogo interior pero que no debe dejarse pasar. Más tarde estrenaron una segunda parte llamada Tan lejos, tan cerca, que es también maravillosa aunque con la notoria intervención de producción americana y popular por el tema que U2 hizo en especial para esa entrega.

Si aun no la vieron, dénle una oportunidad.

* Pabela es la administradora y creadora de La Cinerata. No sólo se ve todo, se lee todo si no que también se dedica a revisar nuevas apariciones de blogs que recomienda y lee. Siempre dispuesta a discutir, a argumentar...y a reírse, Pabe es parte de la familia bloggera de todos los días.
Si hay algo que me encanta de un artículo, reseña o escrito es que el lector tenga la posibilidad de sentirse identificado y creo que Pabela lo logró en esta introducción. Nadie puede negar la influencia que ha tenido el cine de Hollywood en nuestra vida ni que no todo lo que tiene es malo. También es cierto que el paso del cine hollywoodense al cine mundial no es sencillo. Ya desde la fonética nos cuesta (porque si hay algo que aprendimos es que todo el mundo habla inglés y que si el mundo se hunde, primero se está hundiendo la Estatua de la Libertad) pero sin ánimos de condenar (porque no todo el cine extranjero es mejor) ni de ensalzar nos encontramos abriendo la cabeza. Pabe tuvo mejor suerte con lo que eligió, yo decidí pasar del cine más pochoclero a la monumental "Ladrón de Bicicletas" y lloré a mares. Al menos a ella le tocó suspirar por un rato más.

La Ola, de Dennis Gansel (Por David Pessacg*)



¿Existe la inmunidad contra las dictaduras?

La Ola, estrenada en 2008, se basó en el libro homónimo de Todd Straser, quien describió el proyecto “La Tercera ola” del profesor Ron Jones. La verdadera historia es la siguiente.

En 1967, en Palo Alto, California, Jones se proponía explicarle a sus alumnos cual había sido la razón por la que los ciudadanos alemanes habían permitido que el Partido Nazi exterminara a millones de judíos  y otros “indeseables”. Al no encontrar los argumentos necesarios, optó por llevar a cabo el mencionado proyecto.


Lo llamó "La Tercera Ola", debido a la noción popular de que la tercera de una serie de olas en el mar es siempre la más fuerte. Al parecer, el experimento cobró vida propia, con alumnos de toda la escuela uniéndose a él.



En solo 4 días, pasó de 30 a 200 alumnos y a un estricto régimen de disciplina, que incluía saludo, vestimenta distintiva, posturas y un gran nivel de afiliación y fanatismo hacia los miembros y la organización misma.

Al ver que el proyecto se iba totalmente de sus manos, Jones, al quinto día, decidió cancelarlo, explicando que todo había sido parte de un experimento con el fin de que entendieran las bases del nazismo alemán.

La película basada en esta historia, va más allá de los hechos reales, para recabar de manera más trágica e impactante lo sucedido en ese momento.

La decisión de Todd Strasser de readaptar la historia, y recrearla dentro de un colegio de enseñanza media alemana, es increíblemente efectiva y singular.

Lo interesante del film en sí, pasa básicamente por la fehaciente demostración de cómo un régimen dictatorial es incluso posible, aun en estos tiempos.

Basándose en las premisas fundamentales de los regímenes totalitarios, se hace notar, la facilidad de influencia ideológica en jóvenes de determinada edad y características socioeconómicas.


Al ser un film de nacionalidad alemana, esta filmado obviamente en este idioma, lo cual le da un tinte emotivo-histórico mucho mayor, ya que apuesta a la repetición del mismo hecho en el mismo lugar.

Los puntos fuertes de la película, se centran en el personaje del profesor Rainer Wenger, quien día a día va sintiendo como el experimento pareciera irse de sus manos, pero también como parecería engrandecer su persona y su importancia en la institución educativa.

Dennis Gansel (director), propone una dinámica del argumento muy acertada para dar vida a la viralización del proyecto.

Hace foco en las inseguridades y problemas de los jóvenes, en su sentido de pertenencia a un grupo, en su falta de disciplina y atención, y consigue secuencias como la del vandalismo estudiantil, que contienen una estética sumamente interesante.

La Ola, tiene que estar dentro de las 100 mejores películas por el simple motivo de ser capaz de demostrar a través de un hecho real la falta de inmunidad que continuamos teniendo hacia los regímenes dictatoriales.

*David es el cofundador de Criticunder, un blog de críticas de cine y teatro que recomiendo leer. Sus análisis van desde la obra más under (amateur o no) hasta la Ópera, con exhaustivos análisis del contexto y de cómo apreciarlas. Gracias a él vi “Perderte otra vez” y aprendí que la magia del cine de Chaplin, también existe en las tablas argentinas.

Además, es periodista deportivo, me padece todos los días cursando Gestión de Medios y Entretenimiento y el resto lo padecemos a él. Es un gran tipo que ha creado un gran producto y se ha animado a producir y todo. ¿Les conté que tiene 22 años?

Me gustó mucho su reflexión sobre este film, sobre todo porque creo que mucho de eso se está viendo en Argentina hoy. Los jóvenes tienen un fervor que rápidamente anula el razonamiento y se transforma en fanatismo. La idea de adorar a una figura no me convence ni siquiera en la religión y esta idea de una lucha política tampoco me cierra del todo porque no hay oposición: son todas caras de lo mismo.

No creo que sea sano que se señalen tanto las diferencias ni que se diga abiertamente que se “atiende” a unos porque deliberadamente te dice que hay un espectro que no le interesa.

Todas las dictaduras fueron aplaudidas en su inicio…

martes, 27 de diciembre de 2011

Viñas de la Ira, de John Ford (Por Sergio Pineau*)



No solo el trabajo de John Ford como director hace de Viñas de ira (Grapes of wrath, 1940) una de las más grandes películas de la Historia del cine (junto a El Ciudadano, por ejemplo) sino que el alto grado en la calidad de la fotografía, realizada por Gregg Toland y el excesivo celo puesto en el casting, por el productor Darryl F. Zanuck, influyeron mucho en que el filme, una adaptación de la novela homónima de John Steinbeck, haya alcanzado el sitial de clásico incombustible.

Una breve reseña indica que Viñas de ira es una película ambientada en la década de 1930, cuando Estados Unidos sufre una gran crisis económica tras el “crack del 29” (que duraría 10 años).

Muestra sin tapujos ni censura el proceso por el cual los pequeños productores agrícolas son expulsados de sus tierras por los cambios en las condiciones de explotación de las mismas y obligados a emigrar a California donde el tipo de agricultura requiere mano de obra intensiva durante la cosecha de naranjas, y de uvas.

Y es así que muestra, de forma particular, las dificultades de la familia Joad (unos “oakies” cuyos pilares son Tom -Henry Fonda- y Ma Joad -Jane Darwell-) en su éxodo desde Oklahoma hacia California en busca de mejores condiciones de vida.

Allí se encuentran con un Estado, que pese a estar en bancarrota, los protege y les devuelve cierta dignidad en la cultura del trabajo y no del mero asistencialismo.

Steinbeck exalta los valores de la justicia y la decencia humana en una Norteamérica que vive una etapa de profunda inequidad económica y política.

Y aquí aparece uno de los hechos más llamativos de la cinta, porque incluso a la adaptación a la novela de Steinbeck, que hizo Nunnally Johnson a pedido Zanuck, John Ford no le tocó ni un punto ni una coma, echando así por tierra buena parte de las argumentaciones que pesan a su favor como uno de los pilares del “cine de autor”.

Y no es que no pueda encontrarse en toda la obra de Ford un hilo conductor que lo distinga de entre tantos cineastas, por el contrario, pero aquí –y viendo en retrospectiva otras producciones de Zanuck- es dónde puede apreciarse algo del “cine de productor”, en todo caso.

Zanuck sabía darle al público lo que éste quería, pero con una percepción artística muy por encima del promedio del cine hollywoodense y pasatista de esa época.

Otro aspecto insoslayable del filme -y el que hasta el día de hoy perdura en algunos “críticos”- es que Viñas de ira pese a lo que “parece” no es un filme “de izquierda” (no es “socialista”, mucho menos “comunista”) como algunos se empecinan en encasillarlo; si bien expone en primera persona y con argumentos categóricos las desventuras del proletariado en busca de su pan (explotados por las corporaciones que los expulsan de un lugar a otro de USA) está bastante más lejos de aquellas pretensiones simplistas, porque el principal inversor del filme fue el Chase Manhattan Bank.


Es más, pese a la renuencia de Ford, el propio Zanuck organizó la primer Avant-Première del filme en el marco de una cena de gala a la que asistieron… banqueros y magnates de las corporaciones.

Todos –o casi- dieron su apoyo al filme.

Tal fue el respaldo que para los premios Oscar de 1940 tuvo 7 nominaciones y se alzó con 2 estatuillas: mejor actriz de reparto, Darwell y mejor director, Ford y el libro, además, fue un best seller ese mismo año y se llevó el Pulitzer.

Todo filme tiene un contexto que a veces lo engrandece, y otras no.

Por suerte, lo primero fue lo que ocurrió con esta película de John Ford que con diálogos precisos, planos contundentes y argumentos irrefutables, desde el punto de vista histórico (Steinbeck compartió la vida de esas masas transmigrantes y Zanuck envió filmarlas de forma documental) al día de hoy le ofrece al espectador una renovada visión de buena parte de la Historia de la Humanidad, de cómo ésta enfrenta las adversidades para sobrevivir en un mundo, a veces, muy hostil.

Viñas de ira es, en definitiva, una película tremenda pero sin golpes bajos, con actuaciones gloriosas, repletas de matices.

Un cine que, cada vez más, se ve menos desde Hollywood.

* Sergio es el editor de Cinematracks, una revista digital de cine, literatura y música que vale la pena consumir. Su estilo de redacción me encanta porque te expone todos sus argumentos como si fuera que está gritándolos a voz en cuello y que defiende la obra (o la asesina) según comentarios que ha escuchado. Como es el caso de otros, siempre le respeto que te escucha (o te lee) pero defiende su opinión a raja tabla y después de haber visto la película. No es un tema menor ya que hay mucha gente que hace críticas y estoy más que segura que no se ha encontrado con el objeto.
Esta película me resulta un buen reflejo de un drama social "a la americana" con algunos rasgos de lo que después se vería en el Neorrealismo (según, claro, mi criterio) y a través de la novela de Steinbeck (el mismo de Al este del paraíso) nos relata lo más bajo y lo más alto de la humanidad sin ningún tipo de escalas. Creo que sus novelas hablan siempre de un instinto que está latente por sobre cualquier sociedad y eso hace de su lectura (o visionado) algo fascinante.
Gracias, una vez más Sergio, por esta participación, por tantas charlas sobre cine y varieté y por dejarme recordar que el cine de Hollywood puede ser arte e industria. Paradigma que desgraciadamente se ha perdido...

lunes, 26 de diciembre de 2011

In the mood for love, Kar Wai Wong (Por Juan Pablo Ramírez*)



Hay películas que viéndolas y desde el primer fotograma nos mueve, nos transforma, hace que veamos el cine de otro modo, este NO fue el caso de “In the mood for love”. La primera vez que vi esta película, y me avergüenza decirlo tenia 20 años, y recién llegado a Buenos Aires, no sabía nada del cine oriental y menos de Wong Kar Wai, no sabía ni qué hacía en Buenos Aires (regrese a mi país después de 8 años de vivir allá y todavía no se que hice...), así que cuando me toco ver la película, la primera para ver en mi clase de cinematografía, puse play al VHS (si, soy de la generación que todavía estudio películas en VHS), empezó la película, títulos en rojo, muchos Hong kongeses (no se el gentilicio bien todavía) todos hablando en chino, yo solo en mi depto de San Telmo (todavía no vivía en alfa 2000 donde conocí a nuestra anfitriona del blog), no entendía nada de la vida menos del chino. Hice lo que cualquier cualquier estudiante de 1er año de cualquier carrera hubiera hecho, TRAMPA, corrí toda la peli en el vhs en fast forward, solo para decir que la vi y saber de qué hablar en clase, y luego me dedique a mi hobby de esos primeros 6 meses en buenos aires, buscarle la respuesta a la pregunta que me perseguía todos los días ¿QUÉ CARAJO HAGO ACA?

Ese fue mi primer acercamiento al cine de Wong kar wai, y a su obra maestra (hoy no creo que pueda superarla, todos los cineastas en algún punto llegan a su cima y nunca pueden lograr otra película igual, Coppola con Apoycalypsis now, Paul Tomas Anderson con Magnolia, Spielberg con La lista de Schindler, etc...)

La segunda vez que vi “In the mood for love” honestamente no puedo recordarme por qué fue que la vi, pero si recuerdo la sensación de asombro que sentí al ver la peli, cómo me fue envolviendo en la trama, cómo me fui metiendo en la historia de los personajes, como fui maravillándome con cada cambio de escena, con cada emplazamiento de cámara, con la música, las texturas el ambiente Hong Kong etc...


La historia es más vieja que el cine, la señora Chan y el señor Chow, viven en el mismo edificio, comparten gustos en común, aunque no juntos comen en el mismo lugar, les gustan las artes marciales, pasan mucho tiempo solos porque sus parejas viajan por trabajo muy seguido y lo que empieza como una mutua compañía, evoluciona en una amistad que termina en una atracción, una atracción que nunca van a hacer realidad. De la historia no voy a contar mas, ver cómo se desarrolla esta tragedia, es un placer del que no los voy a privar.

No es una película para cualquiera, la historia que acabo de describir se puede contar de mil formas. Wong Kar Wai nos la cuenta de su peculiar forma, al igual que como fue filmada y desarrollada: lenta, visceral. No tenía un guión escrito, solo tenía ideas de lo que quería lograr, pero no sabía la forma en que se iba a desarrollar, o qué giros iba a tomar la historia en la piel de los personajes. La mayoría de veces los actores improvisaban con pequeñas direcciones, o se dejaban llevar por sentimientos que les daba el director, y así se fue construyendo a los ojos del director su historia.


Cuando uno se acostumbra al ritmo lento de la película y pasa la barrera del lenguaje uno descubre cosas como la cinematografía que es una de las mas estilizadas que he visto en mi corta carrera como director de fotografía. Pocas veces he visto una cinematografía que se encaje tan bien con una película, cada emplazamiento es tan poético como lo que esta contando, la cámara siempre en movimiento y siempre reencuadrando con marcos de puerta, ventanas, etc.. Como un voyeur nos deja ver la intimidad de los personajes y de su vida, el manejo del tiempo y la música.
Esta no es una película fácil de ver ni una película que a la primera vista atrape y cautive yo la veo como un gusto adquirido pero que vale la pena tomarse el tiempo de cultivarlo.

*Pablo y yo nos conocimos por el año 2004 cuando yo me acababa de mudar a Buenos Aires y terminé en una residencia estudiantil. Él le escapaba a su departamento y yo estaba totalmente en desacuerdo con tener que vivir en ese lugar. Al principio fue divertido porque siempre había algo para hacer, alguien con quién tomar mate. Con el tiempo, los dos nos fuimos convirtiendo en los freakys que en realidad somos y dejamos de interactuar tanto con el resto.

Me acuerdo que me ayudó con trabajos de cine (¿Te acordás del de Cine Lumiere?) que varias veces nos hemos encontrado en cumpleaños y que siempre conservamos la dinámica de ser “Frankie y Ava” porque teníamos demasiada onda para los tiempos actuales. Nada, obvio que somos dos freaks pero al menos él ya lo está capitalizando con ser un director de fotografía y fotógrafo profesional. Y bueno, Frankie, te reto a que seas el primero guatemalteco más famoso que Arjona acá. No te citarán los taxistas, pero podés sumar algo más.

Lo que cuenta él también es interesante: ¿Se acuerdan de alguna película que hayan odiado a primera vista y después de una revisión se dan cuenta que les encanta? 


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sábado, 24 de diciembre de 2011

Un Buda, de Diego Rafecas (Por Lisandro Gómez Baglivo*)



Una película cargada de mensajes, cuenta la historia de dos hermanos hijos de desaparecidos en la última dictadura Argentina.

El director busca confrontar dos visiones de la vida filosóficamente opuestas, representadas por los hermanos Rafael y Tomas. El primero es profesor de filosofía ateo, quien a través del racionalismo intenta explicar todo lo que sucede en el universo. Por otro lado Tomas es un budista practicante en busca de la iluminación constantemente. Los dos transitan por la historia acompañados por sus respectivas parejas,  quienes en esta dualidad filosofo-religiosa están alineadas al pensamiento de Tomas, representan un gran apoyo a los personajes enriqueciéndose también con las experiencias que les toca vivir.

El film muestra muchos mensajes budistas de gran valor para la vida cotidiana, mostrando también las prácticas en un templo en la montaña cordobesa.

En mi caso, doy con esta película en pleno periodo de indagación mística, en una búsqueda espiritual, hacía poco tiempo había conocido al buda y muchos de los dilemas que se plantean en este film, pasaron también por mi vida, por lo que la elección de esta película está dada fundamentalmente por la empatía que genero en mi y la identificación profunda con el protagonista de la historia.



La banda sonora (de Pedro Aznar) acompaña muy bien a las imágenes y es un punto alto del montaje, me generó muy gratas emociones y recomiendo prestar atención a este aspecto particular del film. Sin embargo no la recomendaría para uso académico ya que no se destaca por su calidad técnica, pero es una excelente propuesta para aquellos interesados en el conocimiento que trasciende lo que la mente pueda explicar.


*Lisandro es un estudiante de Comercio Internacional que se chocó un día con un taller y con el cine. Es la primera vez que hace una reseña pero es mejor espectador de lo que a él le gustaría admitir. No todo tiene que ver con identificar si es iluminación neoxpresionista o de tres puntos, a veces lo que te pasa desde la butaca hace todo esto.

Confieso que leí muchas cosas del Budismo después de leer este artículo de Lisandro, para entender lo que a él lo había movilizado tanto.

Creo que siempre estamos en busca de respuestas, de una deidad, de una ciencia, de algo para entender nuestro lugar en el mundo, pero pocas veces lo aceptamos. Pocas veces somos capaces de entender la diferencia entre el sufrimiento innecesario y el sufrimiento que está atado al existir, que el resto no tiene la culpa ni la responsabilidad y que a través de encontrar su lugar, uno puede encontrar un equilibrio interior. Acá no hay promesas de un mundo mejor después de vivir, es enseñarnos a vivir y lo que pase después, será después.

Creo que es un buen mensaje para esta Navidad,  que todos necesitamos esa luz y esa paciencia para mirar al costado, porque todos estamos convencidos de haber sufrido más que el resto, de haber luchado más que el resto, de necesitar más cosas que el resto. Tomémosnos unos minutos, brindemos en paz y que todos tengan una Feliz Navidad.

viernes, 23 de diciembre de 2011

Arizona Dream, de Emir Kusturica (*Por Nicolás Manca)




Todo empezó en el año 2008 cuando viendo I Sat presencié el anuncio de esta película, la describían como una de las películas que definieron a la década de los 90, por lo que yo ya supe que de alguna manera me iba a marcar.

Y  así fue. ¿Qué tiene esta película que me llegó tanto? Bueno se trata de un joven de 23 años que no sabe lo que quiere en la vida, que se pregunta por el sentido de la misma, que quiere escaparse e irse a Alaska, que le da mucha importancia a los sueños, que vive en Nueva York porque ahí nadie lo ve y él puede ver a todos, que se pegunta cual es el sentido de la vida si te dicen la diferencia entre una manzana y una bicicleta, si uno muerde una bicicleta y monta una manzana se va a dar cuenta solo.


Tiene a un Johnny Depp brillante, en su mejor momento, cuando hacía pequeñas grandes películas, quien solo necesita su mirada para comunicarnos todo lo que hace falta saber, a un Vincent Gallo hilarante, a una Lili Tyler que dice uno de los “te amo” más dulces que vi en mi vida, a una  seductora, consentida y lunática Fade Dunaway y a un Jerry Lewis, de quien si bien no soy muy fanático, cumple su papel a la perfección.

Tiene la música de Goran Bregovic que le da una estética onírica, melancólica y a la vez balcánica al film digna de quien la dirige. Además contribuye en la música Iggy Pop, a quién podría dedicar palabras loando su carrera no solo musical, sino también actoral, pero no lo voy a hacer, ya que no lo necesita.

Tiene los majestuosos paisajes de Arizona, donde la palabra inmensidad se nos muestra en cada fotograma que los vemos.


Tiene una increíble secuencia final, musicalizada a la perfección y con brillantes interpretaciones, que nos muestra que si bien los sueños se nos escapan y que no sabemos nada, la vida continúa.

Y por último además tiene la dirección de Emir Kusturica, quien pese a que  estaba deprimido por la muerte de su padre logró llevarnos a un universo absurdo, surrealista, donde existe la esperanza, donde existe la alegría y donde todo es posible. Con todas estas cosas como no va a ser mi película favorita, como no va a ser la que más me marcó, como no va a ser la más importante, como…

*Nicolás fue un hallazgo de este año. Un chico que mira más de 800 películas cada 365 días, que tiene un ojo crítico de aquellos. Además, resulta que es un tipazo.
Cuando le ofrecí hacer esta entrada, se emocionó por el simple hecho de escribir y la verdad es que me encantó el estilo melancólico con el que lo hace. ¿Quién no se siente identificado con su lectura? Con la idea de perder sueños, de perseguir molinos de viento como si fueran gigantes. 
Algún día, Nico se va a animar a escribir su propio blog o para sumarse a este (cruzo los dedos). Mientras tanto, lo esperamos.


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jueves, 22 de diciembre de 2011

Premios Rincón Fílmico al cine de este año


Siempre cuando llega esta altura del año a uno se le da por los balances: de repente nos importa qué fue lo que hicimos este año como para no pensar que perdimos el tiempo. Así como muchos están haciendo sus conteos de las mejores películas estrenadas, se me ocurrió hacer mis propias categorías de “premios” y exponer mis nominados. De paso los discutimos, nos reímos y vemos quién se lleva el Rincón Fílmico.

Para esto voy a tener en cuenta solo las películas que se estrenaron en salas en Argentina.

Mejor Película

Ésta categoría no tiene demasiadas ironías. Son simplemente las que más disfruté y son diversas en géneros y en historias pero trato de no limitarme por esas cosas.

Medianoche en París
Super 8
Loco y estúpido amor
El cisne negro
Shi, Poesía para el alma

Mejor actriz

Keira Knightley en La última noche: tal vez estoy emocionada porque empiezo a ver en ella las maravillas que dice el resto. Nunca me pareció una gran actriz pero en esta película está cálida, dulce y convence más que casi todo el elenco.

Rachel Weiss en La verdad oculta: la mezca de vulnerabilidad con belleza que tiene esta mujer siempre me pareció infalible. En esta película cumple muy bien y de hecho es lo único que sostiene la trama.

Helena Boham Carter en El discurso del Rey: amo a Helena y creo que estuvo soberbia. Hay que tener mucha presencia para no desaparecer ante esos dos en pantalla y lo hizo de una manera impecable.

Belén Rueda en Los ojos de Julia: me interesó más la trama que la película en sí, que por momentos se cae. Pero Belén ha sido para desgarrarnos una maestra: desde Mar Adentro hasta los gritos que provocó en el Orfanato. Gran actriz y no defrauda.

Emma Stone en Easy A: OK, sé que no se estrenó en cine, pero amo esta película y ella es realmente adorable. Es graciosa y fresca, además de preciosa. El hallazgo del año.

Mejor actor

Ryan Gosling en Blue Valentine: mientras casi todos elogian a ella, los ojos siempre se me iban para él y no sólo por lo que la naturaleza le dio, sino porque el hombre siempre parecía un niño intentando tener algo del amor que una vez tuvieron. Es tierno y angustiante al mismo tiempo.

Colin Firth en El discurso del Rey: me encanta Colin y ya era hora de que le dieran un Óscar. Además, el hombre venía haciendo papeles de cornudo todo el tiempo y siempre me ponía a pensar qué feo debe ser tener cara de cornudo. Con esto, Colin, elevaste la apuesta. Podés tener algo más de papel además de los cuernos.

Vincent Cassel en El Cisne Negro: este hombre en pantalla me resulta hipnótico. Gran papel, la va quebrando, seduciendo, se mueve como una serpiente alrededor de Natalie.

Giullame Cammet en la última noche: No es una gran película pero él y Keira se la roban. Es un perfil sensible, pícaro y el ideal romántico.

Javier Bardem en Biutiful: sé que es un buen actor pero no siempre me convence. Creo que su apariencia siempre termina como de opacar al personaje y no me resulta particularmente atractivo. Habiendo dicho esto, el tipo al borde de su vida me parece brillante. Lo ha construido de una manera soberbia y hay que aplaudirlo.

Las vende humo

Con esto me refiero a las que moríamos por ver y que terminaron siendo un fiasco

Real steel: Hugh será precioso pero ni él puede salvar esto. Además, el mocoso era insoportable, Kate desde la isla que lo único que hace es llorar…no funciona por ningún lado.

La chica de la capa roja: mientras miraba esta película un solo pensamiento estaba en mi cabeza: WHAT THE FUCK?!

Piratas del caribe "naufragando" en costas extrañas: Let it go, Johnny!

Transformers 3: si vuelvo a ver la cara de estornudo constante de Shia con una chica que no puede darle bola en la vida real y unos robots golpeándose una vez más, todo mi sistema se autodestruye.

Identidad secreta: que me perdone Greenpeace pero ahora quiero que se extingan los lobos

Harry Potter 7.2: sí, esperaba un final épico pero la adaptación fue tan mala que estaba llena de tiempos muertos con ellos mirando el horizonte y alguien les tuvo que haber dicho que a menos que tengas alguna idea más, sostener un palito que tira luz hacia el otro no tiene nada de emocionante. Esperaba imaginación…nada, fue una peli de muggles.

Mejor director

Darren Aronofsky por el Cisne Negro

David O Russel por El ganador

Alejandro González Iñárritu por Biutiful


Mejor que se tome un descanso el director

Rob Marshall por Piratas del Caribe 6543283723

Gary Marshall por Año Nuevo (y todavía no le perdono Día de San Valentín)

Tom Hanks por Larry Crowe, te banco Tom, pero esto era un desastre

Oliver Parker por El Retrato de Dorian Grey (si Oscar Wilde viviera, te pegaría un tiro a vos y a tu foto)

Nuevo Kiosko

En esta categoría entran “los que quieren abrir el juego”

Christina Aguilera – Burlesque

Jon Bon Jovi (resígnate a que sos malo) – Año nuevo

Carla Bruni (se ve que su trabajo de día no le da lo suficiente) – Medianoche en París

Justin Timberlake – El Precio del Mañana

Mejor película animada

Río

Enredados

Kung Fu Panda 2

Las más esperadas

Shame

La chica con el tatuaje del dragón/ Los hombres que no amaban a las mujeres

Un método peligroso

Caballo de guerra

J Edgar


Laberinto, de Jim Henson (Por la pareja de 1 día de película*)



Para que nosotros podamos disfrutar del cine tal como hoy lo conocemos, primero tuvieron que sucederse varias experimentaciones que jugaban con los sentidos. Eran aparatos mágicos, casi como ilusiones, que fascinaban a los usuarios a mediados de 1850. Estamos hablando de los famosos juguetes ópticos como el zoótropo, el kinetoscopio y la linterna mágica, por tan solo nombrar algunos de los más conocidos.

Y como justamente fue un mundo de fantasía el antecedente de esa mágica pantalla a la cual con tanta devoción los apasionados de este arte nos entregamos, compartiendo junto con un montón de extraños una experiencia inolvidable en una sala oscura, elegimos sumar a la lista de películas de Rincón Fílmico: "Laberinto", esa película que nos invita a sumergirnos en un mundo de ilusión.

Es la historia de Sarah (Jennifer Connelly), una adolescente rebelde y soñadora, a quien su padre y su nueva pareja le piden que cuide a su medio hermano Toby, mientras ellos se ausentan de la casa. Sarah no tiene más remedio que aceptar el pedido, aunque por supuesto de muy malas ganas. El problema es que el pequeño Toby no para de llorar ni un segundo y Sarah no tiene paciencia para cuidarlo. Por esta razón, acudirá a uno de los personajes de su libro favorito "Laberinto": Jareth el Rey de los Duendes y le pedirá que se lleve a su hermano. Este deseo librado al viento, tendrá como consecuencia la mágica aparición del Rey Jareth (David Bowie), quien le dirá a Sarah que tendrá trece horas para resolver el laberinto y recuperar a su hermano antes de que se convierta en duende. El Rey Jareth se llevará a Toby y Sarha comenzará una aventura por el laberinto, conociendo a los más divertidos personajes, para tratar de rescatar a su pequeño hermano.


La película nos invita a redescubrir nuestro lado lúdico y recorrer ese laberinto lleno de extrañas criaturas. Y gran parte de esa creatividad se explica con un solo nombre: Jim Henson, su director. Henson de vocación titiritero, se volcó al mundo de la televisión a partir de la creación de los personajes más queridos mundialmente: Los Muppets. Y el despliegue visual que tiene esta cinta se debe a otro nombre de peso dentro del cine, ya que George Lucas fue el productor del film.

Pero esta película termina de construir su mística gracias a la participación de David Bowie, quien le aporta al Rey Jareth todo su encanto, presencia e intensidad. Y además, Bowie enriquece la historia con lo que mejor sabe hacer: música. Los principales singles fueron: "Magic Dance", "Underground" y "As the World Falls Down" -el maravilloso tema que Sarah y Jareth bailan con espectaculares trajes y máscaras venecianas-. Como contrapunto del Rey Jareth, la película nos ofrece a Sarah, interpretada por Jennifer Connelly con tan sólo 16 años y con toda su carrera por delante.


No hay edad para la fantasía, siempre nos dejamos encantar por el mundo de la magia, en donde los duendes, animales y cosas inanimadas pueden volverse más reales que nosotros mismos. Desde 1diadepelicula nos sumamos a esta celebración de los 116 años de buenas historias, con una que nos apasiona y reúne todos los condimentos que una buena película debe tener. Sigamos compartiendo más años de cine!!!

*1 Día de Película es una propuesta de Camila y Agustín en la que proponen una película por día para alimentar el alma cinéfila y promover el debate entre los que amamos la sala oscura.
Siempre dispuestos a hablar de cine, a discutir y a unir cinéfilos, son un must en el twitter de cada día. Si quieren seguirlos es @1diadepelicula.
Gracias de nuevo, chicos, por esta participación.


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