Si consideramos que una película no es otra cosa que un relato audiovisual (en general, claro está), hacer un análisis de aquello que relata implica valorar los recursos que utiliza y evaluar la forma en la que se cuenta el cuento. Si bien esto es algo instintivo para cualquiera que califica a una película de buena o mala, son algunas herramientas y tips las que me gustaría nombrar para que las tengan en mente los que quieran ir un poquito más allá en su papel de espectadores.
- Al igual que cualquier otra obra, un film debe analizarse en el contexto en el que fue filmado. Considerando que el director es quien está a cargo de la visión que presenta, la película va a estar plasmada de su perspectiva del mundo. Un ejemplo es el largometraje “Munich”, el cual termina con una sugestiva toma de las Torres Gemelas. ¿Qué tendrán que ver el atentado de los Juegos Olímpicos de 1972 con el atentado de las Torres Gemelas del 2001? Yo diría que no mucho, pero en la metáfora es una crítica a las políticas de “caza de brujas”. Sin saber el año de la película podemos intuir no sólo que fue post 2001, si no que probablemente empezó a filmarse al menos dos años más tarde del episodio, para que los dolores y sensibilidades no estuvieran tan a flor de piel.
- La presentación del tema y su estética empieza en la cartelera y sigue con la secuencia de títulos. De la misma forma que en cualquier otro tipo de narración, en el cine hay un personaje principal, una ciudad, una situación y todo eso da lugar al resto del cuento. La secuencia de títulos presenta el tema antes que todo esto pudiendo ser inexistente o al final, o una tipografía y forma particular porque lo que importa no es lo que uno va a ver si no que va a ver una película de alguien (por ejemplo, las de Woody Allen), puede desarrollarse mientras empiezan las primeras escenas o puede narrarte toda la película pero como no sabés todo lo que vas a saber después, no te das cuenta (como El Club de la Pelea o Pecados Capitales).
- Los recursos técnicos como movimientos de cámara, transiciones, ángulos, lentes, filtros, luz, planos y muchos más tienen una función narrativa pero en orden de “ir al grano” es la forma en la que el director pone un énfasis sobre el aspecto que quiere contar. Así es como un primer plano intenta tener una cercanía con un determinado personaje, a sus reacciones y al impacto que ésta tendrá en la película; un travelling siguiendo a un personaje que sale crea la expectativa de lo que va a suceder una vez que éste esté afuera. Susan Sontag dice que no hay nada menos objetivo que la cámara porque uno elige cómo recortar lo que aparece frente a ella y no importa cuánto despliegue hay atrás si lo que quiere remarcar el director es una expresión o un objeto perdido.
- El director es quien elige la estética, aunque hay algunas productoras que tienen un planteo claro que debe verse en todas sus películas (Disney, por ejemplo). Así es como el responsable negocia por la propuesta que cree la indicada para la película: si usa color o no, si usa sonido o no, si la divide por capítulos, si tiene escenografía o locaciones, etc. El equipo responde a él y al productor.
Un profesor al que respeto y estimo mucho me contó que Orson Welles aprendió todo lo que sabía de cine mirando mucho cine. Tal vez así también nosotros como espectadores aprendamos a analizar, elegir y evitarnos malos ratos.
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