Quizás porque estoy un poco emocionada por la gente que quiero que decide casarse este año (a lo mejor eso habla de mi edad, pero a mí me gusta pensar que están todos locos), que se me ocurrió rememorar cinco casamientos del séptimo arte que se me quedaron en la memoria. ¡Salud, dinero y amor a los novios! Y tomen mucho champagne así la reunión se hace más amena.
Love Actually
Nadie que haya visto esta película es inmune a la banda escondida entre los asistentes a la ceremonia que tocan los acordes inmortales de una de las mejores bandas de todos los tiempos.
Cuando una jovensísima Keira knightley entra a la iglesia para entregarse a un hombre, es el padrino de bodas quien prepara esa mágica sorpresa en la que te rezan “all you need is love”. Impecable, cursi al extremo, pero me encanta.
El Hijo de la Novia
Éste es el resultado de sumar a grandes actores con un gran guión. Cuando una mujer que siempre soñó con casarse pero nunca pasó (no por eso estuvo en una relación menos formal), se enferma de alzhéimer y el hombre que la acompañó y amó toda su vida quiere cumplirle ese sueño, el montaje de ese casamiento termina siendo la máxima expresión de amor hacia ella. Conmovedora.
La no boda de 4 bodas y un funeral
Éste guión es intachable, muestra el panic atack que nos da a todos cuando el entorno empieza a casarse, saber lo que quieren hacer de sus vidas, pensar en la reproducción y uno siente que se la pasa boyando con la corriente. Hugh Grant y sus amigos tienen 30, odian los casamientos pero la gente no para de preguntarles cuándo van a ir a los suyos. Cuando la formalidad y el compromiso no pasa por la iglesia, en esta pareja funciona genial. Gran comedia.
El padre de la novia
Confieso que no vi la original, pero esta de Steve Martin me conmueve todas las veces. El padre es el narrador de esta historia cuando tiene que entregar en matrimonio a su hija y a su bolsillo. Mientras sufre por cada centavo que invierten, no termina de resignarse a que su hija es una mujer. Con cisnes y todo, la última escena son los restos de la fiesta terminada y los padres que “perdieron a la nena” bailando solos.
El Padrino
¿Quién hubiera dicho que una ceremonia sobre el amor funcionaba perfecto para presentar a un Capo que además es un hombre de familia? A través de esta pomposa ceremonia te demuestran el poder de Corleone, cómo pedían favores y eran considerados, cómo la policía sabía quiénes eran pero no cómo agarrarlos. Inolvidable Marlon Brando y uno de los mejores Coppolas que vi.
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