No sé si escucharon las declaraciones de la doble de Natalie Portman para el rol que le valió un premio de la Academia de Hollywood, pero se le ocurrió gritar a los cuatro vientos que Portman sólo había hecho un 5% de las escenas de baile. Algunos analizan que es éste tipo de compromiso con el rol lo que termina valiéndoles el premio. Yo me pregunto si a parte de los efímeros cinco segundos de fama que esto le valió a la bailarina, ¿Realmente hubiera cambiado tanto si no lo fuera?
Portan ha sido una actriz sólida desde que empezó a trabajar y ésta interpretación es soberbia aún cuando los giros del personaje no son muy sorpresivos (por no decir predecibles). La transformación que sufre en pantalla es hasta creíble en la construcción psicológica y si ella no bailara, de todas formas no me llegaría a romper la dinámica del relato.
De todas formas Darren, el director que se bajó de Wolverine hace pocos días, se sentó a contar uno por uno los planos en los que aparecía una u otra, para no dejar que éstos rumores eclipsen la película. Entiendo el manotazo de ahogado porque es un autor defendiendo su obra, celebro el silencio de Portman y solamente porque sé que la suplente quería fama, me divierte un poco ni nombrarla. Con todo esto, nadie se atrevió a decir que era un galardón no merecido ¿Pero nos gusta tanto el rol o es que la defendemos como actriz?
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