Con esto de que me engancho siempre con novelas y sagas teen, se me ocurrió que ya era momento de que llegara otro manual a Rincón Fílmico: un manual de 10 simples pasos (que se recomienda no repetir en casa) para hacer una saga teen que vuelva locas a las chicas y llene sus bolsillos dada las regalías del merchandising.
1) El mundo real apesta: claro que apesta, más para un adolescente. Esta es la razón por la cual la inserción de lo fantástico permite al espectador identificarse con ese mundo al que le gustaría escapar. Para ésto hay desde mundos paralelos hasta alguna que otra criatura, sin dejar de lado la posibilidad de algún mundo futurista en donde la Tierra es la Tierra pero no es.
2) No entro en ningún lado: otra cuestión en común que debe tener el personaje principal es sentirse sapo de otro pozo el noventa por ciento del tiempo. Nadie entiende lo difícil que es ser él/ella, nadie es tan torpe, no termina de caer bien a nadie, odia a la gente que es hermosa (porque ella/él no se sienten como tal, pero lo son).
3) Hay que enamorarse del/la inalcanzable: si el amor se siente a alguna edad (y se cree que es para siempre) es en la adolescencia. Razón por la cual, el personaje principal se enamora apasionadamente de alguien fuera de su alcance (lo que puede incluir un séquito de fans despechados) y, mientras lucha por su amor, demuestran que ellos son el uno para el otro.
4) La competencia es dura: Amén de que se enganchan con la persona que no pueden tener, siempre la competencia parece mejor candidato. Idea que se apoya en los puntos 2 y 3.
5) En el mundo paralelo, el sapo encuentra su pozo: ¿Cuál sería el chiste del mundo paralelo que repite la historia aburrida del mundo real? No, en el mundo paralelo, el personaje principal encuentra dónde está su lugar y resulta que siempre tiene una megacualidad que lo hace superpoderoso.
6) De un repollo: el personaje principal no tiene al menos uno de sus padres que son como figuras borrosas en su mente. El paso al otro mundo puede tener que ver con su búsqueda de identidad y de su pozo.
7) El mal en el otro mundo se relaciona con sus padres: ¡Ah, sí! Este mundo será un pañuelo pero aparentemente los paralelos son un paquete de carilinas. Todos juntos y revueltos resulta que, cual culebrón, todos tenemos un pasado que nos une y que el chico tendrá que ver cómo superar la pérdida de él/los padres mientras se enfrenta al mal reencarnado.
8) Nos tentamos un poco: Antes de destruir el mal (que generalmente está asociado a un personaje soberbio que cree que puede conquistar todo), nuestro personaje dudará de unirse o no a él.
9) Terceros en discordia: amén de los séquitos, si el personaje principal es femenino, sí o sí está el amiguito de toda la vida que cual publicidad de sprite tienen tatuado en la frente que se acostarían con ellas sin ningún tipo de problemas y suele quedar demostrado que el mejor amigo del perro es el hombre, pero el mejor amigo de las mujeres pueden ser estos chicos sin ninguna chance.
10) La gente tiene relaciones al final: mientras ellos dudan si quieren a sus fans, si le dan al mejor amigo o mejor no, si se venden al lado oscuro o no, reparten besos pero nunca, bajo ningún punto de vista, pasa a mayores a menos que estemos o casados o llegando al final de la historia. Los otros la pasarán bomba, pero el personaje principal, en plena lucha, no puede distraerse en esas cosas.
¿Qué otros pasos agregarían a este manual? Recuerden que no por mucha fórmula funciona siempre. Algunas de estas sagas han sido memorables y otras han tenido la profundidad literaria de la revista Caras.
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