Ya arrancó el festival más importante de la temporada
porteña con el habitual ritmo frenético que imponen sus más de 400 títulos en
10 días. Desarrollándose en varias sedes, BAFICI transita por un momento en que
la industria nacional, específicamente, lo utiliza como plataforma de difusión.
Hay pocas ediciones anteriores donde se recuerde la fortalece de los films
locales presentados. Este año, en un auge de la industria favorecido por el
apoyo del estado (en muchos casos, no en todos) y con productoras que se han
afianzado en los últimos años, debemos decir que la estrella de esta entrega,
es el cine argentino, sin dudas.
La apertura del festival estuvo a cargo de “El último
Elvis”, film que ya compitiera en Sundance este año y que venía precedido de
las mejores expectativas. La película de Armando Bo (apellido legendario en el
medio local), es un claro exponente de lo que el festival propone: cine de
autor, alejado de las presiones comerciales que lo acotan en tiempo y formato y
decididamente volcado a temáticas innovadoras. La elegida para la largada fue un claro
acierto.
“El último Elvis” es una película sobre el arte, la pasión,
la paternidad y la alienación. John Mc Inerny le pone la piel a un hombre que
cuya vida gira alrededor del mito Presley, a un nivel que al principio incomoda
a la platea, pero cuando los marcos se establecen, la historia se transforma en
un interesante ejercicio de reflexión sobre cuán importante es perseguir los
sueños en la vida de cada uno. Mc Inerny canta como los dioses y cada tema
llega en el momento y lugar justo para acompañar una narración austera pero
sólida. Griselda Siciliani juega a ser
la ex mujer del protagonista y cumple una gran labor, como el resto del elenco.
Tal fue la repercusión del film, que excepcionalmente, la organización del
festival agregó una función extra en la transnoche del sábado para que el
público pudiera verla (a la apertura sólo fueron los invitados especiales).
Luego, el cine nacional se fue haciendo fuerte con tres
títulos muy esperados por la crítica especializada local. Ellos son “Los
salvajes”, “Caíto, la película” y “Masterplan”.
“Los salvajes” es el nuevo proyecto de los hombres detrás de
“El estudiante”. Alejandro Fadel, guionista estrella del medio durante este
último año, nos trae su primer largo en solitario acerca de un grupo de
adolescentes que se escapan de un hogar de menores. Todos marginales, escapan
con la vista puesta en atravesar un vasto territorio a pie y llegar a la casa
de un familiar de dos de ellos. Este recorrido a campo traviesa será el eje de
la película, un ejercicio antropológico notable de Fadel, en el que va
delineando los valores que sostiene un sector de la sociedad al que hay que
prestar atención. Sí debemos advertir
que la película es demasiado larga para el espectador tradicional aunque le
auguramos reconocimiento seguro en el circuito alternativo que transitara el
éxito anterior de la productora.
“Caíto, la película”, es el primer largo de Guillermo
Pfening, actor consagrado y que se ha lucido en televisión en los últimos
años. Caíto es el apodo de Luis, hermano
del director, quien padece una enfermedad llamada distrofia muscular de Becker
que limita enormemente sus movimientos (de hecho, no puede autovalerse). Podría
decirse que es un documental con elementos de ficción en el cual se parte de
una premisa clara: no instalarse en el dolor y proponer esperanza. Pfening
armará una “película” (con guión y todo), donde el protagónico será su hermano.
Esto, que parece simple, no lo es y durante el recorrido seremos testigos de
las complicaciones que acarrea llevar adelante la tarea. Pero no sólo eso,
también los momentos felices y el amor que une a la familia en pos de la
concreción de la idea. Emotiva.
“Masterplan”, última película que traeremos desde este post,
es el primer largo de Diego y Pablo Levy. Hijos de un famoso comerciante de la
zona del Once, este año ya tuvieron estreno comercial con “Novias, madrinas, 15
años” y van por más. Con el apoyo de algunos nombres importantes de la escena
nacional (y algún cameo de un crítico, memorable), plantean una comedia simple
y directa, lograda y simpática. Indudablemente no luce como un producto
acabado, pero sí encontramos en ella un abordaje particular del humor que al
cine nacional le viene haciendo falta hace mucho. “Masterplan” es la historia
de una pequeña y doméstica estafa, en la que el protagonista se involucra por
inexperiencia (un robo con tarjeta de crédito) y que le termina saliendo más
caro de lo pensado. Alan Sabaggh se luce
al componer al neurótico tipo que debe lidiar con sus acciones equivocadas,
siempre con la salida justa y el gesto correcto para resolver los diferentes
estados de ánimo de su personaje. Divertida, cómplice y accesible, el cine de
los Levy llegó para quedarse, sin dudas.
Hasta aquí hemos hablado de cine nacional pero hay mucha más
cobertura de BAFICI en este espacio. ¿Cuál es el estreno argentino del festival
que esperás con ansias que llegue al circuito comercial?
Buenisima introduccion coincido con que Los Salvajes es algo larga pero la fotografia me parecio excelente y la crudeza ya es una marca registrada en todos los films que se presentan en el festival este año ,no?
ResponderEliminarMasterplan por lo que oi viene pintando como el batacazo nacional y por su recepcion en el publico creo que Araña vampiro sera una gran sorpresa !