El cine es un espacio de identificación, de educación, de industria y de arte. Y todo eso, está dentro de este blog.

lunes, 21 de mayo de 2012

“Los grandes del cine” Décimo octava entrega: Bob Fosse





Cuando ese nombre se menciona en ciertos ambientes, varias cabezas hacen reverencias. Fosse era no sólo director de cine, sino un coreógrafo memorable, un guionista y director de teatro que ha dejado su huella en el mundo como pocos. 

Con sólo seis películas como director, cuatro como actor y coreografías memorables como toda la puesta de Chicago y la de Sweet Charity en teatro, nos cambió el mundo con su gusto por el jazz, por los bailes sugerentes, por lo irónico y un poco oscuro de su humor y sus films encabezan siempre mis favoritos. Nos ha enseñado que musical no quiere decir naive y que con una sátira muchas veces hacés una crítica mucho más profunda que confrontando. Pero para eso se requiere cerebro y no todos han tenido el suyo. 

Oriundo de Chicago, empezó sus giras con otro bailarín para hacer una puesta conjunta pero terminó mudándose a Nueva York porque iba a ser el lugar donde iba a poder despegarse del piso. Y tuvo razón. 

Cuando llegó a la ciudad que nunca duerme, empezó su corta carrera como actor y después de la primera aparición ya logró contactarse con Dean Martin y Jerry Lewis para estar en su próximo espectáculo. 

En 1953 se estrenaron tres films en los que actuó: Colgate Comedy Hour, Kiss Me Kate, The Affairs of Dobie Gillis. 

Al año siguiente ya coreografiaba su primer musical: The Pajama Game. Luego llegaría “Damn Yakees”. Sería en esa producción donde encontraría a su segunda mujer Gwen Verdon. 

Vernon seguiría sus direcciones en New Girl in Town, Redhead, Chicago y la versión teatral de Sweet Charity. 

Pero el foco que quiero hacer es en su obra cinematográfica detrás de cámara, que me deja todas las veces con una mezcla de placer, morbo y asco al mismo tiempo. No son obras sencillas, apuntan a lo más bajo de todo ser humano y aciertan: uno ve la humanidad bajo una lupa, sin un dejo de misericordia. Son cuerpos abiertos en una mesa quirúrgica. 


En 1969 y basado en “Las noches de Cabiria” de Fellini, Sweet Charity es un cuento que dista de ser de hadas en Manhattan. Considerando que Fosse había dirigido y coreografiado la versión teatral, la adaptación al cine fue su primer trabajo tras la cámara. 

Combinando los números sugestivos (entre ellos el espectacular “Big Spender”), sus inmortales manos de jazz con sus movimientos de caderas y rodillas y esa cara increíble de Shirley, es una obra para apretarte el corazón. 

Vemos a Charity que es una taxi dancer (de esas chicas que trabajan en bares bastante bajos y que son visitadas por varios hombres que les pagan para bailar con ellas, tomar con ellas y por el resto hay un precio extra). El problema de nuestra dulce Charity es que el destino la puso ahí cuando ella sólo necesitaba ser amada. Es basureada, usada y todas las veces que la pisotean, algo la impulsa a creer que nuevamente llegará el amor. 

Mientras la versión de Fellini denunciaba un mundo sin amor, en este caso Charity es la viva imagen de que algo bueno puede llegar mañana mientras nosotros sabemos que su destino está sellado. 

Un final alternativo puede verse en el DVD pero es demasiado rosa para el planteo de la historia que la deja en medio de la nada siempre me pareció más acorde con el estilo de historias que le interesaban a Fosse. 

El film tuvo una buena recepción del público y de la crítica y Shirley demuestra una vez más sus dotes como comediante en esa genial escena del ascensor. 


Cabaret de 1972 llegaría después. No me alcanza una vida para elogiar lo suficiente a esta gran película que muestra el ascenso del movimiento nazi como contexto de este mundo que sucede afuera pero que se manifiesta en el escenario del Cabaret, donde todos se ríen pero les cuesta reconocerse. 

Además de esos increíbles números musicales (en eso ayuda mucho la presencia de Liza que es una gran cantante al lado de una apenas correcta Shirley), la simbología de las uñas como lo podrido o lo oscuro, la ambigüedad del personaje del maestro de ceremonias, la fascinación por el tapado de piel, todo termina construyendo una soga alrededor del cuello de Sally mientras ella no puede verlo. Cuando es consciente y el daño está hecho, llega la despedida y la sonrisa más triste grabada en su cara. 

Pero la llegada de Fosse a la dirección no fue sencilla: se enterpo que la adaptación del teatro al cine estaba en marcha y se puso en campaña para conseguirla. Hizo cambios importantes en su adaptación como el hecho de que Sally era una buena cantante y que el personaje de Max sea el tercero en discordia que son funcionales al relato cinematográfico (recordemos que el cine americano de los grandes estudios tiende a subrayar los temas). 

Todo el film fue filmado en Alemania. Fosse insistió en sacar todas las canciones que no pasaran dentro del Kit Kat Club except “Tomorrow belongs to me” (tema que canta el ejército nazi). Esta combinación tiene como un factor de justificación de la canción y del número sin pasar directamente a una canción para responder a un género. 

Debe considerarse que Cabaret competía ese año en los Óscars con El Padrino. Le ganó el mismo a Coppola y Robert Duvall perdió el suyo contra Joel Grey. Pero no creo que haya otro musical como éste, sin lugar a dudas. 


En 1974 filmó con Dustin Hoffman como actor principal “Lenny”, basada en la historia de Lenny Bruce, un comediante políticamente incorrecto. Honestamente, nunca había escuchado de este film hasta que empecé a investigar para este post pero me parece una genialidad. 

Para empezar, tenemos un planteo cual si fuera un documental sobre la vida de este hombre. De entrada sabemos que está muerto y vamos viendo su ascenso y caída. 

El tema es que Lenny no terminó de ascender y cayó en picada por no poder controlar ni su ego ni su consumo de drogas. Mientras la película coquetea con un suicidio, nos van pintando el personaje como si se tratara de Citizen Kane. 

Cuando miro este tipo de films me doy cuenta de que Fosse era más que un coreógrafo impecable: era un hombre capaz de mostrarte lo más bajo como si fuera su mundo, sin espantarse pero sin involucrarse como hace Almodóvar (que le debe mucho) por ejemplo. 

Mezclando los monólogos de Lenny con su vida personal a través de los testimonios de su padre, su ex mujer y su agente, pintamos a un personaje típico de los que le interesan al director: narcisistas, crueles por momentos, que no sabés exactamente si creés que son geniales o si son unos imbéciles atómicos. Es que uno no es solo bueno o solo malo, quien es inteligente también hace estupideces y es lógico. 

Hoffman es mi favorito de su generación. Creo que lo que ha hecho de joven es una maravilla y en este personaje está adorable y detestable al mismo tiempo. 


All that jazz aparece en cartelera en 1979 y por más que no lo viví, diría que el mundo se paró a mirarla. Jugando con sus planos absurdos y complicados de siempre donde parece que estamos viendo a los personajes desde todos los ángulos, coquetea con la idea de una falsa autobiografía y con su propia muerte cuando es testigo de su legado pero lo último que escuchamos es un cierre de la bolsa mortuoria. 

Eso no es todo: Joe es incapaz de tener relaciones normales al punto que su novia pregona amor, su ex esposa quiere que invente una coreografía espectacular para darle el brillo que cree que él le robó y los únicos momentos en los que puede hablar de corazón a corazón con su hija son cuando él está pensando en nuevos movimientos y corrige sus posturas mientras ella intenta plantearle algo. 

Ni hablar de la figura sugerente de Jessica Lange en la que aparece como ese ángel de la muerte que sirve como espacio para que él se confiese, por otro lado para que sea testigo de su propia vida y por otro más como presagio de su final. 

La frase “It’s Showtime” como latiguillo y como broche después de su ritual de gotas, drogas y cigarrillos termina de dar sentido a esta maravillosa película. 

Star 80 de 1983 también es una película biográfica. A criterio personal, es la más floja de una brillante filmografía pero que sigue contando con parte de su morbo y su humor ácido para crear y construir personajes. Nuestro villano Paul se presenta como un desequilibrado proxeneta, con toques sádicos que no podemos creer que ella no vea. Es como una caricatura de un drama terrible como fue este asesinato y el posterior suicidio de su ejecutor. 

Creo que uno de los mejores temas es cómo logra tomar la esencia de ella a través de la interpretación de Mariel Hemingway con toques de inocencia que hacen que sus desnudos no sean eróticos sino dulces y postales de belleza. 

Fosse murió de un paro cardíaco en un hotel en Washington cuando Sweet Charity estaba volviendo a las tablas. Tanto Gwen Verdon y Ann Reinking (quien lo acompañó en la cartelera de All that jazz) fueron las encargadas de seguir su legado. En 1999 ayudaron con la puesta del musical Fosse, de tres actos, en el cual se hacía un homenaje a sus aportes al teatro y a su estilo de jazz. 


Eso no es todo: el videoclip de Beyonce “All the single ladies” está basado en su coreografía para su mujer Gwen Verdon en Mexican Breakfast. Michael Jackson con su uso de guantes y sombreros y muchos de sus pasos están claramente inspirados en la obra de Bob. 

Creo que el musical que respiramos hoy en día le debe mucho. Nuestro estómago para ver dramas cantados también, porque nos vemos reflejados en su naturaleza. Ni hablar de sus míticos bailes.


6 comentarios:

  1. Sin palabras. Mi ídolo y vos grosa total por dedicarle semejante post! No se ni que comentar, lloro! Te quiero, gracias!

    Te lo tengo que dejar a él!
    http://www.youtube.com/watch?v=BIiZuAVZH4w

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    1. Flor, realmente es para emocionarse. Un grande como pocos, sin palabras.

      Un besote y gracias por comentar y por el videillo ;)

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  2. Es hora de desenmascarar a la fake Beyonce que no tiene de autentico ni el embarazo , me hizo acordar a un twit que lei el otro dia que decia " Odio a las bandas ochentosas que hacen todos los temas de Glee " jiji es hora de demostrar que nuestra cultura pop actual tiene todo que agradecerle a los ochenta y los setenta !

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    1. En realidad, Mari, me parece que no es tan así. Si fuera por usar cosas previas y resignificarlas, Almodóvar y Tarantino no tendrían cabida, pero me parece que tiene que ver con saber cómo hacer el homenaje. Por eso no me resulta casual que en video sea mucho de una misma toma, con coreo de 360°, mallas de jazz...ese tipo de cosas.

      Me parece que entender de dónde salen las cosas que hoy consumimos hace que las entendamos mejor, pero no soy de las que las condenan...sobre todo porque Beyonce me gusta mucho...

      Un besote y gracias por comentar

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  3. Que bueno que haya lugar para semejante genio en tu blog! A tantos no les vendría mal aprender algo de Fosse! Lo triste es que muchos siguen sin siquiera entender Chicago jaja pero bue!

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    1. Da, creo que el tipo era un genio en todos los aspectos. Como te dije por FB, creo que muchos han aprendido de él, pasa que no todos los espectadores saben que se lo deben...

      No es para todos los públicos: hay muchos que lo entienden pero que les resulta demasiado crudo...hay de todo. Lo más importante es que lo poco que ha dejado tanto para cine como para teatro, ha construido mucho.

      un beso enorme y gracias por comentar

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