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domingo, 13 de marzo de 2011

El joven manos de tijera, de Tim Burton


Recuerdo que de mucho más chica, moría de amor por Burton. Mientras con el paso del tiempo sólo siento que repite una fórmula estética con tintes expresionistas y sus personajes e historias fueron perdiendo un poco de gracia. Pero su toque nostálgico y un poco depresivo es de las que más disfruto de su filmografía.

Esta fábula fantástica no tiene desperdicio. Primero, un cuento cual Pinocho sobre una creación de un hombre sólo que lucha por ser humano, donde los interrogantes filosóficos de qué es lo que hace hombre a un hombre parecen convertir a la biología en una nota al pie de página.

En un decorado de los suburbios que recuerda mucho al juego “Los Sims” versus un castillo abandonado donde un viejo científico circulaba contra el tiempo y las cenizas para convertir a su obra en una forma de Galatea, buscando dotarlo de la sensibilidad, de la perspicacia y de todas las características de un ser humano. Del otro lado, una familia tipo que lo adopta casi por accidente y una serie de sucesos, de amor, de celos, de fantasía enigmática hacen de Johnny Depp y Winona Ryder una de las parejas mejor armadas de Hollywood.


La música es otro de los elementos espectaculares de este cuento, con coros dulces con toques hasta de villancicos para agregarle ese dote romántico y de ensueño por más oscura que sea la imagen que hacen de la asociación eterna con Elfman una de sus mejores ideas de todos los tiempos. Elecciones inteligentes en imágenes y casting. Realmente, una de mis favoritas.


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