El cine es un espacio de identificación, de educación, de industria y de arte. Y todo eso, está dentro de este blog.

viernes, 3 de diciembre de 2010

Reflexiones sobre el INCAA y la realidad del cine argentino



En el diario de hoy, me detuve a leer una columna de opinión a cargo de Gustavo Fontán (director de cine y docente). Las reflexiones del autor eran en cuanto a que sigue circulando la idea ingenua sobre el INCAA y cómo financia y maneja los proyectos que me parece importante remarcar.

Antes que nada, el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales es una autoridad autónoma que depende de la Secretaría de Cultura de la Nación. Sus fondos no provienen de los impuestos, o sea que ese pensamiento de que "usan la plata para pagar cosas que nadie quiere ver" queda descartada. Se mantiene y financia a partir de los ingresos de la llamada Ley de Cine, el cual es el 10% de la entrada que el complejo o la sala paga, a esto se le suma el aporte del sector televisivo.

Las exigencias del cine no son sólo en cuanto al pago antes mencionado, si no que contemplan la exhibición mediante lo llamado "cuota de pantalla", la cual obliga a tener en cartelera al menos dos películas nacionales por trimestre. Todos sabemos que las salas son negocios y como tales, nadie quiere perderse de un estreno como Harry Potter o Avatar, pero films nacionales como Un novio para mi mujer o El secreto de sus ojos también dejan recaudaciones importantes.

Y aquí llegamos a otro punto importante: no, no es sano que sólo se financie a Campanella. Tener la posibilidad y el espacio de desarrollar las carreras de nuevos y jóvenes talentos es muy importante y si todo se tratara de un director que aplica la "fórmula del éxito" o de un sólo actor porque es reconocido por su trayectoria, haría de nuestro cine una copia carbón de sí mismo. En la columna, Fontán hace el paralelismo con la industria editorial diciendo que pedir que sólo filme él, es como pensar que sólo se deberían editar best sellers porque es lo que la mayor cantidad de gente lee.

Mi idea no es menospreciar a un blockbuster, ni a Campanella, ni a la Saga Crepúsculo ni Millenium, pero es cierto que en orden de tener mejores propuestas culturales, es positivo apoyar a la diversidad. No todos los grandes talentos son iguales y no todos los clásicos o productos "de culto" son insoportables. Hay toda una fantasía respecto a lo artístico versus lo industrial que no puedo creer que tantos años pasen y todavía no se supere: no existe nada mejor para un artista que vivir de su obra y no todo lo artístico incluye un planteo snob o requiere cierto tipo de conocimiento para apreciarlo. Va más cerca de la sensibilidad artística de la persona que otra cosa.

Por otro lado, hay muchos aspectos cuestionables del INCAA pero lo que se le criticaba antes es pura ignorancia de quién habla. Todo el cine Iberoamericano se ha desarrollado gracias al apoyo de políticas estatales y los canales de televisión y si no fuera por los subsidios, sólo Brasil podría ser autosuficiente en taquilla y es por una cuestión de cantidad de habitantes. 

Si en 1895 se proyectó por primera vez, en 1897 ya se estaba haciendo el primer largometraje en Argentina y aún así no tenemos industria. Más que criticar al INCAA, tendríamos que ver si el problema de los talentos es que no saben conectarse con el público o que la comunicación y promoción de las películas es lo que falla y no es una cuestión de presupuesto, si no de ingenio.

Éste es el momento de lanzar nuevas propuestas y nuevos proyectos. Después de la cantidad de premios que hemos cosechado con otros films, hasta hemos llegado a los Óscar muchas veces. Somos un cine con identidad, tal vez es hora de empezar a apoyarlo desde nuestro lugar de espectadores.

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